sábado, 28 de julio de 2018

Recorrido fluvial por la Acequia y Angosturas del río Guadalmina


CRÓNICA: MIGUEL ALONSO
De Estepona partimos pasadas las 10 de la mañana Maribel Marín y Miguel Alonso hacia Benahavís por la Autovía del Mediterráneo A-7 en sentido Málaga, desviándonos en el kilómetro 168,5 (salida a Benahavís). Al llegar a la rotonda donde se encuentra la gasolinera de Repsol, hicimos una parada ya que en este lugar nos esperaban June y Adam Kerr. En total formamos un grupo de cuatro ya que otros ocho desistieron por temas familiares de última hora.


Tras las salutaciones de rigor, continuamos (10.30h) por la segunda salida de la rotonda iniciando la carretera A-7175 que nos llevaría, antes llegar al pueblo de Benahavís, a los aparcamientos de la ermita de la Virgen del Rosario, a la altura del kilómetro 5, para dejar los coches y comenzar el recorrido hacia el lugar de inicio del recorrido por la Acequia del Guadalmina.


Caminábamos por una pasarela peatonal con una barandilla de madera que nos separaba de la carretera, paralela a la carretera A-7175, que unía la ermita con el Charco de Las Mozas, teniendo a nuestra derecha, a unos 10 metros más abajo, el cauce del río Guadalmina.


El río Guadalmina

De 28 kilómetros de longitud, el río Guadalmina nace en Sierra de las Nieves, en plenas estribaciones de la Serranía de Ronda, cerca del Puerto del Madroño, dentro del término municipal de Igualeja, pero el agua permanente se encuentra más abajo, en el municipio de Benahavís, de donde brota por los acuíferos kársticos formando un paraje denominado "Las Angosturas". Desemboca en el municipio de Marbella junto a San Pedro de Alcántara; sirviendo de separación entre los términos municipales de Estepona y Marbella.


Recorrido por la Acequia del Guadalmina

Una vez que llegamos al puente de madera, por el que cruzamos el río hasta la ladera opuesta a la carretera, cerca del Mirador de las Tres Pérgolas, comenzamos a caminar hacia el extremo del puente, donde se iniciamos el sendero (10.10h)  que, en una corta subida por la ladera de la montaña, nos acercó a la acequia del Guadalmina, de más de un siglo de vida.


Nosotros seguimos por el tramo de la acequia que venía a nuestra izquierda y por la que corría una transparente agua, teniendo abajo, a la izquierda, el cauce del río.


Decidimos meternos en la acequia para seguir caminando por ella. El agua, con una buena temperatura, nos cubría hasta media pierna. A ambos lados de la acequia teníamos un arbolado que cubría nuestro camino dándonos una gratificante sombra, compuesto por una rica vegetación mediterránea de lentiscos, acebuches, adelfas, palmitos y madreselvas. La ladera derecha tenía unas paredes verticales con unas impresionantes moles de roca. Al frente, cada vez más cerca, el pueblo de Benahavís con sus casas de blancas fachadas.


Al cabo de un corto recorrido de unos dos mil metros, dejamos la acequia para bajar a la carretera por la que seguimos caminando en sentido contrario al que traíamos, para acercarnos a la Charca de las Mozas, (11.30h),donde comenzaba el recorrido, río abajo, por las angosturas del río.


Angosturas del río Guadalmina

El río queda encajonado en un corto desfiladero, “Las Angosturas del río Guadalmina”, de unos dos kilómetros de longitud, originando diferentes charcas y pozas rodeadas de paredes rocosas al pie de espectaculares tajos. Llegados a este punto, decidimos no meternos en el río y volver a la ermita donde dejamos los coches.


Recorrido por el acerado junto a la carretera

Caminamos hacia la ermita haciedo un relajado recorrido por la pasarela con una barandilla de madera que nos separaba de la carretera. A la izquierda, sobre el río, veíamos la acequia por la que habíamos caminado escondida por la vegetación.


Abajo, el Cañón de las Angosturas que terminaría a unos mil quinientos metros más abajo, en la zona conocida como Charca de los Tubos, bajo el puente de madera.

Comida en la piscina municipal de Benahavís

Una vez en los coches (12,30 h) nos desplazamos a la Piscina Municipal para comer un arroz a la paella Adam y yo, June se pidió pollo a la plancha con patatas fritas y Maribel carne con patatas fritas también.


Tras los cafés finalizamos (14.10h) una bella y relajante jornada, regresando posteriormente a nuestras casas.

