El viernes día 7 de agosto salimos de Estepona con el fin de realizar el ascenso al Mulhacén que con una altitud de 3.478,6 metros, es el pico más alto de la península ibérica, y el segundo de España tras el Teide, de 3.718 metros.
Aprovechamos estas fechas ya que el verano es la mejor época para ascender a este pico, por la ausencia de nieve en los recorridos más usuales, aunque siempre suele haber neveros. El tiempo suele ser estable y las temperaturas suaves.
Toponimia del Mulhacén
Su nombre viene de Muley Hacén, castellanización del nombre de Mulay Hasan, antepenúltimo rey nazarí de Granada en el siglo XV, del que se dice que fue enterrado en esta montaña.
Por la suavidad que presenta su relieve en la vertiente Sur, que facilita su ascensión, los habitantes de los aledaños pueblos alpujarreños también lo conocen como el Cerro, a secas.
Datos geográficos
Aunque su altura no es excepcional, el Mulhacén es el pico más alto de la península ibérica, y el de Europa fuera del Cáucaso y los Alpes, ya que las islas Canarias y Groenlandia, con picos más altos, pertenecen políticamente a Europa, pero geográficamente son parte de África y Norteamérica, respectivamente.
Tras las siguientes páginas ilustradas sobre este fin de semana en Sierra Nevada, se exponen las crónicas del viernes día 7, sábado 8 y domingo 9, días de estancia y aventura en dicha sierra.
DATOS GENERALES
Guía: José Antonio Quirós, teléfono 619 321 767.
Participantes llamad a: Miguel Alonso al teléfono 619 703 107.
Entorno: Parque Nacional de Sierra Nevada.
Localidades: Pampaneira y Capileira, Granada.
Salida de Estepona el viernes día 5: 10:00 horas del Bar Estadio, frente al campo de fútbol San Fernando.
Ruta del viernes día 7: Hoya del Portillo al Refugio de Poqueira (8,3 kilómetros en 3:30 horas)
Ruta del sábado día 8: Recorrido circular desde el Refugio de Poqueira al pico del Mulhacén (8,3 kilómetros en 6 horas).
Ruta del domingo día 9: Refugio de Poqueira a Hoya del Portillo (8,3 kilómetros en 3:30 horas)
Equipo obligatorio (se comprobará antes de salir): botas de montaña, bastones, chubasquero, forro polar, pantalones apropiados, agua, bocadillo, Tarjeta Sanitaria, Tarjeta FAM y DNI.
Se recomienda: gorra, guantes, polainas, gafas de sol, crema de protección solar, silbato, bebidas isotónicas, frutos secos, fruta fresca, barritas de cereales, cámara fotográfica y prismáticos.
PRECIOS ESTANCIA
Se han reservadas plazas para 20 personas, por lo que debéis de llamadme lo antes posible. Se puede cancelar hasta 24 horas antes, de otra manera, los demás tendríamos que hacernos cargo de los gastos derivados.
- Precio noche para los federados con media pensión (cena y desayuno) 25 €
- No federados 39,50 €
PICNIC: En el albergue, preparan bolsas de picnic para los que no quieran llevar el bocata para el almuerzo del sábado.
CONSEJOS:
- Llevad una mochilita pequeña (agua, bocata, snacks, crema solar y abrigo), lo imprescindible el sábado para subir al Mulhacén desde el refugio.
- Suele hacer frío por la noche, por lo que debéis de llevar ropa de abrigo como, forro polar y chubasquero ya que, en estos parajes, la temperatura, la lluvia y el viento nos pueden sorprender.
IMPORTANTE: para participar en la excursión es condición imprescindible ser socio del club y estar federado. Comunicará previamente la asistencia al guía de la ruta y firmará antes un impreso eximiendo de responsabilidad al guía y al club.
INVITADOS: podrán participar dos veces al año, como máximo, haciéndose responsables de sí mismos firmando un impreso de compromiso.
