CRÓNICA: MIGUEL ALONSO
En Estepona nos
dirigiremos hacia el Camino de Casares, llegando en un corto trecho al Parque Municipal de San Isidro Labrador, conocido popularmente como de “Los
Pedregales”, situado en la falda de Sierra Bermeja.
Visita al Centro Dolménico de Corominas
En primer lugar hicimos
una visita guiada (10:05 h) al Centro Dolménico de Corominas situado dentro del
parque, en un edificio en forma de túmulo soterrado, en el que se encuentran
los cincos sepulcros megalíticos de la Edad del Cobre. Fueron descubiertos en
el cercano yacimiento de Corominas en el año 2001 a raíz de la construcción de
la autopista A-7. En él se recrean no sólo los hábitos mortuorios, sino también
las formas de vida de hace unos 5.000 años.
Los dólmenes se
encontraron en un magnífico estado de conservación. En el traslado al actual
emplazamiento, se preservó el ambiente de su ubicación original así como su
orientación geográfica, preferentemente dirigida hacia el sol naciente, símbolo
del renacer.
La visita la efectuamos
conducidos por la guía Victoria Infante, (Guía Interpretadora de Patrimonio) que
fue explicando el origen del yacimiento y la forma de vida de los habitantes de
esa época. En el conjunto, además de los cinco dólmenes, se expone una parte
del valioso expolio encontrado, en vitrinas con diversos objetos: armas,
vasijas, collares y pulseras, junto a paneles y maquetas. Además, con las
explicaciones que nos dio Victoria, pudimos conocer con detalle cómo
transcurrió la vida de los antiguos pobladores.
La ruta
Tras finalizar la
visita arqueológica (11:30 h), nos desplazaremos, dentro del parque, a la
parte alta del mismo pasando cerca de la perrera de ADANA.
Pasada la perrera,
continuaremos por un sendero que discurre por la ladera suroeste de la Sierra
Bermeja, teniendo a nuestros pies el curso del Arroyo Enmedio, zona pedregosa,
con una subida algo pronunciada y con esplendidas vistas de la costa y al fondo
el Peñón de Gibraltar que sobresalía dejando al fondo la costa magrebí.
La ruta fue corta, pero
disfrutamos de las espléndidas vistas hacia la costa. Transcurrió con un tiempo
soleado pero sin calor, un tiempo ideal para caminar. Siempre orientados
siguiendo el curso del arroyo abajo y con la Sierra Bermeja sobre nuestras
cabezas como referencia.
A los pocos metros del
inicio, comenzamos la subida por un corto puerto de montaña, cruzándonos con la
Gran Senda de Málaga, nuevo trazado de 650 kilómetros de longitud, que
circunvala la provincia de Málaga para hacer senderismo.
El sendero discurría
por encima del arroyo de Enmedio, por un terreno pedregoso e incómodo de caminar.
A diestro y siniestro el característico matorral mediterráneo: palmitos,
brezos, enebros, jaras pringosas, matagallos, crocus, gamones y los dichosos y
molestos jérgenes y aulagas que nos pinchaban en el cuerpo dejándonos marcas.
A nuestro paso pudimos ver con tristeza. los restos de pinos quemados en un incendio intensionado acaecido tres o cuatros años atrás que comenzó en la zona baja de los pedregales y subió hacia la sierra pudiendo ser sofocado antes de llegar al pinsapar.
A nuestro paso pudimos ver con tristeza. los restos de pinos quemados en un incendio intensionado acaecido tres o cuatros años atrás que comenzó en la zona baja de los pedregales y subió hacia la sierra pudiendo ser sofocado antes de llegar al pinsapar.
Al cabo de una hora
escasa, llegamos al final de nuestro ruta-paseo, justo donde el arroyo se
encontraba con un corte vertical en la roca, produciendo una cascada con dos
brazos de agua que vertían sobre el cauce, formando una charca de agua limpia,
ideal para bañarse en el verano si persiste el caudal.
En este lugar dispusimos
un descanso mientras tomábamos algún alimento y otros aprovechaban para escalar
más arriba trepando por las rocas. Tras el descanso y la foto del grupo, que
nos hicieron amablemente una pareja que venía tras nosotros, emprendimos el
camino de regreso (13:30 h).
Hubo quienes aprovecharon
unos senderos, que bajaban al arroyo, para disfrutar más de cerca el curso de
agua que corría sorteando las piedras y produciendo una sonora música al
tropezar con las piedras en su recorrido.
Al lugar donde aparcamos
los coches, a la entrada del parque, llegamos a las 14:23 horas. Margaret nos
propuso comer en algún lugar cercano y decidimos acercarnos al Restaurante La
Torre (14:34 h) situado unos metros más arriba, en un Polígono Industrial
cercano a la carretera.
La comida: revuelto de
huevo con tagarninas; patatas fritas con huevo y chorizo; calamar a la plancha;
callos con garbanzos. Todo riquísimo y bien servido.
Un día espléndido y una
nueva compañera, Ana Gutiérrez, que se unió a nosotros y que piensa seguir
haciéndolo.
En la cascada de Arroyo Enmedio, de izquierda a derecha: José María García García, Marja Bolscher, Ana Gutiérrez, Ana Ortiz, Lola Criado, Miguel Alonso, Martine Colombu, Margaret O'Connor, Roque Jesús Gómez y Miguel Ángel Pernas.
GALERÍA FOTOGRÁFICA
(Fotos: Miguel Alonso y Roque Jesús Gómez)
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