lunes, 29 de noviembre de 2021

Recorrido circular por el Valle del Río Genal desde Benadalid a Benalauría.

Desde Estepona partimos en cuatro coches por la autovía del Mediterráneo A-7 en sentido Algeciras, desviándonos en la salida 142 para continuar por la carretera A-377 que, desde Manilva, conduce al pueblo serrano de Gaucín, continuando después por la A-369 hacia Benadalid. Desde Estepona hemos recorrido unos 53 kilómetros en un tiempo aproximado de 1 hora, según Google Maps.

Recorrido por el Valle del Bajo Genal

Está situado en la comarca de la Serranía de Ronda, al sudoeste de la provincia malagueña, con una extensión aproximada de 485 kilómetros cuadrados.

Toma su nombre del río Genal y del valle que forma su curso. Se subdivide en el Alto y el Bajo Genal, este último comprende los pueblos blancos de ocho municipios: Atajate, Benadalid, Benalauría, Algatocín, Benarrabá, Gaucín, Jubrique y Genalguacil, algunos de los que recorremos en nuestra ruta.

El valle de Genal tiene un clima suave, influenciado tanto por el mar Mediterráneo como por el Océano Atlántico. El paisaje es agreste, con malas comunicaciones por carretera ya no solo entre los pueblos que conforman el valle sino con otros puntos como puede ser la Costa del Sol o con otros pueblos de la Serranía de Ronda.

Disfruta de una economía tradicional basada en la agricultura y en una cierta industria artesanal, destacando la recogida de castañas, la artesanía del esparto, la elaboración de chacinas y el turismo rural.

Durante gran parte del recorrido tenemos maravillosas vistas que merece la pena detenerse y contemplar todo el Valle en su explendor, a pesar del esfuerzo. La mayor parte del recorrido transcurre por las laderas de los montes con vistas al espléndido valle del Genal, cubierto por una espesa e insultante vegetación de encinas, alcornoques, castaños, quejigos y madroños.

El pueblo de Benadalid

Entre 1492 y 1570 se produjo la expulsión de los moriscos de este pueblo y la destrucción de los edificios públicos. El origen romano de su pequeña fortaleza queda avalado por la existencia de un vial de esta época entre Lacipo, ciudad Romana, situada en el término de Casares, en la zona conocida como El Torreón y Arunda, la actual Ronda.

A finales de agosto, celebra su “Fiesta de Moros y Cristianos”, una representación teatral, recitada en verso, en la que se recrea una auténtica contienda bélica en recuerdo del levantamiento mudéjar que se produjo en Sierra Bermeja en el año 1501 y en la que participa la mayoría de sus habitantes.

Entre su arquitectura se encuentra un castillo de posible origen romano, más tarde árabe, que fue reconstruido en el siglo XVII. De planta cuadrada y rematada con torres cilíndricas, en la actualidad es un cementerio.

Aparcamos los coches en el arcén de la carretera, junto a la parada de autobús, y en una pequeña plaza que hay a la entrada.

Comienzo de la ruta 

Una vez pertrechados, nos dirigimos calle abajo hasta el monumento Cruz del Humilladero que se construyó en 1776, según podemos apreciar en la inscripción que hay en la parte superior. Está realizada en piedra caliza y según la tradición local fue hecha por dos hermanos de origen portugués que participaban en la rehabilitación de la Iglesia. También es conocida como las “Gradillas”, por las escalinatas que conforma en su parte delantera.

A unos metros podremos observar el Castillo de Benadalid, de origen romano, es conocido en Benadalid como "las cuatro torres", y desde 1821 es el cementerio del pueblo. La placa de la portada es de Felipe IV y con fecha MDCXXXV. Aprovechamos para hacernos la foto en sus escalinatas.

Continuamos bajando la calle hasta enlazar con el Camino de Benaoján que tomamos a la derecha. Continuamos por la Calle Calvario hasta el Hotel Almejí con estupendas vistas al Valle del Genal para salir a nuestra izquierda del pueblo en dirección a Benalauría por el sendero. PR-A 236.

Seguimos el camino rodeados por olivos, almendros y cerezos. Conforme vamos avanzando se van abriendo las panorámicas del pueblo de Benadalid a nuestra espalda. Llegamos a la Fuentecilla, con sus dos pilas de piedra y a partir de aquí empezamos a ver castaños, también abundan los quejigos, chaparros y encinas.