DESPLAZAMIENTO EN COCHE: el precio se calculará multiplicando los kilómetros recorridos por 0,23€ y el total se dividirá entre los ocupantes, incluido el propietario. En el caso de esta salida, multiplicaremos los 255 kilómetros de recorrido a Granada por 2 (ida y vuelta y el resultado que nos sale de 510 lo multiplicaremos por 0,23 euros el kilómetro dándonos 117,3 euros que dividiremos entre los ocupantes del vehículo.
EN CASO DE ACCIDENTE: llamad inmediatamente al número de teléfono de Emergencias 112 y al Centro de Atención 24 horas de SERSANET, teléfono 902 107 120.
ASISTENCIA EN VIAJE: ASITUR teléfono 902 110 026
VERSIÓN IMPRIMIBLE EN FORMATO PDF
RECORRIDO POR CARRETERA DE ESTEPONA A CAPILEIRA
PRIMER DÍA, VIERNES 7 DE AGOSTO
SUBIDA AL REFUGIO DEL POQUEIRA
CRÓNICA: MIGUEL ALONSO
De Estepona salimos un grupo de 10 socios para afrontar los 255 kilómetros (3 horas de recorrido) que nos separaban de Capileira, localidad de la Alpujarra granadina, desde la que comenzaría la aventura de subida al pico Mulhacén (3.483 m). El verano es la mejor época para ascender a este pico, por la ausencia de nieve en los recorridos más usuales, aunque siempre suele haber neveros. El tiempo suele ser estable y las temperaturas suaves.
Salida de Estepona
Pasadas las diez de la mañana, nos dirigimos por la Autovía del Mediterráneo A-7 en sentido Málaga en varios coches: Pepe García y su hijo José María junto con Toñi Torrecilla y su marido Juan Andrés López en un coche; en otro iban, José Antonio Quirós, Alicia Ruiz y Manolo Muñoz, que se incorporó en San Pedro de Alcántara; en un tercer coche iban Pilar Villar y su marido Jesús Díaz y en un cuarto vehículo: José Luis Gil, José Luis Jiménez, Miguel Alonso y Paula López que recogimos en Torremolinos (11:05 h).
Pasada esta ciudad, continuamos hacia Motril, para posteriormente continuar por la Autovía de la Costa Tropical (A-44) en sentido Granada. Antes de llegar a la ciudad nazarí, nos desviamos para entrar en Órgiva (12:23 h), continuando hacia Pampaneira, tras cruzar el ríoGuadalfeo, por la carretera GR-421. Pasado Pampaneira, en el siguiente cruce a la izquierda, seguimos en dirección a Capileira y pasado este pueblo, continuamos por la Carretera de la Sierra para comer en el “Bar-Restaurante Paco López”, también rotulado como “La Casa de Paco y Pilar, Mesón Restaurante” (13:25 h). Este lugar nos lo había recomendado nuestro compañero Rafa, que no pudo venir, y que fue un acierto su recomendación.
Comida en Capileira y entorno
El restaurante estaba situado a pie de la carretera por la que subíamos con un espacioso y exuberante jardín. Estábamos rodeados de plantas ornamentales y unos frondosos nogales y castaños que nos proporcionaban una grata sombra. Desde uno de los laterales, una espléndidas vistas hacía el barranco del Poqueira, situado en la falda sur de Sierra Nevada en plena Alpujarra de Granada. Un impresionante barranco formado por el río Poqueira que nace en la zona central de Sierra Nevada y transcurre en dirección sur hasta el río Trevélez. Como frontal, la Sierra de la Contraviesa, históricamente sierra del Cehel, una formación que se extiende paralela a Sierra Nevada entre el río Guadalfeo y la costa del mar Mediterráneo, formando parte de la Alpujarra Baja.