DATOS GENERALES
Guía: Miguel Alonso.
Participantes llamad al coordinador: Miguel Alonso al número de teléfono 619 703 107.
Entorno: sur de la Serranía de Ronda cercana a la Costa del Sol Occidental.
Localidad: Benahavís, Málaga.
Itinerario: desde ermita de la virgen del Rosario, a la acequia del Guadalmina y posteriormente a las angosturas del río.
Recorrido: circular.
Longitud del recorrido: 7 kilómetros.
Duración aproximada de la excursión: 3 a 4 horas.
Dificultad: media.
Tipo de terreno: sendero por acequia y cauce del río.
Salida de Estepona: 9.00 horas del Bar Estadio, frente al estadio San Fernando.
Punto de encuentro: 9.30 horas en la gasolinera de Repsol, situada en la carretera MA-547, entrando hacia Benahavís tras dejar la Autovía del Mediterráneo A-7 en la salida 168.
Equipo obligatorio (se comprobará antes de salir): zapatos de suela gruesa para andar por el río y el sendero, bañador, gorra, gafas de sol, crema de protección solar, silbato, fruta fresca, pantalones cortos, bebidas isotónicas, agua, bocadillo, Tarjeta Sanitaria, Tarjeta FAM y DNI.
IMPORTANTE: la mochila se deja en el coche con la comida para luego comer al final de la ruta.
NORMA GENERAL: para participar en la excursión es condición imprescindible ser socio del club y estar federado. Comunicará previamente la asistencia al coordinador/a del club y firmará antes un impreso eximiendo de responsabilidad al guía y al club.
INVITADOS: podrán participar dos veces al año, como máximo. Solicitarán la “Licencia Federativa para un Día”, llamando al club antes de las 20 horas del miércoles día 25 de julio.
LOS SOCIOS DEL CLUB tendrán siempre preferencia en todas las actividades.
DESPLAZAMIENTO EN COCHE: el precio se calculará multiplicando los kilómetros recorridos por 0,23€ y el total se dividirá entre los ocupantes, incluido el propietario.
EN CASO DE ACCIDENTE: llamad inmediatamente al número de teléfono de Emergencias 112 y al Centro de Atención 24 horas de SERSANET, teléfono 902 107 120.
ASISTENCIA EN VIAJE: ASITUR número de teléfono 902 110 026

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GALERÍA FOTOGRÁFICA.
(Fotos Miguel Alonso).
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sábado, 14 de julio de 2018

Eslovenia, de los Alpes Julianos al Adriático

En estas páginas encontraréis toda la información relativa al viaje que haremos a Eslovenia del sábado día 14 al sábado día 21 de julio de 2018.
Nuestra estancia en Eslovenia transcurrirá a lo largo de 8 días de la segunda quincena del mes de julio de 2018, del sábado 14 al sábado 21, estancia que dedicaremos a realizar varias rutas de senderismo de los Alpes Julianos al Adriático y visitas turísticas a algunas ciudades emblemáticas de la zona. Con estos días de estancia en Eslovenia, continuamos con el precedente de años anteriores que viajamos al sur de Irlanda (2013); a la Selva Negra en Alemania (2014); los Cárpatos, en Rumanía (2015) y al archipiélago portugués de Madeira el pasado verano de 2016 y en la primavera de 2017 a La Toscana. Salidas que pensamos continuar cada año, tanto por nuestro país como por el extranjero.

SÁBADO 14 DE JULIO
Salida en vuelo directo desde Málaga con destino Venecia
Saldremos de Málaga a las 9.00 horas en el vuelo V7-1335 de la compañía Volotea, llegando a Venecia a las 11.40 horas. Allí nos reuniremos con los compañeros que de Madrid llegan a las 11.00 horas. Posteriormente nos trasladaremos todo el grupo en autobús hacia Bled, recorriendo 289 kilómetros en un tiempo estimado de 2.50 horas, alojándonos en el hotel Savica o Jelovica, situado en pleno Parque Nacional del Triglav, en el corazón de los Alpes Julianos, donde después de distribuirnos en las habitaciones y asearnos, nos reuniremos para comer en el comedor del hotel.


SÁBADO DÍA 21 DE JULIO
De Ljubljana a Venecia y vuelo a Málaga o Madrid

Desayunaremos temprano en el hotel con el fin de disponer de tiempo para desplazarnos a Venecia, de donde partiremos a las 12.05 horas en el vuelo V7-1334 de la compañía Volotea hacia Málaga. Allí nos despediremos de los siete compañeros que en otro vuelo regresarán a Madrid. Una vez lleguemos al aeropuerto de Málaga, sobre las 15.10 horas, daremos por finalizado nuestro viaje partiendo hacia Estepona en el autobús que nos estará esperando o en los coches el resto de compañeros que residen en Málaga o Motril.



La República de Eslovenia
Este país forma parte de la Unión Europea desde 2004 y aunque de reducido tamaño se trata de una nación con una extraordinaria diversidad. La zona más oriental de los Alpes ocupa parte del territorio del norte, una suave y bucólica campiña, de tradición agrícola y con viñedos pone una nota romántica a los paisajes del centro y del sur. Extensos bosques ocupan gran parte del país y una preciosa y recortada costa, de escasos 40 kilómetros de litoral, entre Croacia e Italia, abre Eslovenia al Mar Adriático. En la costa eslovaca no hallaremos grandes arenales, más bien calas y playas de roca y grava, aunque también encontraremos pequeñas zonas con arena.




Los Alpes Julianos
Como dicen los habitantes del país, en Eslovenia descansa el lado soleado de la cordillera Alpina, los Alpes Julianos, que deben su nombre a Julio Cesar y constituyen el último refugio (o el primero, según se mire) del macizo europeo antes de morir mirando a Oriente. Nuestras actividades se van a desarrollar en las inmediaciones del Parque Nacional del Triglav, la superficie más grande del país de naturaleza protegida, donde se encuentran la mayoría de los lagos glaciares, como es el mayor de ellos: el Lago de Bohinj, ejemplares únicos de edelweiss, especies de fauna protegida como el pájaro carpintero y con un poco de suerte tal vez al legendario Zlatorog. Desde ésta, nuestra base, desarrollaremos todo un amplio programa de actividades.

