sábado, 20 de enero de 2018

Recorrido circular desde "Benahavis Hills Country Club” a Montemayor


Crónica: Rafael Rodríguez
Desde Estepona salimos por la Autovía del Mediterráneo A-7 cinco coches desviándonos en el kilómetro 168,5 salida a Benahavís. En la rotonda, paramos junto a la gasolinera de Repsol para recoger al resto de compañeros. Posteriormente continuamos desviándonos en la rotonda por la segunda salida hacia la carretera A-7175 que sigue a Benahavís.

Antes de entrar al pueblo, nos paramos para esperar algunos compañeros rezagados, una vez se reunen con el grupo  nos desviamos por una carretera que sale a nuestra izquierda y que, en una fuerte subida (21% de pendiente) nos llevará, tras recorrer 23,5 kilómetros desde Estepona, a “Benahavis Hills Country Club”, un complejo residencial de villas de lujo, donde aparcamos los coches en un amplio aparcamiento situado a la entrada del complejo, disfrutando desde este sitio de las primeras panorámicas del entorno.

El día está expectacular aunque a la llegada el fuerte viento nos hace tambalearnos. Comenzamos la ruta y quedamos resguardados por las laderas sur en las que vemos las primeras casas y chalet. 

El entorno de nuestra ruta
La vegetación que predomina en terreno peridotítico es el matorral bajo y arbustivo, destacando las jaras, palmitos, aulagas, matagallos, espartos, lentiscos, retamas, brezos, lavandas, romeros y tomillos. En cuanto a la arboleda, destacan los algarrobos, alcornoques aislados, acebuches, robles andaluces y pinos carrascos.

Recorrido hacia Montemayor
Una vez dejamos la urbanización Benahavis Hills Country Club, iniciaremos el recorrido bajando por una pista  de tierra que nos irá acercando al valle del río Guadalmina rodeados de un frondoso matorral mediterráneo, llegando a un camino de tierra que, entre subidas y bajadas, nos conduce a un alto desde el que volvemos a tener unas fabulosas vistas del entorno: campos de golf, casas diseminadas con sus respectivos caminos que, vistas desde la altura, nos parecerán una gran maqueta.

El camino nos va acercando a la base de Montemayor, un monte con forma de pirámide (580 m) donde se asientan las ruinas del castillo árabe de Mont Mayur (Monte Mayor). Al cabo de unos metros de recorrido, pasamos ante una vivienda abandonada, de tipo señorial, conocida por “Casa Romera”. Junto a ella, vemos una fuente de agua y un cobertizo. Seguimos sendero abajo pasando por varias encrucijadas hasta dar con una especie de acequia cubierta de malezas y enredaderas. Un precioso paraje donde hacernos unas fotos y contemplar las vistas del estrecho y las urbanizaciones colindantes.

Torre Romera, tumba del visir y poeta al-Lamayi
En la cercanía, nos sorprende ver, oculta entre la vegetación, una impresionante torre que se alza sobre enormes peñas, de cuya base brota una fuente de aguas cristalinas que corre ladera abajo hacia una pila junto a una alberca. Esta edificación es conocida por “Torre Romera”, lugar donde los escritos antiguos dicen que fue enterrado al-Lamayi, visir y poeta de los hamudíes (dinastía bereber que se mantuvo en el poder hasta mediados del siglo XI cuando, en 1055, la taifa de Algeciras fue conquistada por la taifa de Sevilla).

Algunos compañeros deciden hacer un pequeño receso y tomar algo de alimento al resguardo de las ruínas en los pies de la Torre. Otros, en cambio deciden continuar y esperarnos más adelante. 
Una vez reagrupados subimos por una pista de tierra hasta una valla metálica que da acceso a otra urbanización. Continuamos por carretera en ascenso con breves paradas para tomar aire y seguir contemplando el paisaje que vamos dejando a nuestras espaldas.

La carretera acaba en el deposito de aguas de Benahavís junto a un mirador donde nos reagrupamos de nuevo y tomamos un pequeño refrigerio los que aun no lo habíamos hecho.

Seguimos por un camino de tierra que nos acercará a la base de Montemayor, la primera parte por un sendero bien marcado, la segunda con vegatación y rocas y la parte final con fuerte pendiente, sin camino definido, siguiendo las huellas de cabras y animales hasta conseguir llegar a las murallas.
Desde la cima del monte tenemos la oportunidad de gozar de muy buenas vistas, gran parte de la Costa del Sol Occidental, así como las cercanas Sierra Bermeja al oeste, Sierra Palmitera y Sierra Blanca al este, el pico de La Concha, Marbella, Nueva Andalucía, San Pedro de Alcántara, el Peñón de Gibraltar y la tan cercana costa del norte de africa al otro lado del Estrecho de Gibraltar.

