sábado, 28 de junio de 2014

Del pueblo blanco de Genalguacil por el río Genal a la Venta de San Juan



CRÓNICA: MIGUEL ALONSO
 
Pasadas las ocho y media de la mañana, salimos de Estepona, del lugar de cita habitual, el Bar Estadio, seis compañeros en dos coches, dirigiéndonos a la avenida de Andalucía para desviarnos e iniciar el recorrido en coche por la carretera MA-8301 hacia el puerto de Peñas Blancas (975 m).

Desde este lugar continuamos el recorrido hacia Genalguacil, por la carretera MA-8302, que sale a la izquierda, y que nos llevaría directamente al pueblo después de haber recorrido, desde Estepona, 41 kilómetros en unos 45 minutos. La carretera tenía un trazado de muchas curvas, por lo que debimos conducir con precaución.

Llegados a Genalguacil (9:40 h) atravesamos el pueblo hacia la salida por la carretera que conducía a Algatocín, parando ante la Venta Las Cruces, lugar donde comenzaba el sendero hacia el Prado de la Escribana, junto al río Genal.

En este lugar nos quedamos esperando a que, Javier y José Luis, regresaran de la Venta de San Juan, distante unos 3,5 kilómetros, lugar donde finalizaba la ruta, a dejar un coche para al termino de la ruta volver a recoger los otros coches que dejábamos en la zona de Las Cruces, punto de inicio de nuestra ruta.

El río Genal
Sin duda, el Genal y sus afluentes es la unidad ambiental más destacada de esta etapa, tanto por la belleza de su cauce con sus vegas, meandros y sotos como por las actividades tradicionales vinculadas al río y su ribera, como son las huertas y los molinos.

El paisaje es totalmente forestal, con diversas especies arbóreas dominantes, en especial alcornoques y quejigos, pero también castaños y pinos resineros.

El bosque en galería multiespecífico tiene un papel preponderante en el fondo de un valle en forma de “uve” muy cerrado, con fuertes pendientes, en un terreno de esquistos y pizarras. Entre las especies de ribera destacan los grandes álamos y chopos, los sauces y los tarajes.

La ruta
Al fin, una vez de vuelta los compañeros, iniciamos la bajada hacia el río (10:15 h). En el arcén de la carretera había una tablilla indicativa de la dirección a seguir, el sendero de pequeño recorrido (PR-A 240) de Genalguacil a Benarrabá, dejando a nuestra derecha una pista polideportiva para después abandonar el trazado de la vereda de los Limones y del PR-A 240 y encaminarnos por la vereda de las Cañas, que se desprendía a la izquierda por una fuerte pendiente, donde una tablilla en un poste indicaba 4,600 metros al Prado de la Escribana.

Seguimos descendiendo y al llegar a la altura de un grupo de chaparros alineados con el sendero, descubrimos a la izquierda un carril, al cual se accedía por una angarilla. Por el margen contrario discurría el arroyo de las Cañas. El sendero acababa uniéndose al carril de acceso a la casa de las Cañas. Inmediatamente después nos unimos al carril principal (10:57 h), tomándolo hacia la derecha. Un poco más adelante vadeamos, por un puentecillo, el arroyo de las Cañas, para continuar caminando, un buen trecho en llano, con el río Almarchar a nuestra izquierda.

En nuestro camino encontramos unos caballistas montados en sendos caballos (11:30 h) que venían de Jerez de la Frontera para participar en la Romería de San Juan que se celebraría el domingo en el Prado de la Escribana.

Al poco dejamos, en un margen del carril, la entrada a una finca para continuar por la pista forestal que une Benarrabá con Genalguacil, pasando junto a la entrada de la finca El Chicharal, siendo visibles unas palmeras de gran altura junto a la casa. Al poco llegamos al Prado de la Escribana (11:40 h) y ya en la orilla del río, paramos para tomarnos unas frutas mientras José Antonio aprovechaba para darse un chapuzón en el río.
 
Recorrido por el río Genal
Es uno de los mejores referentes de belleza ribereña y valor ecológico en la provincia de Málaga que atesora una interesante diversidad de especies vegetales y animales, tanto dentro como en los alrededores de sus aguas, al mismo tiempo que conserva enclaves casi vírgenes, poco acostumbrados a la presencia humana.

Una vez en el río (12:00 h) comenzamos a caminar por el sendero señalizado por una tablilla que indicaba GR-249 Y SL-A 157 y al poco, dejamos el sendero para seguir por el mismo cauce del Genal a través de numerosos túneles de vegetación de ribera que nos esperaban en esta bonita y agradecida ruta acuática. El agua estaba a buena temperatura y el calor era mitigado por el frescor del agua y la arboleda que nos preservaba del sol.

A los pocos minutos vimos, a nuestra derecha, una estructura metálica en forma de pasarela que pensamos sería el acceso a una finca privada, continuando nuestra marcha sobre el río, que en algunos momentos pudimos abandonar para caminar por la orilla.