Los recorridos por los Alpes Julianos
Realizaremos rutas de senderismo para conocer los Alpes Julianos, el Lago de Bohinj, los preciosos valles de Stara Fuzina y las Dolinas de Mostrojna.
Magníficos recorridos a pie a través de bosques de abetos, de hayas, junto a caudalosos ríos y lagos. Conoceremos las Cuevas de Skocjan y alcanzaremos collados de fantásticas panorámicas en los Alpes más desconocidos y salvajes de toda la cadena. Y, cómo no, disfrutaremos de los baños en el lago, paseos en bici o en barca, el animado ambiente de Bled, las terrazas, tabernas animadas de donde surgen bellas canciones y melodías.

La primera parte del viaje la desarrollaremos desde la encantadora población de Bled que se encuentra a orillas de un gran lago que hasta tiene su propia islita particular. La población está situada en las puertas del Parque Nacional Triglav. Aquí, nos alojaremos en un buen hotel rodeado de montañas y bosques y justo a orillas del lago, Blejsko jezero, un lago de glaciar. Desde aquí nos dispondremos a explorar toda la región.

En la segunda parte, nos trasladaremos a Ljublana, desde donde seguiremos descubriendo el país, a la vez que disfrutando de los encantos de esta animada y pequeña capital de un país de cuento, alojandonos en un hotel de la ciudad.

Las excursiones que haremos
De naturaleza y montaña, no plantean dificultad alguna, se tratan de cómodos recorridos a pie con desniveles asequibles a cualquier persona que le guste caminar por senderos de naturaleza y montaña. Una persona que haga senderismo de forma esporádica durante el año, una o dos veces al mes, puede hacer sin problemas todos estos recorridos. El orden de las excursiones descritas en este programa puede variar a criterio del Guía dependiendo de la previsión meteorológica.

Normalmente las excursiones suelen tener una duración de entre 5 y 7 horas incluyendo los descansos necesarios y paradas para comer. Generalmente, el desarrollo de una jornada de marcha se realiza como sigue: nos levantamos y tras desayunar, partiremos en autobús hacia el inicio de la excursión. Se cubren algunas distancias cortas en kilómetros por carretera para ponernos al inicio de camino.

Hay actividades para los que no quieran hacer senderismo. Concretamente, al final de la descripción de la actividad del día, figura una nota con la alternativa correspondiente.

IMPORTANTE: Leed detenidamente estas páginas que os mostramos a continuación en las que figuran todos los datos, las descripciones de las rutas y las visitas turísticas que haremos a lo largo de esos ocho días.


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SÁBADO 14 DE JULIO | 1º DÍA
Salida en vuelo desde Málaga o Madrid a Venecia y traslado por carretera a Bled 




CRÓNICA: MIGUEL ALONSO
Al fin llegó el día tan soñado, el viaje a Eslovenia que transcurriría a lo largo de 8 días, del sábado 14 al sábado 21 de julio de 2018, estancia que dedicaríamos a realizar varias rutas de senderismo de los Alpes Julianos al Adriático y visitas turísticas a algunas ciudades emblemáticas de la zona.

Tuvimos que madrugar ya que a las 5.45 horas estábamos citados en el lugar de siempre de Estepona, el bar Estadio, donde nos recogió el autobús que habíamos contratado con la empresa esteponera de “J Dominguez” para llevarnos al aeropuerto de Málaga.

De camino al aeropuerto paramos para recoger a Violeta en la parada del Guadalmina y después en Marbella para recoger a Isabel y a María Sierra.

En el aeropuerto nos estaban esperando, además de la guía de Viajes Alventus Mar Rodríguez, los compañeros que vivían en Málaga: Lucía, Beatriz y Paco junto a Juan de Dios y Aurora que venían de Motril y María, Inés, Pepe y Paco que lo hacían desde Monda.

Aeropuerto de Málaga
Llegamos a las 9 de la mañana con tiempo suficiente para facturar el equipaje y pasar el control. Un rato para desayunar y al poco nos dirigimos a las puertas de embarque D60 o D61 para tomar el avión Boeing 717 del vuelo V7-1335 de la compañía Volotea que despegó a las 9.15 horas con destino a Venecia.

Llegada a Venecia
Llegando al aeropuerto veneciano pudimos ver, desde las ventanillas del avión, la mayor zona húmeda de este país gracias a los múltiples canales de distinta longitud y anchura que lo riegan.

Al fin tomamos tierra cuando mi reloj marcaba las 11.25 horas. Inmediatamente nos dirigimos a la cinta por donde saldrían nuestros equipaje. Allí nos estaban esperando nuestra guía Mar y el resto de compañeros que venía vía Madrid: las hermanas Sánchez, Mari y Pepa, con sus hijas Julia, Elisa y Elena que venían de Murcia y Laura y Pedro que lo hacían desde el País Vasco.

Camino de Venecia a tierras eslovenas
En la zona de aparcamiento del aeropuerto veneciano nos esperaba un autobús Mercedes-Benz, que conducía un esloveno, que nos llevaría a la ciudad de Bled recorriendo 289 kilómetros.

Al ser fin de semana, la carretera estaba totalmente colapsada por un denso tráfico de vehículos, además había tramos en obras de ensanche, recorrido que hicimos armados de paciencia, tiempo que nos permitió disfrutar de un paisaje singular. En el exterior del autobús sol y calor, dentro, el termómetro marcaba 31º centígrados y el ambiente reinante era de bochorno.