El castillo de Montemayor
Hoy en día, todavía podemos ver vestigios de su pasado esplendor: muros de mampostería caliza, aljibes rectangulares de bóveda de cañón… Fue escenario de numerosas batallas por ser un lugar estratégico ya que desde él se divisan más de 100 kilómetros de costa.

Al pie del cilindro donde se encuentra el indicativo de vértice geodésico (580 m), nos tomamos el bocadillo y hacemos la foto de grupo, iniciando posteriormente el descenso por un sendero en fuerte pendiente, que discurre por la ladera noroeste del monte, hasta llegar a una pista de tierra rojiza y luego a la carretera asfaltada, que en poco tiempo nos lleva, tras una fuerte pendiente en bajada, al lugar donde dejamos aparcados los coches.

Una ruta corta, pero exigente, dadas las fuertes pendientes que hemos de pasar. Pero el esfuerzo se ve recompensado con las vistas y la animadas conversaciones con los compañeros.

Llegados al aparcamiento, ya con menos viento, nos despedimos volviendo al lugar de salida, con la satisfacción de haber pasado un día duro, pero agradable, en este singular enclave de nuestro entorno cercano.  


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   VISTA DEL RECORRIDO DESDE EL SATÉLITE

  MAPA TOPOGRÁFICO DEL RECORRIDO
  
  PERFIL DE ALTURAS Y LONGITUD DEL RECORRIDO
 
   SITUACIÓN DEL BAR ESTADIO LUGAR DE CITA EN ESTEPONA


  RECORRIDO POR CARRETERA DE ESTEPONA AL INICIO DE LA RUTA


 

PARTICIPANTES
En las ruínas del Castillo de Montemayor, de izquierda a derecha: Paquita Naranjo, Elena Guerra, José Luís Gil, Julia Romero, Francisco Javier Gómez, Antonio Martín, Carmelo Vázqez, Miguel Ángel Pernas, Enrique Castilla, Montse Laguardia, Pepe García, Pepita Vázquez, Ana María Díaz, Carmen Fernández, Margaret O´Connor, María Martín, Inés Gil y Paco Vera. No aparecen en la foto: Ilse Bullerdieck, Rita Durben, Carmen Franco y Rafael Rodríguez que hace la foto.


GALERÍA FOTOGRÁFICA y VÍDEOS.
(Fotos: Elena Guerra,Margaret O´Connor y Rafael Rodríguez)

https://photos.app.goo.gl/XqNQpFNxyRqYRtco1



Recorrido circular por el Valle de las Acedías y la Pasada del Pino


CRÓNICA: RAFAEL RODRÍGUEZ 
Desde el Bar Estadio de Estepona, punto de encuentro de nuestras salidas, partímos en cuatro coches hacia el Polígono Industrial de Estepona diecinueve compañeros y, pasando el puente elevado que cruza la Autopista del Mediterráneo A-7, giraremos a izquierda para continuar por el “Camino de Casares” hasta sobrepasar la Planta de Residuos Sólidos y, a unos 500 metros de ésta, aproximadamente, se encuentra el camino de la Acedía por el que iniciamos nuestro recorrido por el Valle de las Acedías hacia la Pasada del Pino. Desde Estepona hemos recorrido en coche unos 7 kilómetros en apenas 12 minutos.

Una vez aparcados los coches en el arcén de la carretera, iniciamos a pie un primer tramo del recorrido caminando por una pista de cemento, divisando a nuestra izquierda el valle que riega el arroyo de las Acedías diseminado de villas de recreo.

Hacia la Cañada de las Acedías
Tras unas primeras rampas entre jaras y olor a tierra húmeda, ascendemos por una pista muy cómoda hasta llegar a un pequeño llano. Desde este lugar se continúa la subida de la loma por un sendero estrecho y pedregoso. A nuestra espalda podemos contemplar el Peñón de Gibraltar, a los lejos, y los Pedregales y Estepona a nuestros pies. A nuestro, frente la inmensa mole rojiza de la Sierra Bermeja.

Recorridos unos 800 metros, el sendero enlaza con una pista forestal abandonada que en un suave ascenso, nos lleva a la cañada de las Garganta de las Acedías, conocida popularmente como la Pasada del Pino, donde hacemos una parada para tomar algún alimento y agua en la fuente, aprovechando también la llegada de unos senderistas ingleses para hacernos la foto de rigor del grupo.