Mientras iban llegando los diferentes grupos de compañeros, pudimos saciar la sed con unas cervezas unos y “tinto de verano” otros acompañados de unas ricas tapas de albóndigas. Al fin, todos reunidos, comenzamos la comida en un ambiente estupendo. Pedimos el plato del día: unos, gazpacho o sopa alpujarreña seguido del segundo plato: guiso de bacalao con pisto o chuletas de cerdo, ensalada y de postre flan o tarta y por último un café y unos chupitos, por 10 euros más el IVA cada uno.
Tras una sobremesa de relajo, acometimos los últimos 13 kilómetros de coche (16:20 h) antes de llegar a la “Hoya del Portillo” (16:50 h) donde dejamos nuestros vehículos aparcados en un estacionamiento vigilado. Desde Estepona habíamos recorrido 255 kilómetros.
Acceso al Refugio del Poqueira
El sendero de acceso al refugio (2.500 m) lo iniciamos en el aparcamiento de la Hoya del Portillo (2.150 m), una zona recreativa a unos 13 kilómetros por encima del pueblo de Capileira.
Después de aparcar los coches y recoger las mochilas, comenzamos el sendero que une la Hoya del Portillo con el refugio, un recorrido de 8,6 kilómetros que iniciamos a las 16:54 horas y que parte detrás de la caseta del guarda, donde nos encontramos un cartel que nos marcaba el sendero de pequeño recorrido (PR-A 26) que nos llevaría al refugio tras cruzar, nada más comenzar la andadura, un pinar en regular ascenso hasta llegar a un cortafuegos (17:35 h).
Cruzamos el cortafuego y tomamos una pista que transcurría a través de otro pinar siguiéndola hasta que esta desaparece en una zona donde antiguamente había una cantera, pasando por el Mirador Puerto Molina (17:50 h) para, tras unos metros, tomar un sendero que, poco a poco, se iba ensanchando convirtiéndose otra vez en pista, de desde el que ya divisamos a lo lejos el refugio, nuestro lugar de destino donde pasaríamos dos noches inolvidables.
Por esta pista, y en muy suave ascenso, fuimos ganando altura hasta llegar a un punto en que tomamos una vereda en descenso hacia la izquierda que nos llevaría la pista principal que unía el refugio con el Alto del Chorrillo (18:40 h).
Cogimos la pista hacia la izquierda y, en descenso, llegamos al refugio en unos 20 minutos. En este último tramo sólo encontramos un cruce, donde tomamos otra pista que ascendía a la derecha.
Aunque durante la segunda mitad del recorrido veíamos el refugio a nuestra izquierda y a menos altura, seguimos la pista, ya que si atajábamos perdiendo altura en dirección al refugio tendríamos que cruzar varios barrancos y acabaríamos tardando más tiempo que por el camino original, según nos indicó José Antonio.
Al fin llegamos al Refugio del Poqueira, eran cerca de las 20:00 horas y a las y media cerraban el comedor. Antes tuvimos que pasar por la ventanilla de recepción instalada dentro del comedor, donde fuimos dando nuestros datos y la Licencia Federativa obteniendo una chapa con número que pendía de una cinta y que nos serviría para comprar agua, manta, sábanas reflejándose dichos gastos en una cuenta que saldaríamos a la hora de marcharnos el domingo.
Poco tiempo dispusimos para instalarnos e ir al comedor para cenar. Estábamos cansados y teníamos que irnos a la cama para descansar ya que el sábado era la jornada de ascenso al Mulhacén.
La cena era abundante y reconfortante: de primero, una sopa calentita con verduras, un segundo plato de ensaladilla de patas cocidas con verduras y un tercero consistente en unos filetes de pollo con guarnición y al final el postre. Una cena excesiva que comimos todos y con la que algunos sufrimos molestias a lo largo de la noche por haber ingerido tal cantidad de alimento.
La noche transcurrió con los ruidos de tripa debidos a la cena y otros con los dichosos ronquidos que nos tuvieron en vilo toda la noche.