Parada para comer
Paramos (14.00h) disponiendo de media hora para comer en el restaurante de un área de servicio muy concurrida, por lo que tuvimos que tomar el bocadillo y refresco a todo correr.

Continuamos por la carretera en sentido noroeste y al poco, entramos en territorio esloveno, pasando por varios túneles y avistando pequeños pueblecitos con verdes campos a su alrededor y las torres de sus iglesias que emergían de las arboledas. La temperatura había bajado, ahora el termómetro marcaba 24º y continuábamos por la autopista A-2.

A diestro y siniestro divisábamos los Alpes Julianos y sus estribaciones, además de un entorno de suave campiña con cultivos de viñas y girasoles. Donde posábamos nuestra vista el verde era el protagonista. Desde las laderas de los montes cercanos sobresalían los bosques de pinos, abetos y hayas que se extendían hacia las cimas. Un espectáculo impresionante que, al menos a mí, me impidió dar una cabezada y eso que tenía sueño.

A orillas del lago de Bled
Por fin llegamos a Bled (17.30 h), tras un largo recorrido de más de 5 horas, localidad turística eslovena situada a orillas del lago glacial Bled, en las estribaciones de los Alpes julianos. En la cima de un acantilado con vistas al lago pudimos ver una bella estampa, el castillo del Bled (siglo XI). En un islote situado en el centro del lago sobresalía una iglesia que coronaba la pequeña isla.

Nos alojamos en el hotel Jelovica, situado en pleno Parque Nacional del Triglav, parque que comprende la superficie más grande del país de naturaleza protegida, donde se encuentran la mayoría de los lagos glaciares, como es el mayor de ellos: el Lago de Bohinj, ejemplares únicos de edelweiss, especies de fauna protegida como el pájaro carpintero y el legendario Zlatorog.

Después de distribuirnos en las habitaciones y asearnos, nos reunimos para cenar en el comedor del hotel, bonito local con un buen bufé que nos permitió saciar el hambre.

Recorrido por el lago de Bled
Después de la cena (18.40h) salimos a darnos un corto paseo alrededor del lago, disfrutando de un bello entorno muy concurrido y animado por los espectáculos de música que se ofrecían en los restaurantes junto al lago.

Finalmente nos fuimos al hotel para dormir y estar descansados para la jornada del domingo.



GALERÍA FOTOGRÁFICA
(Fotos: Lucía Álvarez, Paco Vera, Mercedes Tovar, María José Rivas y Miguel Alonso)

https://photos.app.goo.gl/eczbUvUpGeLUhPUS8







DOMINGO 15 DE JULIO | 2º DÍA
Bled, Las Gargantas de Vintgar y alrededores 


CRÓNICA: VIOLETA MONTEQUÍN
Esta mañana hemos empezado a las 9 de la mañana, ya descansados del viaje de ayer. El cielo estaba nublado y caía un chirimiri, montamos en el autobús y
conocimos a nuestra guía eslovena, que nos acompañaría durante estos días y ayudaría a nuestra guía Mar de Viajes Alventus, se llama Mina Kraj y además
de guapa es muy agradable.

Enseguida llegamos a la entrada y empezamos a andar. Las gargantas de Vintgar son un desfiladero atravesado por el río Radovna entre las paredes de los montes Hom y Borst.

Durante 1.5 kilómetros fuimos de un lado a otro del desfiladero a través de puentes, el ambiente es muy húmedo y mágico, el color del agua es de un verde intenso y las numerosas cascadas bellísimas. Llegados al final de este desfiladero nos adentramos por un bosque de hayas, un paseo muy agradable. Saliendo del bosque llegamos a un pequeño pueblo y luego algunos más. Las casas eran muy bonitas, algunas típicas otras mas modernas pero todas bien
conservadas. Los campos de cultivo de alrededor también estaban bien cuidados.

Y así llegamos a Bled hacia la 13.00 de la tarde a la plaza del castillo pero había
100 escalones para subir hasta él. Mina nos contó que el castillo de Bled se construyo en el s. XI sobre un acantilado de 130 metros.

Después cada uno fue libre de hacer lo que quisiera, muchos de nosotros aprovechamos para coger una barca e ir hasta la isla.

   El grupo en un mirador en los alrededores de Vintgar. De izquierda a derecha, en primera línea: Miguel Alonso, Mina Kraj (Guía local de Bled), Pepa Sánchez, Julia Serrano, Mari Sánchez, Elena García, Mercedes Tovar, Aurora Jiménez, Laura Beitia, María Ruiz y Juan de Dios Cabezas. Detrás: Mar Rodríguez (Guía acompañante de Alventus), Montse Laguardia, José María García de la Nava, Elisa García, Rafael Giner, Pepe García, María Fernández, María Sierra Gutiérrez, Lucía Álvarez de Sotomayor, Francisco González, Violeta Montequín, Beatriz González, Pilar Cañizo, Margaret O'Connor, Inmaculada Aguilar, Begoña Morón, Rosa Cano, Pedro Martínez de Alegría, Isabel López, Ignacio Pérez de Vargas, María José Rivas, María Martín, Luisa Cañizo, Inés Gil, Sofía Mateos y Paco Vera.