El paso era lento ya que el cauce del río estaba cubierto por piedras con verdín, que nos imponían tomar mucha precaución ante posibles accidentes. Pero sí pudimos darnos unos baños de vez en cuando y disfrutar del canto de los pájaros que abundaban a lo largo del recorrido.

Al cabo de una hora de marcha (13:12 h) volvimos a ver otra estructura metálica, como la que habíamos dejado atrás. Algunos subimos a explorar el sentido de dicha pasarela mientras Javier seguía por el río. A poco nos avisó a voces que el paso por el cauce estaba cortado por unas alambradas que impedían el paso. Por lo que decidimos subir todos a la pasarela y continuar por ese camino, desconocido para nosotros, ya que el año pasado en estas mismas fechas no existía. No había ni balizas que marcaran el sendero ni paneles explicativos; ninguna información.

Continuamos el sendero llegando a un punto por el que tuvimos que agarrarnos a un cable de acero sujeto a una pared rocosa, muy bien instalado, para facilitar el paso por un corto trecho sin más protección que el cable. El sendero seguía pasando por varias zonas de bajada y subida, con unos peldaños confeccionados con unos palos de madera atravesados que facilitaban salvar las pendientes y que permitía bajar al río a bañarse.

Unos tres cuartos de hora más adelante volvimos a encontrarnos con una nueva pasarela (13:57 h) que nos facilitaba el tránsito teniendo a bajo nosotros, a escasos metros, las aguas del río.
Llegamos a una zona más abierta, encontrando con una vieja casa abandonada (14:08 h) delante de la que nos volvimos a fotografiar. No había duda, ya estábamos muy cerca de nuestro punto de destino, una chopera que era la referencia de que estábamos a la altura del Camping San Juan y los restos de un antiguo molino de agua.

Salvamos el río y por la otra orilla, seguimos hacia el puente donde está la divisoria de los pueblos: Algatocín y Jubrique y pasado este la Venta de San Juan, a la que llegamos a las 14:25 horas.

Después de asearnos y cambiarnos de ropa, nos sentamos a comer. En primer lugar pedimos unas jarras de cerveza para saliar la sed que tríamos, que compartimos. Unos platos combinados nos sirvieron para colmar el hambre: pinchos de morcilla, chorizo y trozos de carne; patas fritas, ensalada variada, secreto ibérico… y finalmente cada uno pidió el postre que le apeteció: helado, flan…

Tras un buen rato de sobremesa decidimos irnos al río (17:30 h) a una zona situada en las inmediaciones de la venta. Una playita muy agradable, bajo la sombra de unos árboles, donde reposamos los alimentos tumbados bajo unos chopos, algunos llegamos a dormirnos, mientras otros se volvieron a introducir en el río para darse un último baño.

Después de los baños y el consabido descanso, emprendimos el regreso (19:35 h). Rosa, José Antonio y Javier decidieron irse directamente a Estepona, los otros siete restantes decidimos dirigirnos a Genalguacil ya que Camille y Brook no lo conocían.

El pueblo museo de Genalguacil
Allí hicimos un recorrido por sus estrechas calles, mostrándoles las numerosas muestras artísticas que decoran sus calles y plazas. De ahí el apelativo de “Pueblo Museo” ya que estas obras son el resultados de los “Encuentros de Arte”, bienales de arte que sabiamente el Ayuntamiento viene efectuando ininterrumpidamente desde el año 1994, con el fin de dar a conocer el Valle del Genal. Estos encuentros han posibilitado que un nutrido grupo de artista plásticos, tanto nacionales como extranjeros, convivan durante las dos primeras semanas de agosto con las vecinas y vecinos del pueblo. Otras piezas se conservan en el Museo de Arte Contemporáneo del pueblo.

Después de un grato paseo por las callejuelas, paramos en un pequeño Bar-Restaurante, situado en un céntrico rincón del pueblo, para tomarnos un refresco que nos invitó José Luis.
Se acercaba el anochecer y aún teníamos un largo camino de regreso: Marja, José Luis y Miguel a Estepona; Martine e Isabel a Marbella y Camille y Brook más allá.

Otro bonito día que no olvidaremos.

PD. Haciendo esta crónica, he caído en la cuenta y tras una comprobación, he confirmado que las pasarelas y el nuevo trazado de sendero corresponden a la Etapa 27 (Benalauría-Genalguacil) de la Gran Senda de Málaga, un itinerario circular de más de 650 kilómetros que recorre la periferia de la provincia, y que la Diputación de Málaga ha realizado e inaugurado en febrero de 2014.

Es una pena pues, a la falta de la señalización correspondiente y a la carencia de paneles explicativos, se une el deterioro de los tramos con escalones malamente realizados y que con unas lluvias temo desaparezcan.

                      VERSIÓN PDF PARA IMPRIMIR

   RECORRIDO POR CARRETERA DE ESTEPONA A GENALGUACIL

   La ruta marcada con flechas color verde.