Refugio del Poqueira
Está situado los pies de la cumbre más alta del la península, en la margen izquierda del río Mulhacen. Es propiedad de la Consejería de Turismo y Deporte/ Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Unas buenas instalaciones muy bien gestionadas por la Federación Andaluza de Montañismo (FAM), con una capacidad para 85 literas que cuenta con agua, duchas, bar, comidas, camas, botiquín, estufa, cocina libre, luz microcentral chimenea, taquillas.
El entorno no podía ser mejor, pero el tiempo no era el propicio, ya que si hubiéramos tenido unos días claros, desde la cima del Mulhacén podríamos contemplar unas magníficas vistas de toda la zona incluyendo la costa mediterránea y las montañas del Rif en Marruecos. No fue este el caso teniéndonos que contentar con unas panorámicas tamizadas por un neblina que nos impedía ver con nitidez lo que nos habían vaticinado.
De todas formas, habíamos llegado al pie del pico más alto de la península y el sábado tendríamos la oportunidad de alcanzar su cima.
VISTA SATÉLITE HOYA DEL PORTILLO AL REFUGIO DEL POQUEIRA
MAPA TOPOGRÁFICO
PERFIL DE ALTURA
GALERÍA FOTOGRÁFICA
(Fotos: Jesús Díaz, José Antonio Quirós, José Luís Gil y Miguel Alonso)
SEGUNDO DÍA, SÁBADO 8 DE AGOSTO
SUBIDA AL PICO MULHACÉN
CRÓNICA: JOSÉ ANTONIO QUIRÓS
La noche del viernes al sábado fue importante para empezar con fuerza, lo que iba a ser el día más fuerte y de ascensión al Mulhacén. Aquellos compañeros que tuvieron un sueño más ligero pudieron contemplar la espectacular tormenta, con sus rayos y truenos incluidos, que tuvo lugar entre las 2 y 4 de la madrugada del sábado.
El haber realizado el día anterior sobre unas tres horas de ruta sumado a haber dormido en el refugio, fue tiempo más que suficiente para aclimatarnos y sentirnos a gusto a 2.500 metros de altura, hay que tener en cuenta que veniamos todos del nivel del mar y subir de repente a esa altura donde la presión es menor hace que nuestra respiración sea al principio dificultosa y dependiendo de cada persona genere cierta ansiedad, que puede aumentar si pensamos que además hay que seguir subiendo hasta los 3.482 metros.
Antes de comenzar la ruta
Desayunamos muy bien y tranquilamente sobre las 8 de la mañana, dejamos en nuestras taquillas mochilas o bolsas con aquellos objetos que no íbamos a necesitar en la subida, centrándonos solamente en llevar aquello que iba a resultarnos imprescindible y de esta manera aligerar peso, por lo cual nos centramos en llevar: agua, bocadillos, cámara de fotos, y abrigo. Algunos preguntaron para que llevar agua pues había mucha en la zona, nos aconsejaron que era mejor llevarla pues el agua del deshielo está muy poco mineralizada además de no saber si más arriba pudiera pastar ganado o algún animal hubiera muerto en la acequia.
Inicio de la ascensión al Mulhacén
Habíamos previsto salir como muy tarde a las 9 de la mañana, y fue exactamente a las 8:45 horas cuando ya salimos todos preparados tras algunos estiramientos, hacernos la foto de rigor y contar que estuviéramos todos (Miguel, Manolo, Pilar y Jesús, Alicia, Paula, Toñi y Juan Andrés, Pepe García y su hijo José María, José Luis Gil y José Luis Jiménez y yo mismo), nos dirigimos hacia la acequia del río Mulhacén, precioso lugar que nos llevaría poquito a poco hacia el punto más alto de la Península Ibérica.
La subida por la acequia se puede acometer por dos vías perfectamente señalizadas con hitos más que visibles, elegimos cruzar al lado contrario desde donde se puede tener una mejor visual de todo el entorno: a nuestra izquierda el Veleta y a nuestra derecha se vislumbraba el macizo que soporta la cima que pareciera que se nos venía encima, de ahí de arrimarse a la izquierda para poder contemplarla.