GALERÍA FOTOGRÁFICA
(Fotos: Lucía Álvarez, Mercedes Tovar, María Martín, María José Rivas y Miguel Alonso)

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El grupo ante el sendero de subida a las cataratas de Pericnik. De izquierda a dercha: Lucía Álvarez de Sotomayor, María Sierra Gutiérrez, Begoña Morón, Aurora Jiménez, Juan de Dios Cabezas, Montserrat Laguardia, Paco González, Beatriz González, Mercedes Tovar, Pepe García, Margaret O'Connor, Inmaculada Aguilar, Laura Beitia, María Martín, Elisa García, Rafael Giner, Julia Serrano, Elena García, Isabel López, Mina Kraj (Guía local de Blez), Violeta Montequín, Pepa Sánchez, Mari Sánchez, Puri Ruedas, José María García de la Nava, Inés Gil, Ignacio Pérez de Vargas, Miguel Alonso, Luisa Cañizo, Sofía Mateos, Pilar Cañizo y Paco Vera.


LUNES 16 DE JULIO | 3º DÍA
Valle de Vrata y la cara norte del Triglav en el Parque Nacional


CRÓNICA: ISABEL LÓPEZ
Nuestra ruta de hoy parte de Mojstrana (641m) hacia el Suroeste pasando por
las cataratas de Pericnik hasta la cara norte del Triglav.

Después del desayuno, salimos en el autobús a las 8.30 horas; hoy nos acompaña
Puri, que debido a un problema familiar, no se ha podido incorporar al grupo
hasta ayer por la noche.

Tras unos 20 minutos llegamos a Mojstrana, población de arquitectura alpina
de tejados de pizarra con balcones de madera decorados con muchas flores.
Es el tipo de construcción que antes se usaba como casa de ganadero, con
granero y un pequeño huertecito delante de la casa. Hoy en día la ganadería
ha dado paso al turismo y a los amantes de la montaña.

Mojstrana es el corazón del los Alpes Julianos y el alpinismo, aquí se encuentra
el museo del alpinismo de Eslovenia que visitaremos por la tarde. Es el punto
de partida hacia los tres valles que conducen al Triglav (2864 m): Valle Krma
(acceso más fácil a la cima), Valle Kot y Valle Vrata , que nos llevará a la
imponente pared de su cara norte.

Cruzamos un puente de hormigón y comenzamos la ruta andando por un
bonito camino lleno de vegetación. Durante unos 5 kilómetros caminamos de forma
paralela al río, a ratos pasábamos muy cerca de la orilla escuchando el rumor
de esas aguas cristalinas con fondo turquesa y a veces nos adentrábamos en
el bosque de hayas, abetos blancos, piceas y algún que otro alerce, (única
conífera de hoja caduca) que hace nuestro ascenso mas placentero. Por estos
senderos, además de encontrar fresas, moras y arándanos silvestres, nos
sorprendió la presencia de un ciclamen autóctono: “cyclamen purpurascens”,
llamado también violeta de los Alpes o ciclamen europeo, que a diferencia del
pérsico, tiene las hojas más redondeadas y las flores más pequeñas y de un
color púrpura más intenso.

Tras casi dos horas de subidas y leves bajadas llegamos a un refugio frente al
acceso a las cataratas de Pericnik; después de un breve descanso, nos
dispusimos a subir hacia la base de la segunda cascada con una caída de 52 metros
Después de las fotos y los vídeos de rigor, descendimos hasta el refugio,
emprendiendo el camino hasta el refugio Aljazev, donde nos esperaba un
merecido almuerzo con comida tradicional eslovena y una deliciosa tarta de
manzana (Apple Strudel), todo ello regado con cerveza “Zlatorog”, nombre del
mítico íbice que habita en estas montañas.

La zona donde se sitúa este refugio es un paraje idílico, enclavado en un circo
glaciar, rodeado de altas paredes de caliza blanca y salpicado de abetos, muy
cerca de allí encontramos una pequeña capilla con una arquitectura típica de
cuento.

El párroco Jacob Aljaz (1845-1927) fue el artífice de gran cantidad de
senderos, refugios de montaña y de esta capilla; además fue poeta,
compositor, cantante y animador de la conciencia nacional eslovena.
Después del suculento almuerzo partimos hacia el mirador de la cara norte del
Triglav, unos 500m nos separaba de este lugar mágico, el acceso más difícil a
su cumbre, una pared vertical de unos 1.000 metros, verdadero reto para los
escaladores más expertos.

En las inmediaciones de este mirador encontramos un monumento, un
mosquetón gigante, homenaje a las víctimas de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
De vuelta al refugio, nos esperaba el autobús, que por una estrecha pista nos
condujo al museo del alpinista en Mojstrana, allí nos proyectaron un vídeo
sobre Eslovenia y la importancia que ha tenido en su historia el montañismo, el
ascenso al Triglav, emblemática montaña, símbolo de la identidad del país,
representado en su escudo, bandera y moneda de 0,50 euros, objeto de culto para
el pueblo esloveno, que según la tradición, todo ciudadano debe subir, al
menos una vez en su vida, a su cima. Los héroes nacionales del país son los 4
montañeros que lograron ascender a su cima en 1778.

En la planta baja del museo pudimos observar los equipos, trineos, esquís y
otros utensilios usados a lo largo de la historia por los montañeros, así como
información de la fauna y flora de la zona.