    El grupo en la Venta de San Juan. De izquierda a derecha, en primera fila: Javier Duarte, Miguel Alonso, Camille Harris, Rosa María Martín y Brook Harris. Detrás: José Luis Gil, Marja Bolscher, José Antonio Quirós, Isabel López y Martine Colombu.

 GALERÍA FOTOGRÁFICA
(Fotos: Isabel López y Miguel Alonso)

  

sábado, 21 de junio de 2014

Recorrido por el valle de La Cala y paella en la Corcha

CRÓNICA: RAFAEL RODRÍGUEZ

Salimos de los aparcamientos situados en la zona cercana a la desembocadura del arroyo La Cala, en la intersección de las avenidas de España y del Litoral, cerca del colegio de San José,cuatro coches, con la Sierra Bermeja siempre a nuestro frente en dirección a la Finca La Corcha. Breve parada de Rafa que se detiene un momento en el campo de Ignacio y Puri que muy amablemente nos dejan las carpas para protegernos del sol.

Una vez descargados los coches en la finca La Corcha, propiedad de nuestro compañero Javier Duarte, junto al arroyo La Cala, cerca de un molino con el mismo nombre ya en desuso, nos disponemos a iniciar la ruta ocho compañeros, el resto se queda organizándolo todo convenientemente.

La ruta
Iniciamos la ruta por un camino lateral en dirección norte dejando atrás la vaya que da acceso a  la finca, tras recorrer unos metros volvemos a la carretera que baja hasta el valle en una suave bajada, llegando a una pista de tierra que nos conducirá a la zona denominada "La Portezuela", en la que  apreciamos los cursos del arroyo La Cala y del río Padrón separados únicamente por la pista que transitamos. Continuamos entre fincas particulares y alguna que otra huerta para tomar una pista que, en ascenso pronunciado, nos lleva al Puerto de Las Palmas. Algunas breves paradas para tomar aire, refrescarnos y contemplar a nuestras espaldas, las espectaculares vistas de Gibraltar y Estepona.

Una vez coronado el puerto, la pista se bifurca en dos, nosotros continuamos por la de la derecha recorriendo unos tres kilómetros en subida. El paisaje desde esta parte es espléndido, con vistas al valle y a la sierra que nos vigila constantemente. Llegados a una torre de tendido eléctrico, emprenderemos el regreso, bajando por un cortafuegos muy pronunciado que al final se estrecha y dificulta el paso por la abundante vegetacion. Este sendero nos conduce junto a unas viviendas de nuevo a la pista que habíamos dejado en el Puerto de las Palmas y que nos devolverá de nuevo a la zona de “La Portezuela”, caminando por el mismo camino que habíamos realizado al inicio.

A pocos metros nos desviaremos, siguiendo las balizas de la Gran Senda de Málaga, marcadas con los característicos trazos blanco y rojo del GR-249, por el sendero que nos devuelve de nuevo al arroyo La Cala. Al poco veremos, a nuestra izquierda, una cerca de alambrada y la puerta de entrada a la finca La Corcha, algunos compañeros deciden dar por teminada la ruta por obligaciones personales mientras que otros seguimos por el sendero para dar tiempo a que nuestros compañeros “cocineros” tengan lista la paella.

Continuamos por la margen derecha del río La Cala por el sendero que desciende hasta cruzar el río. es un camino estrecho y lleno de vegetación que a veces se hace difícil de seguir. 

Tras pasar unas verjas y fincas privadas accedemos a una pista asfaltada junto a un vivero, cerca de la finca El Molino. Nos planteamos volver sobre nuestros pasos o continuar dando un rodeo por la carretera de acceso a la finca, decidimos esto último, por lo que continuamos nuestra marcha por el camino que discurre en paralelo a la autopista. El calor ya es sofocante y las reservas de agua escasean. 

Más adelante, seguimos hacia la izquierda por una cuesta con una fuerte subida, que hacemos con tranquilidad, hasta alcanzar la parte alta denominada Monte Castillo, donde tenemos unas vistas panorámicas del valle de La Cala, siguiendo seguidamente el recorrido por las lomas que lo separan del río Padrón hasta llegar al lugar de salida a las 14:00 h.


El arroz a la paella de Chema
En la finca todo está preparado, los compañer@s han realizado su trabajo a la perfección: las carpas están colocadas, Chema, ayudado por varios compañer@s esta con la paella, un arroz con un cierto sabor especial al que ya nos tiene acostumbrados: un fumet hecho a base de raspas y cabezas de pescado, puerros, ajos y cebollas; y un sofrito con tomate, pimientos rojos y verdes, cebolla, ajo, mejillones, azafrán y el pimentón para darle un bonito color. Unos buenos ingredientes para cocinar el arroz, rehogando unos minutos y adornado con gambas y gambones para cada comensal. Algún que otro problema con el viento y el equilibrio del fuego que se solucionó rapidamente y después de un tiempo de reposo, a comerlo con gusto.

Acompañamos el arroz con una rica sangría que elabora Roque; una ensalada de rodajas de tomate con queso mozzarella y orégano y otra de pimientos rojos asados y langostinos. 