La subida por la acequia no tiene mucho desnivel y el ir contemplando y escuchando el sonido de como baja el agua así como el verde que rodea a la acequia hizo que subiéramos muy relajados. Una vez llegados a “los lagunillos del Majano” y algo más arriba, a la Laguna del mismo nombre, donde nace el río Mulhacén, hubo intentos por parte de algunos de tomar un tentempié, pensando que ya habíamos llegado a la Caldera, lugar donde se había previsto una parada. Subsanado el pequeño desliz, no sabemos si por las ganas de tomar algo o porque tendemos a pensar, sobre todo cuando subimos, que el objetivo estas siempre detrás del próximo cambio de rasante. Escuchaba detrás de mí “¿ya hemos llegado?” “¿detrás de ahí?” y tenía que decir “no, ya queda menos!”.
Serían sobre las 11:00 horas cuando topamos con la pista que atraviesa Sierra Nevada desde Capileira hasta el Veleta y por ende con la Caldera, antiguo circo glaciar donde se sitúa la laguna y el vivac a unos 3.100 metros de altura. Allí nos paramos a beber y tomar algo al borde del vivac para apreciar el entorno y ver a lo lejos como algunos senderistas atravesaban por encima de la laguna por un senderillo que pareciera el rastro de un insecto al pasar por un arenal en dirección al Mulhacén y que venían del Veleta.
Ascensión al Mulhacén
Vistas espectaculares, mañana soleada y fresquita, tras reponer fuerza, sobre las 11:45 horas, nos disponemos a subir el trozo más difícil, el tramo de los tramos! De manera sinuosa y zigzagueante la vereda que sube por la cara oeste del Mulhacén tiene una pendiente considerable con casi 400 metros de desnivel desde la caldera, a esto hay que sumarle que cuesta más respirar. Todos nos concienciamos y nos lo tomamos con mucha calma, teníamos tiempo de sobra y calculamos tardar no más de dos horas en la ascensión. Tras una subida lenta y pesada, unos primeros y otros más tarde íbamos llegando. Serían las 14 horas, y tras cuatro kilómetros y medio desde el refugio cuando todos estábamos por fin en el punto geodésico más alto de la Península Ibérica, El Mulhacén!!!
¡Qué alegría! ¡Qué emoción! en nuestras caras se reflejaba la ilusión y la felicidad del momento, todos nuestros pequeños temores y miedos habían desaparecido, estábamos contentos, no se podía describir, estábamos allí, a 3.482 metros y sencillamente todos éramos felices!
Fotos a raudales, aquí y allí, individuales y de grupo, hasta unas cabras monteses se apuntaron al festín de bocadillos y todo el arsenal gastronómico disponible. El viento azuzaba y hacia frío, aunque nos fuimos dando cuenta poco a poco, en tanto en cuanto pasaba el tiempo y almorzábamos, todos sacábamos nuestros abrigos y el día se iba poniendo más feo.
Bajada al Refugio del Poqueira
Decidimos bajarnos al refugio por la cresta del Mulhacén, pasando por el Mulhacén “Chico”. La bajada era fácil y bien señalizada en general, tan solo en la parte del “mulhacén chico” parecía que se perdía el sendero, y es a partir de ahí cuando de repente Juan Andrés y detrás Toñi sufrieron una aparatosa caída que menos mal que no pasó nada, es importante ir alerta porque cuando menos te los esperas el suelo lleno de lajas de piedra resbaladizas hacen que te puedas caer, el cansancio hace el resto.
Pronto llegamos a la base del macizo y decidimos que podíamos atajar, en vez de llegar hasta el “Chorrillo” donde paraba la lanzadera. Desde lejos parecía fácil y decidimos acortar, aunque el desnivel y el no haber vereda sumado a que las piernas ya nos pesaban, hizo que el atajo, aunque acortábamos bastante, se hiciera un tanto pesado. Además la lluvia hizo acto de presencia y ya se observaba rastro de cansancio en más de alguno de los allí presente.