De vuelta en el autobús, y como ha sido habitual en nuestro viaje, empezó la
lluvia y una ligera tormenta que solo duró hasta nuestra llegada al hotel, lo que
no impidió, que tras una ducha reconfortante, estuviéramos dispuestos a seguir
disfrutando de nuestra tarde en el Lago Bled.



GALERÍA FOTOGRÁFICA
(Fotos: Lucía Álvarez, Margaret O´Connor, María Martín, María José Rivas, Luisa Cañizo, Juan de Dios Cabezas, José María García de la Nava y Miguel Alonso)

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MARTES 17 DE JULIO | 4º DÍA
La cordillera de Voguel, un mirador sobre el Triglav

CRÓNICA: LUCÍA ÁLVAREZ DE SOTOMAYOR
Al descorrer las cortinas de la ventana a las 7.30 horas me di cuenta del día tan fantástico que lucía esa mañana. Rápidamente preparamos la mochila, una ducha ligera, y bajamos a desayunar. En el comedor nos sentamos con un grupo de compañeros que ya se habían servido algún que otro manjar del buffet que con tanto acierto nos habían preparado. Frutas de todas clases, platos calientes de revuelto, salchichas, verduras, huevos fritos. También embutidos, mermeladas, panes de diferentes clases, bollería, zumos y dulces. Casi todos desayunamos con ganas y nos preparábamos para comenzar con fuerza la mañana. Nos esperaba ya el autobús en la misma puerta cuando salimos a la calle. Partimos a las 8.40 horas con un sol espléndido y dejando atrás el impresionante lago azul que teníamos casi en la misma puerta del hotel. El día anterior habíamos estado paseando por sus orillas y contemplando entre la elegancia de los cisnes nadando por sus aguas, un bonito ambiente alrededor de él. Personas bañándose, bares con encanto y también algún que otro barquito que se divisaba a lo lejos. Nos dejó a todos impresionados aquel sitio donde sin esperarlo habíamos ido a parar. Un lugar sencillamente maravilloso y lleno de encanto.

A la mañana siguiente, en el recorrido del autobús, contemplábamos una frondosa vegetación de abetos y hayas, pinos y un maravilloso río claro y transparente que bajaba desde el desfiladero. Inmediatamente daba paso a un bonito valle glaciar llamado Bohinj. Lindas y originales casas cargadas de flores y un extraordinario paisaje verde por el que imaginaba una al contemplarlo, que la pequeña Heidi  podría asomar de un momento a otro saltando a lo lejos. A continuación un hermoso lago con el mismo nombre del valle, de cuatro kilómetros de largo por uno de ancho, el más largo de Eslovenia. En sus orillas había pizzerías, restaurantes, heladerías y bastantes trozos de playa. Tras el sugestivo paisaje, llegamos hasta la pequeña estación de telecabina llamada “Zlatorog” nombre que le da el mítico animal que se parece a una cabra montés.

Subida a los prados de Voguel
Allí sacamos el tique para subirnos en el funicular que nos llevaría hasta los prados de Voguel a 1.535 metros sobre el nivel del mar. Una impresionante subida vertical desde donde se divisaban espectaculares vistas. En él entramos bastantes personas. Al llegar a la cima anduvimos unos metros para coger el telesilla en grupos de tres y de cuatro que nos llevaría hasta los Alpes Julianos con un hermoso recorrido a pie, se contemplaba el mar Adriático destellando en el horizonte. Fue impresionante el paseo y un puro espectáculo. Se divisaban las montañas muy cerca y un paisaje que jamás había podido contemplar.

Tomamos de nuevo el telecabina en descenso para volver al lago y en el pueblo de Ribcev Laz nos quedamos a comer. Algunos compañeros  fueron a la playa con bocadillos y se tendieron en un césped verde que adornaba sus orillas. Otros se quedaron en chiringuitos cercanos. Nosotros con un grupo de compañeros comimos en un restaurante italiano muy agradable. Me senté con Margaret y Andrés disfrutando de su compañía. Detrás de mí estaba Paco, mi marido, sentado con Aurora y Juan de Dios. Y en la mesa de al lado nuestras amigas de Murcia con Pepe y María. Más tarde paseamos por la playa comprando queso fresco del lugar que sirvió para deleitarnos el paladar y reírnos un rato.

Regreso al hotel y paseo por el entorno del lago de Bled
A las cinco y treinta volvimos al hotel donde nos pudimos dar una buena ducha bajando al comedor a las ocho y media. Paco, nuestra hija Beatriz y yo,  solo tomamos fruta, apenas teníamos apetito. Nos quedamos un buen rato con los comensales de nuestra mesa bastante distraídos por la conversación tan amena que mantenían todos ellos. Y al terminar, nuestra consabida salida nocturna con Juan de Dios y Aurora. Buscamos un lugar paradisiaco para disfrutar de la noche. Fue junto al lago de Bled situado a la salida del hotel. Nos sentamos en un romántico restaurante y bar de copas al aire libre con música de fondo. Cantaba una chica y su acompañante tocaba el órgano. Eran notas  tan suaves que le daban aún más encanto a la noche. Al fondo en alto, se divisaba el castillo iluminado por donde asomaba entre sus tejados un casco de luna consiguiendo que el entorno pareciera de cuento. Corría una agradable brisa. Nos encontrábamos tan a gusto que decidimos quedarnos hasta bien tarde. A las doce en punto cerraba las cortinas de mi habitación para intentar entregarme por fin en los brazos de Morfeo.  