Caminamos por una pista que en ligero descenso nos conduce hacia el Valle del Genal, rodeados de castaños y alcarnoques que dejan el suelo cubierto de  hojas, castañas y bellotas.

En este recorrido nos detenemos junto a un castaño muy viejo, conocido por "Castaño de Mataquince", donde 15 personas fueron ejecutadas al comienzo de la guerra civil española (1936-1939) 

Seguimos descendiendo, llaneando y ascendiendo por una empinada cuesta que ya nos muestra las primeras panorámicas de nuestro próximo destino, el pueblo de Benalauría.

Al terminar la cuesta, nos detenemos al abrigo del viento y del sol para tomar algo de alimnento, bebida y recuperarnos del esfuerzo.

Continuamos con un breve descenso hasta el cruzar el Arroyo de las Veguelas y comenzamos una fuerte, pero corta pendiente “Cuesta del Quemaillo”,  que nos lleva hasta las primeras calles de Benalauría.

Hacia Benalauría

Situado a 667 metros sobre el nivel del mar, desde el pueblo se divisa Gibraltar y la costa norteafricana, sus calles y casas conservan el típico ambiente rural de los pueblos de la Serranía de Ronda, comarca a la que pertenece.

La historia de este pueblo se remonta a la invasión musulmana. La presencia romana se fundamenta en este valle a través de la “Vía Genal-Turón” que, desde Gibraltar, alcanzaba hasta el interior de las planicies rondeñas, por lo que el origen del castillo de Benadalid sea el asentamiento de una turris (torre en latín) romana.

Una vez lleguamos a la calle Calvario nos dirigimos hacia la plaza principal,  plaza Teniente Viñas, por la calle Fuente donde nos refrescamos en la Fuente Nueva y descansamos tomando algo líquido. 

También aprovechamos para visitar la carpa situada en la misma plaza con motivo de la celebración de la XXII FERÍA ARTESANAL donde podemos comprobar la variedad de quesos, embutidos, dulces y artesanía de la zona en los distintos stand habilitados para ello. 

Tras la visita y compras oportunas reiniciamos la marcha cruzándonos con un grupo de verdiales que llega en esos momentos. 

Salimos hacia la calle Calvario para dirigirnos a la salida del pueblo por la carretera de acceso. 

Justo antes de salir, hay un desvio hacia la derecha que baja en pendiente hasta la Fuente de La Alberca y el Lavadero. Aquí comienza el "Camino de los Arroyos" uno de los tramos más bonitos de la ruta.

El sendero zigzaguea por la ladera sur con vistas al Valle del Genal con puentes y vados en los arroyos que se suceden hasta llegar de nuevo al vado del Arroyo Veguelas.  

Tras una subida algo pedregosa, llegamos a una pista que cruzamos para enlazar con el "Camino Las Laeras", que nos llevará sin pérdida de vuelta a Benadalid.

Fin de la ruta en Benadalid

Finalizaremos el recorrido llegando de nuevo a las calles de Benadalid, este bonito pueblo blanco. 

Una vez llegamos a los coches partimos en dirección a Gaucín para detenernos en el Ventorro Las Corchas donde, con bastante frío, comemos los platos típicos de la serranía.

Tras la comida y los cafés, emprendemos el regreso a nuestras casas después de disfrutar de un bonito día recorriendo el Valle del río Genal.

 

TRAYECTO


 VISTA SATÉLITE TRAYECTO

 

VISTA TOPOGRÁFICA RECORRIDO


PERFIL DE ALTURAS

PARTICIPANTES EN LA RUTA

Con el Castillo-cementerio de fondo, de izq. a derech. y de delante a atrás: Ana Cámara, Pepi Merino, Francisca Sánchez, Rafael Rodríguez, Nicolás Sánchez, Juan Manuel Usero, Francisco Zamorano, Andrea Asmuss, Ana Cruz, Gregorio Torregrosa, Jüerguen Auf der Mauer, Enrique Castilla, Mª José Rivas, Pepa Aguilar, Miguel Ángel Orodea, Antonio Gil, José Luís Gil, Francisco Caldas, Becky Jones, Inmaculada Izquierdo, José Luís Gil y José María Sánchez. Hace la foto Lola Criado.