Nos disponemos en las mesas y comenzamos a degustar estos ricos manjares, el viento no nos dá tregua y hay que desmontar una de las carpas que acaba literalmente por los suelos. 

Algunos compañeros se unen a nosotros, Marja, Lorraine y Juan Carlos que aún pueden degustar todo lo que se preparó, mientras el resto finaliza con postre del tiempo,refrescantes melón y sandia.

Finalizamos con un té moruno que  hace María Luisa y unos pastelitos árabes que son el contrapunto perfecto a este banquete.

En la sobremesa tiempo para concretar aspectos del viaje a la Selva Negra y para que Miguel siga con la venta de las camisetas del club. Algunos deciden refrescarse en la piscina ya que el tiempo acompaña, mientras que otros poco a poco iniciamos la recogida de todo.

Antes de que nadie se vaya aprovechamos para que Sean Fornells nos haga la foto de grupo.

Un día muy completo y una comida de confraternización, celebrando la entrada del verano  que nos ha servido a todos para pasar un rato juntos en excelente compañía.

Gracias a todos los que lo hicísteis posible con vuestro trabajo y ayuda y a Javi y Rosa por permitirnos disfrutar de su hospitalidad.




                  VERSIÓN PARA IMPRIMIR
   
  MAPA DEL LUGAR DE CITA E INICIO DEL RECORRIDO

 
VISTA SATÉLITE RECORRIDO

MAPA TOPOGRÁFICO

PERFIL DE ALTURA

PARTICIPANTES
De izquierda a derecha, primera fila: Lupe Ortíz, Ana Ortíz, Luisa María Cañizo, Paqui Naranjo y Rafael Rodríguez. Segunda fila: Lorraine Viaga, Juan Carlos Viaga, Puri Ruedas, Pilar Arangüena, Ignacio Pérez de Vargas, Lola Criado, María Luisa Moreno, Juan Alberto Espinosa, Andrés Fornells, Rosa María Martín y Marja Bolscher. Tercera fila: Margaret O´Connor, Camille Harris, Brooke Harris, Martine Colombu, Miguel Alonso, Anne, Marisa Salgado, Roque Jesús Gómez, José María Martín, Javier Duarte, María Fernández y Amparo Ballesta. Hace la foto Sean Fornells.

GALERÍA FOTOGRÁFICA (Incompleta)
Fotos: Lola Criado, Miguel Alonso y Rafael Rodríguez

 

sábado, 14 de junio de 2014

Recorrido costero de Estepona al río Guadalmina




CRÓNICA: MIGUEL ALONSO
Pasadas las ocho y media de la mañana, emprendimos la ruta un grupo de nueve compañeros del club para recorrer los primeros 13,7 kilómetros de la etapa 30 de la GranSenda de Málaga (GR-279), cuyo trazado total es de 25,3.

Nuestra meta era llegar hasta la desembocadura del río Guadalmina, caminando por la costa.
En esta ocasión, el punto de cita en Estepona era en los aparcamientos situados en la avenida del Litoral, en la desembocadura del arroyo La Cala, lugar donde dejamos aparcados los coches para iniciar el recorrido.

La ruta desde la playa de la Rada
El primer tramo comenzó en la zona oriental del Paseo Marítimo de Estepona, a la altura de la desembocadura del arroyo La Cala, internándonos enseguida en el litoral marítimo de la playa de la Rada, para recorrer unos kilómetros de playas de la Costa del Sol Occidental, en sentido este; de Estepona hacia las cercanías de San Pedro de Alcántara.

En algunos zonas, aprovechamos los acerados de algunas urbanizaciones por las que pasábamos. Esto nos facilitaba la caminata, ya que andar por la arena y por algunos tramos de cantos rodados nos dificultaba la marcha; un recorrido prácticamente llano, transitando casi todo el recorrido a nivel del mar.

Recorrimos parajes costeros de singular belleza, entre los que destacaban los últimos restos dunares del litoral occidental.

Atravesamos la desembocadura de una serie de ríos y arroyos de la cuenca de Sierra Bermeja: el arroyo de La Cala, nada más salir de Estepona; a los 3,2 kilómetros, el río Padrón (9:36 h) donde se encuentra el hotel Kenpinski y la Torre Almenara del Padrón; el río Castor (9:59 h) y el Velerín (10:18 h) con su Torre Almenara, tras unos dos kilómetros.

Decidimos no bañarnos hasta llegar al final por dos cuestiones: la primera, porque era muy temprano cuando comenzamos, cerca de las nueve de la mañana, y la otra razón por la incomodidad de andar con el cuerpo mojado que, al cabo de minutos cristalizaría por los efectos del sol, con lo que esa fina capa de sal en nuestros cuerpos nos irritaría la piel, como muy bien nos indicó el compañero Pedro Polo.