GALERÍA FOTOGRÁFICA
(Fotos: Margaret O´Connor y Miguel Alonso)




MIÉRCOLES 18 DE JULIO | 5º DÍA
Altiplano de Pokljuka-Bohinj (Parque Nacional del Triglav)

CRÓNICA: IGNACIO PÉREZ DE VARGAS
Llegamos al quinto día de nuestro viaje a Eslovenia y como los días anteriores, nos despertamos con clima primaveral, buena temperatura, cielo azul en la mañana y buen ánimo para iniciar una nueva ruta, desde Bled partimos a las nueve horas, en autobús hacia la meseta de Pokljuka y el valle de Bohinj, en el Parque Nacional del Triglav.

Viaje en autobús hacia la meseta de Pokljuka
El trayecto en autobús se hace corto, gracias a nuestra guía Mar, que nos cuenta la leyenda del rebeco de los cuernos de oro, llamado Zlatarog, que era el único habitante de los valles del Triglav, en aquella época, antes de la aparición de los humanos.

En los días anteriores, habíamos disfrutado de senderos por bosques de hayas y por zonas de rocas calizas en las partes más alta de los recorridos, sin embargo, hoy los senderos están inmersos en un denso y frondoso bosque de abetos rojos.

En el quinto día de nuestro viaje, ya no hay duda sobre el acierto en la elección de Eslovenia, como destino de nuestro viaje de 2018, un país con el 66% de su superficie cubierta de bosques y vegetación.

Comenzamos la ruta por un sendero ascendente, con un desnivel suave, que nos permite disfrutar de los majestuosos abetos, con una altura media de quince metros, formando lo que denominados un bosque galería, así caminamos protegidos del sol, cuyos rayos se filtraban entre los árboles, hasta alcanzar un cruce, en el que el grupo se dividió en dos, uno fue directamente a la cabaña de pastores Konjscica, situada en el valle de Bohinj, mientras otro grupo seguimos el sendero ascendente hasta alcanzar una altitud de 1.680 metros, habiendo ascendido desde el punto de partida 350 metros.

El valle de Bohinj
En el punto más alto, nos reagrupamos para descansar y disfrutar de la maravillosa vista del valle de Bohinj, cubierto de un manto verde, en el que veíamos la cabaña de pastores y las vacas que se alimentaban haciendo sonar sus cencerros, al compás de los movimientos de sus cabezas.

Iniciamos un descenso pronunciado, por rocas calizas, hasta llegar a la pradera del valle y finalmente a la cabaña Fonjscica, al menos, ese es el nombre que aparecía en un letrero rústico de madera.

Comida en el valle de Bohinj
Hasta este punto, habíamos disfrutado de una bonita ruta, que nos guardaba una agradable sorpresa, nada más llegar a la cabaña, nos encontramos que sus moradores, un matrimonio y su hija, nos recibieron ofreciendo un variado surtido de quesos frescos y curados, diversos embutidos, por supuesto, acompañados de un vino tinto joven y seco, que combinaba muy bien con quesos y embutidos, y a su vez, para los más valientes, ofrecieron un aguardiente de queso y otro de miel, y para terminar, un magnífico postre elaborado con crema de queso y miel.

Disfrutamos con la comida ofrecida en la cabaña, situada en la pradera del valle, rodeada de vacas que parecían ignorarnos, mientras pacían tranquila y pausadamente, sin reparar para nada en los senderistas, que habíamos invadido su terreno.

Bajada hacia Srednja Vas
Finalizada la comida, iniciamos todo el grupo el descenso por una pista forestal, rodeada de abetos, que en algunos tramos resultaba incómoda por las características del firme compactado, con pequeñas piedras sueltas.

En la parte final, pudimos divisar en el horizonte nuestro destino, un pequeño pueblo llamado Srednja Vas, en el que tomamos nuestros bocadillos, mientras esperábamos la llegada del autobús, que nos llevaría de nuevo a nuestro hotel Jelovica, en el precioso pueblo de Bled, con tiempo suficiente para pasear por los alrededores del precioso lago, o en su caso, para tomar una barca para llegar a la isla situada en el centro del mismo.

Como todos los días, la jornada se completaba con la cena en el hotel y el paseo
nocturno.



GALERÍA FOTOGRÁFICA
(Fotos: Luisa Cañizo, Sofía Mateos, Juan de Dios Cabezas y Miguel Alonso)


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JUEVES 19 DE JULIO | 6º DÍA
De Bled a las Cuevas de Skocjan-Pirano (Región del Carso)-Ljublana

CRÓNICA: ROSA CANO y MARÍA JOSÉ RIVAS (En elaboración)




GALERÍA FOTOGRÁFICA
(Fotos: Sofía Mateos, Luisa Cañizo y Miguel Alonso)

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VIERNES 20 DE JULIO | 7º DÍA
Estancia en Ljubljana, capital de Eslovenia
 
CRÓNICA: PEPA SÁNCHEZ (En elaboración)



GALERÍA FOTOGRÁFICA
(Fotos: María Fernández, Pedro Martínez de Alegría y Miguel Alonso)

  
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SÁBADO 21 DE JULIO | 8º DÍA
De Ljubljana a Venecia y vuelos a Málaga o Madrid
 
CRÓNICA: MIGUEL ALONSO 
Esta mañana tuvimos que madrugar pues teníamos que hacer un largo recorrido por carretera hacia Venecia y, igual que el sábado anterior, se presentaba la posibilidad de mucho tráfico hacia la capital veneciana.

