Salimos desde Estepona a las 9.15 h de la mañana un grupo de siete compañeros del Club en dos coches destino a Benaoján, pasando por Ronda, donde coincidimos con los preparativos de la salida de la XV edición del maratón de 101 Kms, en varias de su modalidades.
Llegamos a la Estación de Benaoján a las 10.50 h y una vez aparcados los coches iniciamos la ruta cruzando el paso a nivel de la vía del tren que hay a la izquierda, y a continuación, el puente sobre el río. Un panel nos indica la ruta a seguir hasta la Estación de Jimera de Líbar, con un recorrido de ida y vuelta de 16 Kms. Tomamos el sendero por la margen izquierda del río Guadiaro, siguiendo por la Cañada Real del Campo de Gibraltar.
La ruta discurre por el valle del río Guadiaro, entre alcornoques, encinas, quejigos y algunos olivos perdidos. Desde el sendero, pudimos observar las aguas cristalinas del río, en unas ocasiones desde cierta altura, y en otras, desde muy cerca, incluso pudiendo observar algunos peces que habitan las mismas. En algunos tramos del camino, perdimos la vista sobre el río, pero disfrutamos del agradable murmullo de las aguas bajando por su cauce. El perfil de la ruta está formado por suaves toboganes, que nos permiten disfrutar de diferentes perspectivas sobre el cauce del río, unas veces más lejos y otras más cerca.
Una parte de la ruta discurre entre los árboles, cuyas sombras ayudan a soportar el calor que va aumentando a lo largo de la mañana. Durante todo el recorrido, conservamos la vista sobre el valle, disfrutando de un paisaje lleno de vegetación verde, salpicada del colorido de las flores que lo adornan.
Pronto llegamos al molino abandonado y observamos la espectacular panorámica que nos ofrece la Sierra de Benaoján, situada en el otro margen del río, con su cota más alta el Pico Ventana, con 1298 metros de altura, más adelante divisamos una enorme mole caliza llamada El Cacho, donde se conservan las ruinas de un castillo árabe.
Seguimos caminando hasta llegar a una zona llamada Las Angosturas, en la que el valle se hace más estrecho y profundo, debido a la erosión que el río ha ido produciendo en las rocas a lo largo de los siglos, dejando en sus paredes bonitas formas y tonalidades rojas, atravesamos un pequeño puente de madera y nos encontramos con una preciosa vista sobre una zona de meandros.
Nos encontramos una frondosa arboleda y un arroyo que se une al Guadiaro. Es un manantial kárstico, cuyas aguas proceden de la sierra del Macizo de Líbar, que se caracteriza por ser una de las sierras de roca caliza, que mayor cantidad de agua almacena, dando lugar a la formación de acuíferos, que salen al exterior a través de manantiales.
Sobre las 13.30 h llegamos a la Estación de Jimera de Líbar, donde en una pradera junto al río y a la sombra de la arboleda, descansamos y repusimos las energías consumidas en la ruta, con buenos bocatas.
La vuelta la iniciamos sobre las 14.30 h, haciendo el mismo recorrido que a la ida, debido al calor nos resultó a todos más pesada, llegando el grupo fraccionado a la Estación de Benaoján, donde coincidimos con grupos de deportistas que después de recorrer 80 Kms. cruzaban el río en dirección a Roda para culminar su recorrido.
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