 

GALERÍA FOTOGRÁFICA 

(Fotos: Ana, Lola, Jürguen, Kiko, Miguel Ángel, Nico y Rafa.)


lunes, 22 de noviembre de 2021

Recorrido circular desde el Área Recreativa del Bujeo, Bosque de Niebla, Tajo de las Escobas y Río Guadalmesí.

Crónica Rafael Rodríguez.

Desde Estepona saldimos, ya desayunados, en cuatro coches desplazándonos por la Autovía del Mediterráneo A-7 (antigua A-340) en sentido Cádiz-Algeciras y continuamos hasta un kilómetro antes de llegar al Mesón de Sancho, justo en el punto kilométrico 95, en plena bajada del Puerto de El Bujeo, donde cogemos un desvío a la derecha que nos lleva al Área Recreativa de El Bujeo, lugar donde nos esperan tres compañeros y dónde comenzamos la ruta.

Area Recreativa El Bujeo.
 
Una vez pertechados lo mejor posible, ya que el día está muy frío, comenzamos por la pista por un denso bosque de alcornoques centenarios, encinas, quejigos, laureles y alisos, con un suelo cubierto por un tupido manto de una extensa variedad de helechos, salpicado de pequeños manantiales de agua que surgen entre las rocas y arroyuelos fáciles de atravesar que discurren entre la vegetación.

Río Guadalmesí
 
Tras recorrer unos cientos de metros tomamos un desvío a nuestra izquierda junto a una gran encina que nos conducirá hasta el recorridop del cauce del río Guadalmesí, al que los árabes denominaban “río de las mujeres” y que nace en la cercana Sierra de la Luna. A lo largo del recorrido nos encontraremos con la típica flora de la selva tropical: numerosas especies de helechos, alisos y quejigos entre bosques de alcornoques, acompañados por el susurro de fondo que producen las aguas de un limpio río sin contaminación.
 
Algunas paradas para fotos y contemplar las pequeñas cascadas y pozas del río hasta recorrer tres kilómetros y salir de nuevo a la pista que abandonamos.
 
Una vez reagrupados, continuamos unos cientos de metros hasta encontrar un depósito de agua a y unos cortijos. Continuamos en ascenso ya por un sendero que se adentra en el bosque y que hace que la marcha sea más variada debido a lo espesor del mismo y ya más protegidos del viento.

Ascendemos entre alcornoques y rododendros que aún no están en flor por el márgen derecho de un arroyuelo. Superadas las primeras rampas nos deviamos a la derecha para ir ascendiendo hacia el Bosque de Niebla.

Paramos en un pequeño llanete protegidos del viento, para tomar algo de alimento y bebida. Continuamos en ascenso buscando el sendero que se pierde a veces debido a la gran cantidad de hojas que hay en el suelo y a que los helechos se encuentran muy secos.
 
Cruzamos una verja de ganado y continuamos ascendiendo dirección este hasta encontrar el sendero que baja desde el Bosque de Niebla y que tomamos para llegar a él.

Bosque de Niebla 
 
Continuamos en ascenso continuado en dirección norte hasta llegar al Bosque de Niebla. El paisaje es precioso, dada la humedad que reflejan los árboles y el suelo tapizado de haojas completamente, sin apenas zonas de tierra, excepto el sendero por el que transitamos. 

Debido al espesor del bosque y a la humedad que produce la sombra permanente en su interior, disfrutaremos contemplando rododendros silvestres (azaleas), que dan un colorido excepcional al marco verde de los árboles del bosque, cuya sombra y humedad permiten su crecimiento.

Avanzamos parando con frecuencia para disfrutar del paisaje que ofrece el bosque adornado de los helechos y musgos que tapizan troncos y rocas hasta llegar a los Llanos del Juncal, donde el espesor del bosque disminuye.

Tras salir del Bosque continuamos por el carril a nuestra izquierda que nos conduce, tras recorrer un kilómetro escaso a la carretera.
 
Tajo de las Escobas.

Salímos a la carretera que sube a las antenas y, tras dos kilómetros en subida con fuerte viento y buenas vistas, al fin llegamos al pico situado en el Tajo de las Escobas, donde se encuentran unas torres metálicas con antenas para las comunicaciones, para disfrutar de unas extraordinarias vistas del Peñón de Gibraltar, la Bahía de Algeciras, las sierras aledañas y el Magreb (norte del continente africano) de fondo.