Iniciamos el descenso por la vertiente opuesta, con vistas a Sierra Crestellina y el valle de las Acedías, por un camino que se dirige en sentido oeste y que nos lleva a una balsa de agua y un helipuerto, instalación prevista para casos de incendios.

Desde este lugar podemos contemplar unas preciosas vistas del entorno con unas impresionantes y bellas panorámicas de la costa donde sobresale el Peñón de Gibraltar y la costa magrebí al otro lado del Estrecho de Gibraltar.

Al cabo de 1 kilómetro de recorrido, aproximadamente, llegamos al comedero de aves carroñeras conocido por “EL Muladar”, uno de los dispuestos por la Red Andaluza de Comederos de Aves Carroñeras, donde vemos algunos buitres que  sobrevuelan durante algún tiempo sobre nuestras cabezas y algunos cadáveres de animales.

Llegando al valle, encontramos las primeras viviendas y bifurcaciones en la pista por la que transitamos, siguiendo el sendero balizado para alargar la ruta en sentido oeste. La pista nos conduce hasta el acceso principal a las Acedías, desde la carretera de Casares con vistas al valle.

Regreso al punto de inicio de la ruta

Tras tomar el desvio a  la izquierda, descendemos por una pista que se dirige hacia el arroyo las Acedías, tras recorrer un kilómetro volvemos a desviarnos junto a unas viviendas hacia la derecha para seguir en ascenso una pista que nos devuelve tras unos metros a la pista por la que transitamos esta mañana.

Desde este cruce el camino hacia los coches es muy cómodo, llegando tras completar un recorrido de cerca de 15 kilómetros en unas seis horas, tiempo en el que hemos disfrutado de un estupendo día de senderísmo y compañeros.

LLegados a los coches volvemos hacia el Parque de los Pedregales para tomar algo en la venta. Debido a las fechas en las que estamos estaba cerrada por lo que continuamos hacia Estepona, al lugar de salida para dar dar por concluida esta salida.

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SITUACIÓN DEL BAR ESTADIO EN ESTEPONA LUGAR DE CITA

  RECORRIDO POR CARRETERA DESDE ESTEPONA AL INICIO DE LA RUTA

  VISTA DEL RECORRIDO DESDE EL SATÉLITE
 
  MAPA TOPOGRÁFICO DEL RECORRIDO
 
   PERFIL DE ALTURAS Y LONGITUD DEL RECORRIDO


  PARTICIPANTES
En la Garganta de la Acedía, de izquierda a derecha: Rafael Rodríguez, María Eugenia Díaz, Juan Luis Lara, Ana María Díaz, Antonio Martín, Margaret O'Connor, Teresa Acuna-Plada, Violeta Montequín, Enrique Castilla, Pepe García, Carmen Franco, Juan Manuel Usero, Rita Durben, María Martín, Rosa María Martín, Javier Duarte, Sofía Mateos, José María García de la Nava, Ilse Bulllerdieck. Hace la foto Jeremi.

GALERÍA FOTOGRÁFICA Y VÍDEOS.
(Fotos: Margaret O´Connor y Rafael Rodríguez)

https://photos.app.goo.gl/EX1aON4mPCAAt8et1





sábado, 13 de enero de 2018

Recorrido lineal desde el Puerto Del Alisal al Daidín

CRÓNICA: RAFAEL RODRÍGUEZ
 
Desde Estepona partimos por la Autopista del Mediterráneo A-7 en sentido Málaga, desviándonos en la salida 172, para continuar por la carretera A-397 hacia Ronda. Una vez que rebasado el restaurante el Coto, que dejamos a nuestra izquierda según subimos el Puerto del Alisal, y llegados a la altura de la entrada a la finca de la Zagaleta (km 37,5), a nuestra derecha hay una explanada donde aparcamos los coches, siendo este lugar el punto de encuentro con el resto de compañeros que vienen de otros lugares.

Desde Estepona hemos recorrido unos 28 kilómetros en un tiempo aproximado de media hora.

Entorno de Sierra Palmitera
A nuestro frente la imponente Sierra Palmitera, por la que nos desplazaremos por su ladera este, macizo montañoso situado en el término municipal de Benahavís, considerada como la continuidad natural del macizo de Sierra Bermeja en Estepona. A todo ello hay que sumar la exuberante vegetación que se mantiene gracias a la abundancia de agua que aportan sus manantiales.