Si que nos decepcionó que, a nuestro paso por los restaurantes, no pudimos tomar bebidas refrescantes, ya que aducían que hasta pasadas las once no servían (?). Si que advertimos la diferencia de esta zona con la de Estepona hacia Cádiz, donde hay los clásicos chiringuitos y en esta zona eran restaurantes regidos o atendidos por “guiris” mal educados, como en en el "Sonora".

Estábamos casi a la mitad del recorrido programado. Caminábamos haciendo breves paradas, bajo la sombra que nos brindaban los árboles de los jardines de las urbanizaciones por las que íbamos pasando, para tomar agua y alguna fruta, ya que el calor comenzaba a arreciar, aunque si que tuvimos suerte, pues soplaba un leve viento de levante que en algunos momentos nos refrescaba su suave brisa.

Al río Guadalmansa, con su Torre Vigía del mismo nombre, llegamos (11:10 h) cuando llevábamos recorridos unos 7 u 8 kilómetros; después pasamos por la Torre del Saladillo. Ya estábamos cerca de nuestro ansiado destino, unos 800 metros según nuestras notas, para podernos dar unos baños y comer los bocatas con unas frías cervezas.

Por fin llegamos a la Torre del Guadalmina cercana al río Guadalmina (13:17 h), donde un poste con unas tablillas indicaban las distancias en los dos sentidos: al oeste, señalaba el recorrido que habíamos hecho, los 13,7 kilómetros de nuestra ruta y hacia el este, los 11,6 que restaban para llegar a Marbella, punto final de esta etapa 30 de la senda malagueña. Y sí, aquí había un chiringuito de madera, con mesas y sombrillas, donde nos permitieron tomarnos nuestros bocadillos y unas jarras de la cerveza madrileña Mahou. Hubo quienes tomaron unos platos de arroz que probamos y tenía un buen sabor.

Unos baños confortadores, unos cafelitos y tés y un rato de conversación, que como siempre transcurrió animadamente, con chistes y anécdotas de unos y otros, con las consabidas risas que provocábamos los narradores.

Ya pasaban veinte minutos de las tres de la tarde cuando decidimos emprender el regreso que habíamos planeado, consistente en regresar a Estepona utilizando el autobús de línea que une a Marbella con Estepona y que pasa con una frecuencia de 30 minutos.

Desde el chiringuito salía una carretera jalonada de pinos y de mansiones que nos llevó a la autovía, justo a la altura de una de las paradas del itinerario, situada a la altura del Asador Guadalmina, a donde llegamos cuando se marchaba un autobús (15:45 h), por lo que tuvimos que esperar media hora bajo la sombra que nos proporcionaba un paso elevado sobre la autovía, hasta que al fin llegó (16:15 h) el que nos devolvió a Estepona.

En total habíamos caminado unos 16 kilómetros: los 13,7 de la ruta playera y los casi dos desde la playa a la parada del autobús.

El recorrido del autobús fue visto y no visto, ya que llegamos a Estepona a las cuatro y media de la tarde. Unos metros desde la parada del autobús hasta donde teníamos aparcados los coches y la despedida.
Otra salida, esta vez por la playa con baño incluido, el que quiso, y buena camaradería.

                   VERSIÓN PARA IMPRIMIR
 

    Punto de encuentro en los aparecamientos situados en la desembocadura del arroyo La Cala.

    El grupo de 9 compañeros en la desembocadura del río Guadalmina. De izquierda a derecha: Miguel Alonso, Sofía Mateos, Margaret O'Connor, Miguel Ángel Pernas, Paquita Naranjo, José Luis Jiménez, Pedro José Polo, Pepa Torres y Remedios Palop.

GALERÍA FOTOGRÁFICA
Fotos Miguel Alonso

  

viernes, 13 de junio de 2014

Ruta nocturna desde Bolonia a la Silla del Papa


De Estepona partiremos por la autovía A-7 en sentido a Cádiz para seguir, una vez acabada la autovía, por la carretera N-340. El paso por la zona de Algecira nos dejará impresionantes vistas de la costa gaditana y del estrecho. Si la visibilidad nos lo permite, observaremos con una nitidez y una increíble aparente proximidad, con la silueta del Peñón de Gibraltar presidiendo nuestra costa, y el Yebel Musa, situado al otro lado, en la costa marroquí.

Pasada Tarifa, llegaremos al kilómetro 70 donde abandonaremos la carretera N-340 para desviarnos a la izquierda, siguiendo la señalización hacia Bolonia, subiendo un corto puerto de 5 kilómetros y pasada la venta El Tropezón, bajaremos 6,5 kilómetros hasta llegar al Lentiscal 1, continuando por la carretera que discurre a la derecha, antes de un gran aparcamiento, pasando detrás de las ruinas de la ciudad romana de Baelo Claudia 2 hasta llegar a la entrada de la zona militar, en el paraje llamado Molino de Carriza 3, donde dejaremos los coches.

La Silla del Papa
Aparcados los coches, comienza nuestra ruta, de unos 4,5 kilómetros de subida, hacia la Sierra de la Plata, que nos está esperándo al frente, por la carretera que sale a la derecha hacia la cima, tomando como guía la luz roja de posición de las antenas de repetición que hay en la cumbre.