En nuestro ascenso, algunos compañeros deciden parar y esperar reguardados del viento mientras que los que decidimos subir podemos contemplar curiosas moles de arenisca esculpidas por el viento y la lluvia y, a ambos lados del camino, unas preciosas flores dedaleras, que buscan refugio de los vientos entre abrigos rocosos.

Tras comer en las antenas, iniciamos el descenso hasta el curce del bosque. Llegados a él decidimos volver de nuevo por el Bosque de Niebla más protegido de los vientos que la bajada por la carretera.
 
El descenso  es rápido con alguna que otra caída y tropezón sin mayor importancia. Caminamos entre alcornoques y helechos  muy secos en esta época hasta llegar de nuevo a la pista por la que transitamos por la mañana.
 
Nos reagrupamos junto a un pequeño puente y aprovechamos para beber y abrigarnos de nuevo ya que el viento aquí sopla más fuerte.
 
Tras recorrer tres kilómetros, aproximadamente, la pista nos conduce de nuevo al Área del Bujeo y a los coches donde llegamos a las 18:00 h.

Una vez hecha la foto de grupo, nos despedimos y volvemos hacia Estepona después de haber completado un día muy completo y variado en un enclave único de nuestro entorno.
 
 TRAYECTO HASTA SALIDA

VISTA SATÉLITE DEL RECORRIDO.


MAPA TOPOGRÁFICO DEL RECORRIDO

PERFIL DE ALTURAS.

 

PARTICIPANTES

En el Bujeo de izq. a derch.: Ana Cruz, kiko Caldas, Jürguen Auf der Mauer, Violeta Montequín, Juanma Usero, Andrea Asmuss, José Luís Gil, José Luís Durán, Antonio Gil, Miguel Ángel Orodea, Francisca Sánchez y Francisco Zamorano. Foto: Rafa.

GALERÍA FOTOGRÁFICA.

martes, 9 de noviembre de 2021

Recorrido Circular por el Bosque de Cobre de Parauta a Igualeja.

Crónica: RAFAEL RODRÍGUEZ

De Estepona salimos en tres coches trece compañeros desde la plaza de San Fernando, donde se encuentra el Bar Estadio lugar de cita. Nos dirigimos por la Autovía del Mediterráneo A-7 en sentido Málaga. Al llegar a San Pedro de Alcántara, nos desviamos hacia Ronda por la carretera A-397. Llegados a la altura del kilómetro 11,8 nos desplazamos para continuar por la carretera MA-7306 que nos llevará a nuestro destino en Parauta, después de recorrer 57 kilómetros en una hora, aproximadamente.

Llegada a Parauta, lugar de inicio de la ruta

Al llegar a Parauta (800 m), aparcamos a la entrada del pueblo, cerca del “Mirador de la Era” donde nos esperan el resto de compañeros.

Ya pertrechados, nos encaminamos hacia la plaza principal con una breve para junto a al Fuente de la Alquería donde el que escribe recuerda a los participantes las normas a seguir en la ruta.

Continuamos dejando a la izquierda el arco de medio punto de la calle Altillo, y  por la calle de Salvador Márquez hasta dejar las últimas casas del pueblo. 

El comienzo de la ruta se encuentra vallado por obrs en la calle, pero podemos sortear las vallas sin dificultad y comenzar a adentrarnos en el bosque.

En esta ruta, el color otoñal lo ponen principalmente los castaños, aunque también podemos ver gran cantidad de zumaques y alguna que otra cornicabra que ponen el color rojo junto con los madroños. En los lados del río, los árboles de ribera, sobre todos álamos y los verdes alcornoques, encinas y quejigos, un sinfín de tonalidades que hacen de esta zona un paraíso.

Recorrido por los bosques de castaños

Nada más salir del pueblo, seguimos por el camino que lleva a Cartajima, dejando a nuestra izquierda el sendero (PR-A 226)  que lleva a Igualeja, camino por el que volveremos al regreso.

Enseguida comenzamos a disfrutar de las maravillosas vistas que nos proporcionan los bosques de castaños, con los bonitos tonos otoñales de sus hojas, por campos y lomas que nos rodean a lo largo del camino. Por sus colores rojizos-amarillos es conocida por como “Ruta del Cobre” ya que recuerda a este metal.

