CRÓNICA: RAFAEL RODRÍGUEZ
Desde Estepona partimos por la Autovía del Mediterráneo
A-7, en sentido Málaga, en tres coches nueve compañeros, desviándonos hacia San
Pedro de Alcántara para recoger dos compañeros más.
Continuamos por la carretera A-7176 que nos lleva a Istán
tras recorrer 35,8 kilómetros en una hora aproximadamente. Al llegar al pueblo,
tomamos el desvío que sale en cuesta a la derecha y en el siguiente cruce, a
100 metros, nos desviamos a la izquierda hasta la Plaza del Calvario, lugar de
encuentro y donde aparcamos los coches para iniciar el recorrido.
Una vez preparados, tomamos hacia la calle Empedrada, y en sentido este en
dirección al polideportivo. A media subida de la cuesta encontramos, a la
izquierda, la entrada a la zona recreativa El Coto, por la que entramos, para seguir
el sendero de piedra que discurre al lado de la acequia de origen árabe.
Contemplamos los bonitos rincones que nos ofrece este reducto de bosque
mediterráneo, una pajarera, estanque de patos que junto con la Fuente del
Pobre, de agua potable, nos guían estos
primeros pasos.
Este sendero es de Pequeño recorrido PR-A 136, cuyas balizas tienen, junto
a la franja blanca, una amarilla que las distinguen de los Senderos Locales (SL
con franja verde) o de Gran Recorrido (GR con franja roja).
Al final del sendero enlazamos con un carril que sube hasta una pista
asfaltada, tomamos a la izquierda esta pista que nos conduce hasta otra zona
recreativa: El Nacimiento del río Molinos. Una parada breve para fotos y para
contemplar el abundante caudal que lleva el río.
A partir de aquí, seguimos unos
metros por carretera hasta encontrar un
cruce a la derecha. Es una pista forestal que en subida nos conduce a otro cruce por la
derecha que obviamos, siguiendo la pista principal hasta el final. A unos 10
metros, antes de terminar el carril y por la derecha, retomamos el antiguo
camino que sigue ascendiendo.
Al poco rato, cruzamos la cañada Arroyo de la Vieja continuando unos metros
hasta ver a nuestra derecha una gran formación rocosa, El Tajarillo (598
m), seguimos el camino por la base de
esta formación con espléndidas vistas del pueblo y de la Sierra de las Nieves.
El sendero continua en ascenso con alguna dificultad, lo que hace que el
grupo se alargue e incluso, se divida en alguna ocasión. Continuamos el camino
y llegamos a otra cañada, la de Arroyo Castaño y enseguida llegamos al puerto
Cirola.
Al finalizar el ascenso hemos recorrido 5 kilómetros dirigiéndonos en sentido este
hacia la Cañada del Infierno.
El sendero se estrecha y pierde algunas veces, a pesar de haber sido
limpiado de maleza recientemente, varios pasos complicados hacen que la marcha
se ralentice y el grupo quede dividido en dos: por delante Violeta con Manuel,
Margareth y Ana y por detrás José Antonio, Roque, Miguel, Rafa, José Luís, Marja
e Ignacio que cierra el grupo.
Con bastantes dificultades y precauciones, ascendemos junto a una valla
completando el último tramo de la ladera, ahora en descenso, hasta el arroyo
donde nos esperan el resto de compañeros.
Una vez en el lecho del río, aprovechamos para hacer un breve descanso y
tomar algo de alimento.
A partir de aquí, el camino continua unos cientos de metros por el cauce
del arroyo hasta llegar a una alberca en la que nos desviamos a la izquierda y comenzamos
a llanear, pasando por un bancal de olivos y el final de un carril que llega
hasta unos campos de cultivo.
Tras unos metros por el carril de tierra,
enlazamos con el carril Istán-Monda.
Tomamos el carril de la izquierda que nos conduce al pueblo. La marcha se hace
más cómoda por el buen día, la pista y las vistas.
Curva a curva vamos completando el recorrido, cada uno a su ritmo, ya por terreno asfaltado, hasta llegar al
cruce que tomamos por la mañana y al área recreativa del Nacimiento.
Llegamos a los coches a las 15:30 horas, tras haber recorrido 14,4 kilómetros en seis
horas.
Antes de que algunos compañeros decidan regresar, nos hacemos la foto de
grupo con la Sierra de las Nieves al fondo.
Los que decidimos quedarnos, nos dirigimos a la plaza del pueblo donde en
el Bar Restaurante Troyano, disfrutamos de un descanso sentados en las mesas al
pie de la Torre de la Iglesia.
Tomamos el plato estrella: “conejo al ajillo” y el típico “plato panocho”
compuesto por patatas y pimientos verdes fritos, pisto, chorizo, filetitos de
lomo y huevo frito; ensalada, postres y buen tinto completan el menú.
Todo un gozo para dar por terminada esta ruta de dificultad moderada, difícil en algunos tramos, guiados perfectamente
por Violeta.
VERSIÓN EN FORMATO PDF
RECORRIDO POR CARRETERA DE ESTEPONA A ISTÁN
VISTA SATÉLITE
PERFIL DE ALTURA
GALERÍA FOTOGRÁFICA