La mitad de la ascensión se realiza de forma muy llevadera pues, las rampas no son excesivamente duras y a veces se intercalan con falsos llanos donde recuperar el resuello, así como cada vez que lleguemos a uno de los tres cruces que nos encontraremos a lo largo de la subida.

Llegados al último cruce, sólo queda poco más de kilómetro y medio sin ninguna otra complicación, nada más que seguir la pista asfaltada hasta el final, por un tramo de duras rampas que conviene tomarlo con tranquilidad pues el esfuerzo habrá merecido la pena.

Si la noche es clara, en el trayecto divisaremos, al otro lado de las oscuras aguas del Estrecho, el puerto de Ceuta, perfectamente alumbrado al igual que la ciudad portuaria de Tánger ligeramente iluminadas por la luna que comenzará a ganar altura desde el este.

La Silla del Papa (459 m) 4 es una cumbre muy peculiar donde proliferan encinas y alcornoques. Una vez en la explanada, donde están las instalaciones de los repetidores, dada las pequeñas dimensiones de la cumbre nos dividiremos en varias tandas para subir al pie de las torretas a disfrutar de amplias vistas de la zona del Estrecho y los dos mares.

Al sur y hacia el oeste, siguiendo la línea de costa, veremos: Zahara de los Atunes, Barbate y Vejer de la Frontera. Hacia el interior las localidades de: Facinas, Medina-sidonia y las luces intermitentes de las torretas que sostienen las grandes aspas de las turbinas de viento existentes para generar energía eléctrica y que pueblan los numerosos parques eólicos tan característicos en esta estratégica y especial zona donde se respira, como en pocos lugares del mundo, la mezcla de aires de dos continentes.

En esta cumbre existió un asentamiento romano que explotaba las minas que allí existían, al igual que el resto de una ciudad megalítica con varias piedras curiosas.

Una vez hayamos descansado y disfrutado de las vistas, bajaremos a través de un bosque de pinos y eucaliptos, alfombrado de una abundante fronda de helechos, jaras y palmitos sintiéndonos duendecillos de la noche. Caminando hacia la costa, pasaremos por el mirador de la Cueva del Moro 5 desviándonos más abajo hacia la antigua Torre del Cabo de Gracia 6 hoy reconvertida en el Faro Camarinal. Desde aquí contemplaremos, a nuestra derecha, la playa de Altanterra o de los alemanes con el Cabo de Plata al otro lado de la ensenada my a la izquierda la espectacular cala del Cañuelo y la Punta de Camarinal. Mirando hacia el mar observaremos la silueta del continente africano, al otro lado del Estrecho.

Amanecer en las dunas de Bolonia
Posteriormente nos desplazaremos al lugar donde dejamos aparcados los coches, al comienzo de la ruta, para dirigirnos por la playa hasta las dunas a contemplar el amanecer y posteriormente al Lentiscal 1 a desayunar en algún restaurante del lugar. Después nos dirigiremos a disfrutar de un día de playa (no olvidar sillita de playa, sombrilla, comida y bebida). En este sitio podremos pasar el resto del día y también darnos una cabezadita para mitigar el sueño acumulado.

Asimismo, el que quiera, tendrá la oportunidad de visitar el complejo arqueológico de la antigua ciudad romana de Baelo Claudia 2. Posteriormente regresaremos a nuestros hogares después de haber pasado, con toda seguridad, un inolvidable fin de semana.

   Croquis del recorrido con flechitas negras. Los números en rojo se relacionan con el texto.


DATOS GENERALES
Guías: Miguel Alonso y Rafael Rodríguez.
Participantes llamad a: Miguel Alonso al teléfono 619 703 107
Entorno: Parque Natural del Estrecho - Sierra de la Plata.
Localidad: Bolonia-El Lentiscal. Tarifa, Cádiz.
Itinerario: de Bolonia a la Silla del Papa y contemplación del amanecer en las dunas de Bolonia.
Recorrido: ruta circular nocturna con luna creciente.
Longitud del recorrido: 10 kilómetros, entre ida y vuelta.
Desnivel aproximado: 450 metros.
Duración: toda la noche del viernes día 13.
Mañana del sábado: desayuno en el Lentiscal y día de playa en Bolonia.
Dificultad: media.
Tipo de camino: pista, veredas y dunas.
Salida el viernes de Estepona: 23:30 horas del bar Estadio, frente al campo de fútbol San Fernando.
Sábado día 14: estancia, baño y comida en las playas del Lentiscal o de Bolonia.
Equipo obligatorio (se comprobará antes de salir): botas de montaña, bastones, chubasquero, ropa de abrigo, linterna frontal, pantalones apropiados, agua, bocadillo, Tarjeta Sanitaria, Tarjeta FAM y DNI.
Se recomienda: gorra, guantes, gafas de sol, crema de protección solar, polainas, bañador, silbato, bebidas isotónicas, frutos secos, fruta fresca, barritas de cereales, cámara fotográfica y prismáticos.
NO OLVIDAR: Llevad ropa de abrigo o chubasquero ya que puede hacer frío en la parte alta del recorrido y bañador para la playa el sábado.
Antes de salir de excursión: poned en hora buena vuestros móviles y cámaras fotográficas para que, en la Galería de Fotos, estas salgan en orden.
IMPORTANTE: para participar en la excursión es condición imprescindible ser socio del club y estar federado. Comunicará previamente la asistencia al coordinador de la ruta y firmará antes un impreso eximiendo de responsabilidad al coordinador o guía y al club.
INVITADOS: podrán participar dos veces, como máximo al año, haciéndose responsables de sí mismos firmando un impreso de compromiso antes de salir.
DESPLAZAMIENTO EN COCHE: el precio se calculará multiplicando los kilómetros recorridos por 0,23€ y el total se dividirá entre los ocupantes, incluido el propietario. En esta ocasión, los que partan de Estepona recorrerán 94,3 kilómetros de ida y otros 94,3 de vuelta que, sumados, dan 188,6 y multiplicados por 0,23 euros resultan 43,4 euros, a dividir entre los ocupantes del vehículo.
EN CASO DE ACCIDENTE: llamad inmediatamente al número de teléfono de Emergencias 112 y al Centro de Atención 24 horas de SERSANET, teléfono 902 107 120 indicando el número de póliza: SOC300002841