Ante nuestros ojos se abre el valle del Guadaiza, un extenso bosque de alcornoques, quejigos, alisos y pinos con la agreste Sierra de las Nieves y el pico de La Torrecilla (1.919 m) como telón de fondo. Los ríos que atraviesan el valle y la cercanía de los pantanos: La Leche, Las Medranas y El Ángel, hacen de este entorno una zona privilegiada.

La ruta al despoblado del Daidín
Desde la explanada, iniciamos la andadura con el frescor de la mañana y el aroma del bosque mediterráneo, que comienza tras pasar unas cadenas que impiden el paso a los vehículos.

La caminata transcurre por un camino prácticamente sin desniveles, a lo largo de las frondosas laderas de la sierra, cruzando arroyuelos de agua virgen (Del Alisal, de Melinche, de las Alberquillas, de Los Hornillos…) y disfrutando, siempre que las nubosidad nos lo permita, con la contemplación del mar Mediterráneo, el Estrecho de Gibraltar y la cercana costa africana presidida por el Yebel Musa, promontorio de 851 metros de altura, situado en el norte de la costa magrebí. Se considera una de las míticas Columnas de Hércules junto con el Peñón de Gibraltar en la Península Ibérica, con una altura sobre el nivel del mar de 426 metros.

Tras una media hora de camino llegamos a la altura de una cabaña, frente a los restos de un antiguo corral de cabras, ambos en estado ruinoso. Desde este lugar continuamos caminando durante unos ocho kilómetros, siguiendo el camino de frente, hasta llegar a una señal, situada en una bifurcación, que nos indica, a la izquierda, el camino hacia el Daidín.

La finca La Máquina
Al cabo de un buen rato de caminar, nos encontraremos con el cartel que nos indica que estámos en la finca La Máquina (en su día, dedicada a la captación de Platino con la ayuda de diversas máquinas de la época, de ahí el nombre del caserío), en la zona de el Daidín, (en árabe “El sitio de la Luz”), antigua alquería musulmana de los sigos VII-IX, que es el nombre con el que se conoce a este lugar, aparte de Aidín o Dairín, apelativo del despoblado que se encuentra situado en el término municipal de Benahavís, en la vertiente este de Sierra Palmitera, cerca del río Guadaiza.



El tiempo nos da una tregua por lo que decidimos seguir hasta completar el recorrido. Llegados al Daidín, nos disponemos a tomarnos los bocadillos ante las ruinas del antiguo poblado de la extinta alquería andalusí, que han quedado reducidas a algunos arranques de muros de las viviendas y de una torre vigía en mejor estado. Las ruinas se encuentran invadidas, parcialmente, por la vegetación del monte cercano y, en una construcción de no muy antigua edificación, encontramos un corral de ganado caprino que unos pastores custodian.

Regreso tras un breve descanso
Tras una rápida comida y descanso emprendemos la vuelta por el riesgo de lluvia. Regresamos por el mismo camino  y con distintos ritmos lo que hace que el grupo se divida en varias unidades. 

A pocos kilómetros de la llegada chace presencia la lluvia, primero con un fino chirimiri que no molesta para continuar con alguna que otra precipitación más continuada.

Aceleramos la marcha para completar estos ultimos kilómetros y llegar a la explanada de los coches. Cuando lo hacemos, llegamos con algo de frío y un poco mojados, así que nos cambiamos de ropa y nos despedimos rápido de los compañeros para no coger frío, emprendiendo la vuelta hacia Estepona, algo cansados, por la distancia recorrida, pero alegres tras haber podido completar la ruta.



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 SITUACIÓN DEL BAR ESTADIO PUNTO DE ENCUENTRO EN ESTEPONA

   RECORRIDO POR CARRETERA HASTA EL KM 37,5


VISTA SATÉLITE DEL RECORRIDO
MAPA TOPOGRÁFICO DEL RECORRIDO
PERFIL DE ALTURAS
PARTICIPANTES
Junto a uno de los desvíos, de izquierda a derecha: Elena Guerra, Rafael Giner, Pepe García, María  Ángeles Vera, Mercedes Tovar, María Martín, Margaret O´Connor, Enrique Castilla, Isabel López, Antonio Martín, Teresa Acuña, Charo García, Ilse Bullerdieck y María del Carmen Franco. Hace la foto Rafa.

GALERÍA DE FOTOS Y VÍDEOS
(Fotos: Mª Ángeles Vera, Elena Guerra y Rafael Rodríguez)
 
https://photos.app.goo.gl/4rpWjpqELUCrH0Ie2