lunes, 13 de julio de 2015

Recorrido desde Istán a la Charca del Canalón


CRÓNICA: MIGUEL ALONSO


Pasaban las 8:30 de la mañana cuando partimos, desde el Bar Estadio de Estepona, un grupo de siete compañeros que, al llegar a Istán, se incrementó con otros tres que allí nos aguardaban, en total formamos un grupo de diez.


Paula, Isabel y Jesús nos esperaban en el Bar La Parada, situado en una callejuela cercana al mercadillo que se pone todos los sábados en la avenida de Juan Carlos I, muy cerca de la plaza del Calvario, lugar donde aparcamos los coches.



Desde el aparcamiento del Calvario, se podían contemplar, al norte, la impresionante mole de la Sierra Real (1.331 m) que preside el pueblo como telón de fondo. Caminamos hacia el centro del pueblo pasando por la calle El Chorro donde se encuentra una famosa fuente, antiguo lavadero, que se puede considerar como la imagen más emblemática del pueblo, situado en una zona pintoresca de fachadas blancas, en cuya escalinata lucen buganvillas y rosales.

La fuente de El Chorro consta de siete caños y se abastece de antiguas canalizaciones de agua de origen árabe. El agua pasa desde la fuente hasta el lavadero, adornado con arcos de ladrillo visto y azulejos.

Antes de comenzar la caminata, nos desplazamos en dos coches por el camino de El Nacimiento hacia el final de la pista, dejando uno de los coches aparcado con el fin de, a la vuelta, volver en uno de ellos con parte de los compañeros y regresar con otro de los coches para recoger al resto. De esta manera nos evitábamos el camino de vuelta por la pista con el calor aún reinante que por experiencia de otros años habíamos tenido que soportar.

Al fin, regresamos al pueblo (11:15 h) uniéndonos al grupo que nos esperaban en la plaza, sentados en las mesas del Bar Troyano justo al lado de la Iglesia de San Miguel (siglo XVI), uno de los dos edificios más antiguos del municipio, lugar que aprovechamos para hacernos la foto del grupo.

Ruta a la Charca del Canalón
En vez de hacer la ruta caminando por la pista que conduce directamente al río, pasando por el lugar del nacimiento del río Molinos, conocido por “El Nacimiento”, nosotros decidimos hacer un recorrido más vistoso comenzando la caminata desde el centro del pueblo por una callejuela que salía, a la altura de un quiosco de “chuches”, a la izquierda de la iglesia, que en bajada nos llevó a la altura del cementerio (11:32 h) no sin antes sufrir una equivocación de orientación.

Pasamos por delante de una fuente de agua, construida en el año 1953, decorada con azulejos y de la que caía un chorro de fresca agua que nos sirvió para rellenar las botellas y refrescarnos. Istán es un lugar donde el agua es un elemento imprescindible en su entorno: fuentes, acequias que riegan sus huertas…

Caminamos siguiendo las estrechas callejuelas que nos conducirían en dirección sureste, pasando por la calle Perales y cruzando la calle Almez, siempre en bajada, hacia el camino de las Herrizas.

Una tablilla en un poste (11:36 h), señalaba un camino a la derecha, que iniciamos, bajando por un suelo de hormigón en una fuerte pendiente, por el que había que caminar con precaución por la pronunciada inclinación.

En la bajada, pasamos por un antiguo Molino con una de las piedras de moler ante la fachada, continuando seguidamente por una zona de huertas y frutales siguiendo el sendero PR.A-166 Istán-Herrizas de la Gallega.

Nuestra marcha, que seguía en sentido sureste, nos permitió caminar bajo otra zona montañosa, la de Sierra Blanca, que prolonga el relieve hasta las proximidades de la costa.

Entre la Sierra Real al norte y la Sierra Blanca al sureste, se extiende el valle del río Verde, antes de formar el embalse en dicho río conocido por La Concepción, dando lugar a parajes de gran interés paisajístico y ecológico en la Dehesa de Bornoque, donde una densa masa de alcornoques baja hasta el fondo del valle mezclándose con quejigos y algunos pinsapos, componiendo una bella estampa en el borde norte, en las cercanías de Istán; un paisaje agrícola de terrazas en las que se cultivan frutales y hortalizas.

El sendero nos llevó a uno de los rincones más espectaculares del valle del río Verde: el Charco del Canalón, por una pista forestal que, tras unos 500 metros a través de huertos y frutales, nos llevó hasta el cruce del río Molinos, que atravesamos por el puente peatonal de hormigón y después continuamos unos 600 metros por la misma pista en dirección norte, caminando en  bajada sobre un suelo de cemento para después cruzar un arroyo.