   MAPA DEL RECORRIDO POR CARRETERA DE ESTEPONA A BOLONIA

   Recorrido de 94,3 kilómetros, de Estepona a Bolonia, marcado con trazo azulado.

                   VERSIÓN PARA IMPRIMIR



                   VERSIÓN PARA RELLENAR E IMPRIMIR


   Subida nocturna a la Silla del Papa en junio de 2012.

    Por la pista, subida diurna a la Silla del Papa con las antenas al fondo.


   El pinar por el que pasaremos de noche a nuestro regreso de la Silla del Papa.

   Vista de la playa y duna de Bolonia que veremos en la noche de bajada de la sierra.

   Alto de la duna donde veremos el amanecer del sábado, después de la noche más larga del año.

    Ruinas de la antigua ciudad romana de Bolonia.

   Compañeros preparando la comida en la playa en junio de 2012.


sábado, 7 de junio de 2014

Recorrido por el Parque Natural de los Alcornocales: subidas al Risco Blanco y a la Cruz del Romero


CRONICA: MIGUEL ALONSO


De Estepona partimos hacia Algeciras, pasadas las ocho de la mañana, por la autovía A-7. Al llegar a la salida 110 B, nos desviamos para continuar por la carretera Jerez-Los Barrios (A-381), Una vez en esta carretera volvimos a desviarnos en la salida 80b, para seguir por la vía de servicio hasta la rotonda donde hay una gasolinera de Repsol. En esa rotonda tomamos el tercer desvío por la carretera (CA-440a) que nos llevó a la Venta El Frenazo, situada en el kilómetro 79,5 de esa carretera, donde paramos a desayunar (9:00 h).

Tras el desayuno continuamos por la misma carretera, siguiendo la indicación que nos señalaba hacia el Parque Natural de los Alcornocales, tomando más tarde un desvío a izquierda, a la altura del kilómetro 87, para entrar con los coches en una pista forestal, antigua carretera Los Barrios-Facinas (CA-221).

Un recorrido de 10 kilómetros en coche por una carretera con el firme de tierra en muy mal estado, por los que hubimos de recorrerla con mucha precaución, sorteando piedras y los numerosos baches, hasta encontrarnos con las ruinas del cortijo de San Carlos del Tiradero, también llamado Tejas Verdes (10:45 h).

En este lugar dejamos dos coches y con otros dos seguimos unos quinientos metros más adelante hasta llegar al inicio de nuestra ruta.

Entorno del canuto del Risco Blanco

El arroyo de Risco Blanco se traviste en un canuto donde la humedad y temperatura, la sombra y la frondosidad son características de estos peculiares valles fluviales que conforman un paisaje semitropical. En él es fácil ver la hiedra recubriendo a los quejigos y alisos y esparciendo sus lianas que, en días de niebla, adquieren un aspecto fantasmal. Itinerario de los más bellos y mejor conservados que transcurre por la vertiente sur de la Sierra del Niño, atravesando un gran bosque de quejigos centenarios, que nos da la bienvenida, para más tarde mezclarse con alcornoques y alisos.

La ruta

La primera parte del recorrido estaba perfectamente señalizada con balizas, iniciando un bello recorrido circular (11:00 h), tras cruzar la alambrada, y continuando por una pista en continuo ascenso, que atravesaba un frondoso bosque de quejigos centenarios. Al cabo de un buen trecho de subida, pudimos ver emerger el Risco Blanco, impresionante mole de roca silicea, al fondo entre la arboleda. Unos metros más adelante llegamos a la altura de un pequeño puente sobre el Arroyo del Cabrillo (11:45 h), por el que nos desviamos para seguir el sendero que salía a la izquierda de la pista y que transcurría junto al arroyo con poco caudal, perfectamente señalizado con balizas de madera.