A las cinco de la mañana nos había citado Mar, nuestra guía acompañante de Alventus en la entrada del hotel para darnos una bolsa con un bocadillo y fruta para tomar en el viaje. El conductor, con el autobús, ya nos estaba esperando en el aparcamiento cercano al Hotel Park donde habíamos pasado las dos últimas noches del viaje.

Camino hacia Venecia
Emprendimos el viaje desde Ljubljana, la capital eslovena, pasadas las cinco de la maña. Ya teníamos luz solar pues en este lugar amanece antes de las cinco de la mañana. El autobús emprendió la ruta por la Autopista A1 en sentido Trieste, cercana al mar Adriático, para desviarnos más adelante hacia Venecia por una carretera donde volvimos a contemplar un bello entorno de bosques y verdes campos de labor donde resaltaban unas casitas con las cubiertas a dos aguas, algunas de madera, con el fin de que la nieve no se quedara en los tejados.

La distancia a recorrer era de 242 kilómetros en cuyo recorrido podríamos tardar cerca de 3 horas según comprobé en Google Maps. Esto dependía del tráfico que hubiera. La mayoría de los compañeros se habían quedado dormidos y yo trataba de resistirme ya que quería seguir disfrutando del paisaje.

Desayuno en territorio italiano
Llevábamos casi dos horas de recorrido cuando Mar nos anunció que haríamos una parada para tomar un café. El termómetro del autobús marcaba una temperatura de 24º centígrados. Paramos, cuando mi reloj marcaba las 7 de la mañana, en el área de servicio de Gomes, según nos dijo el conductor, ya dentro de territorio italiano, disponiendo de tan solo treinta minutos. Había mucho público y algunos se pusieron nerviosos pues las camareras de la barra no daban abasto. Tomé el café en una mesita con Mar y una rebanada de pan con el paté que nos dieron en el hotel, que Mar, muy amablemente untó en mi pan. El café me vino muy bien, me hacía falta pues tengo la costumbre de tomarlo nada más levantarme.

Seguimos el recorrido por la carretera para desviarnos por la Autopista A-57 que nos llevó al aeropuerto de Venecia Marco Polo (10.00 h). Algo más de lo estimado por Google Maps ya que tardamos unas cinco horas pues efectivamente, había mucho tráfico.

Adios a Eslovenia
Nos despedíamos contemplando las últimas imágenes de un espectacular país, maravilloso, verde, tranquilo y de gente sencilla. Una de las sorpresas más agradables de mis viajes, uno de los destinos más naturales que he visitado: lagos, cascadas, montañas, cuevas, pastos alpinos o ríos que conforman a este encantador y tranquilo país repleto de paisajes de postal y de actividades relacionadas con la montaña y por ende con la actividad de nuestro club, cuya premisa que consta en nuestro logo de senderismo en la naturaleza. No lo olvidaré.

Tras los rituales del aeropuerto, con la facturación del equipaje y tras pasar el control, embarcamos a las 12.05 horas despegando a las 12.32 en el vuelo V7-1334 de la compañía Volotea hacia el aeropuerto de Málaga, al que llegamos a las 14.50 horas, dando por finalizado nuestro viaje y partiendo hacia Estepona en el autobús que nos estaba esperando.

Fin de viaje y despedidas
En el aeropuerto nos tuvimos que despedir de los compañeros que retornaban a sus casas en vuelo hacia Madrid: Las hermanas Sánchez con sus encantadoras hijas Julia, Elisa y la pequeña Elena que seguirían hacia Murcia y también de Laura y Pedro que continuarían hacia el país Vasco.

Os recordaré con cariño a todos, a mis compañeras y compañeros de viaje. A los de Málaga, Lucía y su simpático marido Paco que nos hizo reir con sus genialidades y su dulce hija Beatriz y a los motrileños de adopción Aurora y Juan de Dios, a los que vemos de tarde en tarde.

Hasta pronto amigas y amigos todos.



GALERÍA FOTOGRÁFICA
(Fotos: Miguel Alonso)



El grupo en el aeropuerto de Venecia. De izquierda a derecha: María Sierra Gutiérrez, Andrés Fornells, María Ruiz, Inés Gil, José María García de la Nava, Paco Vera, Isabel López, Margaret O'Connor, Pedro Martínez de Alegría, Miguel Alonso, Pepe García, María Martín, Ignacio Pérez de Vargas, Puri Ruedas, Elena García, Laura Beitia, Mar Rodríguez, (Guía acompañante de Alventus), Elisa García, Juan de Dios Cabezas, Lucía Álvarez de Sotomayor, Pilar Cañizo, Aurora Jiménez, Mari Sánchez, Beatriz González, Julia Serrano, María José Rivas, Rosa Cano y Francisco González. No salen Inma Aguilar, Montserrat Laguardia, Luisa Cañizo, María Fernández, Rafael Giner, Sofía Mateos y Violeta Montequín. Begoña Morón, Pepa Sánchez y Mercedes Tovar.