Y por fin, llegamos al refugio, serían sobre las seis, cansados, exhaustos, pero felices, deseando ducharnos y cenar. Tuvimos la grata sorpresa de encontrarnos a otro grupo de senderismo de Estepona, “Cala Lui”, con cuyos miembros estuvimos conversando y compartimos cena. El refugio, por ser sábado y en agosto, estaba hasta la bandera. Cenamos sopa, ensalada de cuscús, lomo y de postre un flan de coco.
No tardamos mucho en irnos a dormir pues el día había sido largo y lleno de experiencias, necesitábamos descansar! Magnifico sábado 8 de agosto del 2015.
El grupo en la escalinata de acceso al Refugio de Poqueira (2.500 m) antes de iniciar el ascenso al Pico del Mulhacén (3.483 m) el sábado día 8 de agosto, de izquierda a derecha: José Antonio Quirós (guía), José María García de la Nava Ruiz, Manuel Muñoz, José María García de la Nava, Miguel Alonso, Juan Andrés López, Alicia Ruiz, Pilar Villar, Paula López, Toñi Torrecilla, José Luis Gil, Jesús Díaz y José Luis Jiménez.
VISTA SATÉLITE
MAPA TOPOGRÁFICO
PERFIL DE ALTURA
GALERÍA FOTOGRÁFICA
(Fotos: Jesús Díaz, José Antonio Quirós, José Luís Gil y Miguel Alonso)
TERCER DÍA, DOMINGO 9 DE AGOSTO
DESDE EL REFUGIO DEL POQUEIRA A ESTEPONA
CRÓNICA: MIGUEL ALONSO
El domingo día 8 era el último de nuestra estancia en el Albergue del Poqueira. Este día nos levantamos más relajados, después de un gratificante descanso tras la jornada del día anterior en que ascendimos a la cumbre del Mulhacén.
Tras el desayuno, y después de abonar los gastos de nuestra estancia, recogimos nuestras mochilas y nos dispusimos a emprender el regreso.
Antes de comenzar la marcha, aprovechamos para hacernos la foto de grupo en las escalinatas de acceso al refugio (9:35 h). Estábamos rodeados por los 20 componentes de un club de Pinos Puente, pueblo de la provincia de Granada, que harían el recorrido desde el refugio por la Ruta de las Acequias del Poqueira (PR A-23) hasta Capileira.
Emprendimos el regreso con tranquilidad, ya que teníamos un recorrido andando de 8,3 kilómetros hasta el aparcamiento de la “Hoya del Portillo", lugar donde dejamos aparcados los coches el viernes.
A lo largo del camino nos sorprendieron unas gotas de lluvia (12:05 h) por lo que tuvimos que ponernos los trajes impermeables, pero la lluvia no fue a más, ¡menos mal!
De nuevo fuimos observando a nuestro paso el entorno y, de vez en cuando, volviendo la mirada atrás con cierta nostalgia. Comentábamos lo bien que habíamos pasado esa corta estancia. Nos prometimos repetirla el próximo año y hacérsela partícipe al resto de compañeros de nuestro club que, por diversas causas, no pudieron venir con nosotros.
Al fin llegamos (12:50 h) al lugar donde habíamos dejados aparcados los coches el viernes en el aparcamiento de la Hoya del Portillo, donde después de cambiarnos de ropa y zapatos más cómodos, emprendimos la marcha en los coches hacia Capileira.
Parada y comida en Capileira
Una vez en los coches, continuamos el camino parando en Capileira para comer en el mismo lugar del viernes (13:35 h), el “Bar-Restaurante Paco López”. El sitio nos había gustado y por ello decidimos comer allí.
Una estupenda comida, postres incluidos, el cafelito de ritual, las charlas y una relajación total, pero teníamos que continuar el regreso a nuestras casas, por lo que “levantamos el vuelo” con gran pesar. Así poníamos fin a un inolvidable fin de semana en Sierra Nevada.