A pesar de la sequía de este año, el sendero dicurría por una zona de helechos: el helecho macho, que según dicen sólo se puede ver esta variedad en este lugar del parque.


Tras un continuado ascenso, el bosque de quejigos iba dejando el espacio a los alcornoques, mientras nos alejábamos del canuto para al fin salir a la parte alta de la Sierra del Niño (13:00 h), caminando por una zona de matorral de herrizas, rodeados de brezos y jaras, por senderos formados por el ganado ya sin ninguna señalización.

El recorrido nos llevó al Puerto Barriga, donde conectamos con un cortafuegos (13:10 h) paralelo a la linde de separación de los términos municipales de Tarifa y Los Barrios, delimitado por una cerca de alambre y una pared de piedras, desde donde pudimos ver, al otro lado, el embalse de Almodovar al pie de la sierra de Saladavieja y el parque eólico del Pedregoso ya en tierra de Facinas.

El camino nos acercó a una zona donde tuvimos la ocasión de poder admirar cómo la erosión en la roca arenisca, al cabo de miles de años, había moldeado figuras maravillosas. En una de las formas rocosas (13:50 h) pudimos recordar los moáil, las famosas estatuas de piedra de la Isla de Pascua en la región chilena de Valparaíso.

Al fin alcanzamos la última laja (14:10 h), a la que subió la mayoría del grupo, tras cruzar la cerca de alambre y acceder por una hendidura que, por la otra cara del gran bloque de piedra, nos permitió subir más fácilmente alcanzando el punto geodésico de la Cruz del Romero, la máxima cota de la Sierra del Niño con sus 781 metros.

Desde el punto geodésico pudimos contemplar, ya que la visión era clara, el Peñón de Gibraltar y las poblaciones del Campo de Gibraltar de Los Barrios, Algeciras, San Roque y La Línea de la Concepción.

Posteriormente (14:35 h) tuvimos que pasarnos al otro lado de la cerca metálica dirigiéndonos en sentido contrario al que traíamos, para entrar en un espacio de arenisca, otro mundo, formas increíbles producidas en esta roca tan moldeable: cuevas, pasajes y hendiduras, donde hicimos una parada para tomarnos un descanso (15:10 h), momento que aprovechamos para comernos los bocadillos.

Tras el bocadillo, nos dirigimos a ver la más impresionante formación digna de ver (15:45 h), donde un quejigo hunde sus raíces en la piedra de arenisca y a su izquierda arranca un brazo de roca formando un impresionante arco que, de extremos a extremo, tendría una longitud próxima a los 30 metros.

Regresamos (15:55 h) por el mismo camino, el sendero paralelo al muro de piedras que terminaba cruzándose con el que se dirigía a la Cruz del Romero.

Entramos de nuevo en el bosque de alcornoques (17:00 h) y, al llegar a las proximidades del arroyo (18:10 h) tomamos un sendero, a nuestra izquierda, marcado con balizas, que nos llevó a la pista y al cabo de unos metros al puente sobre el arroyo. Después de una corta subida, nos desplazamos a nuestra izquierda bajando por el maravilloso quejigal, zona conocida como los Pájaros, hasta llegar al punto de inicio de nuestro recorrido (19:00 h), donde teníamos dos coches. El resto de compañeros siguieron por la pista hasta el cortijo de San Carlos del Tiradero donde habían dejados los suyos.

El regreso por la carretera, como al principio, recorriendo el camino en los coches, con suma precaución, hasta que al fin llegamos a la carretera.

No pudimos parar en la Venta El Frenazo ya que estaba cerrada, por lo que continuamos hacia Estepona parando en el Bar Restaurante Montilla (21:00 h) situado en el kilómetros 134, a pie de la carretera N-340, donde al fin pudimos saciar la sed con unos refrescos mientras comentábamos sobre la ruta, de la que estábamos contentos por lo bonita que había resultado y por la buena camaradería habida entre nosotros.




                  VERSIÓN PARA IMPRIMIR
 

                  A RELLENAR POR TODOS Y ENTREGAR ANTES DE SALIR
 

   MAPA DEL RECORRIDO EN COCHE DESDE ESTEPONA AL PARQUE


  VISTA SATÉLITE 

   MAPA TOPOGRÁFICO

   PERFIL DE ALTURA

PARTICIPANTES
En la Cruz del Romero, de izquierda a derecha: Miguel Alonso, Juan Manuel Usero, Jose Luís Jiménez, Francisco Castillo, Miguel Pernas, Ignacio Pérez de Vargas, José Luis Gil, Lola Criado, Manuel Muñoz, Margaret O´Connor, Virginia Díaz, Rima, Andrea Michalowiez y Rafael Rodríguez.
  
GALERÍA FOTOGRÁFICA
Fotos: Lola Criado, Rafael Rodríguez y Miguel Alonso