A lo largo de este primer kilómetro de recorrido pudimos ver como los naranjos y aguacates poblaban las huertas que dejábamos a nuestro paso. Poco más adelante, cruzamos otro arroyo conocido como Arroyo Luis y tras unos 100 metros, llegamos a las Herrizas de la Gallega.

Después continuamos por la pista que, tras atravesar unos campos de aguacates, empezó una leve subida. Estábamos, más o menos, a unos 2.500 metros de la salida. Aquí la ruta abandonaba la pista forestal y por la izquierda se adentraba en un sendero que continuamos cruzando primero dos arroyos pequeños y luego uno un poco más grande: arroyo Castaño.

Poco más adelante llegamos a una pista forestal, a través del Puerto de la Cornicabra que en subida nos llevó a otra que continuamos por la izquierda y, al cabo de unos cientos de metros, descendimos al río Verde. Esta pista, que viene a la derecha, es por la que hubiéramos venido desde el pueblo si no hubiéramos seguido la opción que tomamos al principio.

Ya cerca del río, cruzamos el arroyo Bornoque e, inmediatamente después, seguimos a la derecha por una pista que a pocos metros nos llevó hasta el río, que tuvimos que cruzar con precaución debido a las piedras resbaladizas por el verdín que las cubría.

Seguimos la pista y en unos 400 metros encontramos otro cruce de carril que sale por la derecha: el Carril de las Arcas, que seguimos recto y en unos minutos de bajada llegamos al río Verde.

En este punto encontramos los restos de un antiguo puente colgante (14:56 h), del que solamente quedaban los cables suspendidos sin tablas, por lo que tuvimos que cruzar con cuidado el arroyo y posteriormente seguir 10 metros y, en la primera curva del carril, por la derecha, cogimos un sendero que en pocos metros nos llevó (15:00 h) al Charco del Canalón.

Nada más llegar y acomodarnos bajo una sombra, junto a una charca cercana a la del Canalón, nos dimos el primer baño en unas frescas y claras aguas. Había mucha gente, por lo que tuvimos que quedarnos en esta otra más tranquila y con sombra.

En este lugar comimos y entre baños en unas aguas pobladas de pequeños pececillos, parece que eran alevines de Barbos (?). esperábamos a que el sol fuera perdiendo intensidad mientras nos recreábamos en el agua.

Decidimos emprender el regreso (17:40 h) y, el primer grupo de seis compañeros, continuaron en el coche de José Luis Gil que habíamos dejado aparcado al final de la pista por la mañana.

Los otros cuatro continuamos el camino a un paso lento, el calor se sentía, esperábamos que José Luis Gil regresara con el coche a recogernos, cosa que ocurrió al poco rato y al fin nos acercó a las cercanías del pueblo, para continuar andando por la denominada “Acequia del Chorro” cuyo recorrido forma, desde el nacimiento del Río Molinos, un paseo de belleza natural.

Estas acequias siguen sirviendo como canalizadoras de agua para el riego tradicional de las huertas, atravesando todo el pueblo y ramificándose para llegar a los bancales que se encuentran a su alrededor.

En la plaza del pueblo nos esperaban los compañeros que nos habían precedido
sentados en las mesitas de la terraza del “Bar-Restaurante Troyano”, junto a la iglesia de San Miguel en cuya plaza, además de un merecido descanso, comimos opíparamente degustando el plato estrella, “conejo al ajillo” y el típico “plato panocho” compuesto de patatas y pimientos verdes fritos, pisto, chorizo, filetitos de lomo, huevo frito, que acompañamos, con cerveza, vino o por unos refrescos.

El ambiente de la plaza era apacible y allí estuvimos un buen rato mientras Isabel Naranjo visitaba a unos parientes.

Cuando comenzaba a atardecer, emprendimos el regreso a nuestras casas. Otra ruta para retener en nuestra mente y repetir el próximo año en los mismos términos.




RECORRIDO HASTA ISTÁN



VISTA SATÉLITE

MAPA TOPOGRÁFICO
PERFIL DE ALTURAS



                  VERSIÓN IMPRIMIBLE EN PDF



   El grupo en la Plaza de San Miguel de Istán antes de comenzar la ruta. De izquierda a derecha: Juan Carlos Huertas, José Luis Jiménez, Miguel Alonso, Paula López, Pilar Villar, José Antonio Quirós, Jesús Díaz, José Luis Gil, Isabel Naranjo y Jesús González.

GALERÍA FOTOGRÁFICA


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