El día está fresco por lo que apetece moverse. Siguiendo el carril principal, vamos descendiendo, observando a nuestro paso los abundantes arbustos de madroños, zumaques y jaras además de los chaparros o encinas. 

En la lejanía, entre los castañares, distinguimos las poblaciones de Cartajima y Júzcar al oeste, así como la enorme mole del cancho Almola de 1.406 m y las sierras calizas de Jarastepar, Oreganal y los característicos Riscos de Cartajima, un pequeño torcal.

El sendero nos lleva en bajada, rodeados de los chopos y granados, a un antiguo molino y, tras cruzar el “Arroyo Los Granaos”, nos desviamos a la izquierda  buscando una subida que se encuentra bien marcada por el paso de numerosos senderistas. 

Continuamos campo a través entre las hojas de los castaños hasta el sendero que nos lleva, tras continuas subidas y bajadas, hasta la Loma de Igualeja. El día es plenamente otoñal, lo que nos permite contemplar toda la belleza del valle del Genal y de los castañares por los que vamos transitando.

Ya en la loma, nos desviamos a la izquierda y realizamos una parada con Igualeja al fondo, para realizar la foto de grupo.

Igualeja y el nacimiento del río Genal

Continuamos en descenso cruzandonos con numerosos senderistas que salen de Igualeja para realizar el recorrido que nosotros haremos después. Seguimos el sendero pronunciado entrando al pueblo atravesando el barrio Santa Rosa, recorriendo sus estrechas y empinadas callejuelas de blancas casitas, bajando por la calle “La Tetona” para dirigirnos al este del pueblo hasta llegar a un bonito recinto donde nace el río Genal, a partir de un manantial situado dentro de una cueva conocida como “El Nacimiento” que está considerado como Monumento Natural.

En este lugar, tomamos un tentempié en un bello entorno ajardinado donde da comienzo el cauce del río Genal, un paraje de espectacular belleza.

Tras el descanso y fotos correspondientes, emprendemos el camino de regreso en sentido inverso para volver por el mismo camino.

Nos cruzamos con numerosos senderistas que nos ralentizan la marcha ya que no hay espacio físico por donde pasar. 

Subimos con las vistas del pueblo a nuestra izquierda en sentido oeste hasta llegar de nuevo a la Loma de lgualeja. Una subida corta pero intensa y muy concurrida

Llegamos de nuevo al cruce por el que bajamos al pueblo y tomamos sentido norte una pista que desciende de nuevo al arroyo, donde llegamos a las 14:00 h por lo que decidimos realizar una parada para comer.

Algunos compañeros deciden continuar hasta el pueblo mientras que la mayoría tomamos algo de alimento y bebida antes de iniciar la última subida hasta parauta.

De nuevo en marcha cruzamos el Arroyo de los Granados e iniciamos la subida a Parauta por una pista de cemento con rampas considerables. El paisaje que se contempla a nuestra izquierda es espectacular, los colores marrones y amarillos en los castaños nos inundan ya que la luz de los rayos solares hace que resplandezcan sus coloridos.

Acabada la larga subida, llegamos a Parauta  a las 15:30 h  y donde ya nos esperan  el resto de compañeros.

Fin de la jornada y regreso a nuestras casas

El día ha sido espectacular, despejado y con una temperatura y brisa muy agradables, lo que nos ha permitido disfrutar plenamente de las vistas y del colorido de todo el valle.

Una parada en la Venta Navasillo para tomar café e infusiones y continuamos hacia Estepona donde llegamos a las 18:30 h. dando por terminada esta completa jornada otoñal con los compañeros y amigos del club.

RECORRIDO HASTA PARAUTA

 
 
VISTA SATÉLITE DEL RECORRIDO
  

MAPA TOPOGRÁFICO DEL RECORRIDO
 

PERFIL DE ALTURAS
 

PARTICIPANTES
Con Igualeja al fondo, de izq. a derech.: Lola Criado, Francisca Sánchez, Nico Sánchez, Ana Cámara, Mª José Rivas, Mª Ángeles Vera, Pepa Aguilar, Miguel Pernas, Becky Jones, Kiko Caldas, Antonio Gil, Gregorio Torregrosa, Juan Manuel Usero y Yolanda de León. Hace la foto Rafa.
 
GALERÍA FOTOGRÁFICA
(Fotos: Mª Ángeles, Lola, Mª José, Becky, Antonio, Kiko, Nico y Rafa.