Crónica: RAFAEL RODRÍGUEZ
De Estepona salimos
en tres coches trece compañeros desde la plaza de San Fernando, donde se encuentra el Bar
Estadio lugar de cita. Nos dirigimos por la Autovía del Mediterráneo A-7
en sentido Málaga. Al llegar a San Pedro de Alcántara, nos desviamos
hacia Ronda por la carretera A-397. Llegados a la altura del kilómetro
11,8 nos desplazamos para continuar por la carretera MA-7306 que nos
llevará a nuestro destino en Parauta, después de recorrer 57 kilómetros
en una hora, aproximadamente.
Llegada a Parauta, lugar de inicio de la ruta
Al
llegar a Parauta (800 m), aparcamos a la entrada del pueblo, cerca del
“Mirador de la Era” donde nos esperan el resto de compañeros.
Ya
pertrechados, nos encaminamos hacia la plaza principal con una breve
para junto a al Fuente de la Alquería donde el que escribe recuerda a
los participantes las normas a seguir en la ruta.
Continuamos dejando a la izquierda el arco de medio punto de la calle Altillo, y por la calle de Salvador Márquez hasta dejar las últimas casas del pueblo.
El comienzo de la ruta se encuentra vallado por obrs en la calle, pero podemos sortear las vallas sin dificultad y comenzar a adentrarnos en el bosque.
En
esta ruta, el color otoñal lo ponen principalmente los castaños, aunque
también podemos ver gran cantidad de zumaques y alguna que otra
cornicabra que ponen el color rojo junto con los madroños. En los lados
del río, los árboles de ribera, sobre todos álamos y los verdes
alcornoques, encinas y quejigos, un sinfín de tonalidades que hacen de
esta zona un paraíso.
Recorrido por los bosques de castaños
Nada
más salir del pueblo, seguimos por el camino que lleva a Cartajima,
dejando a nuestra izquierda el sendero (PR-A 226) que lleva a Igualeja,
camino por el que volveremos al regreso.
Enseguida
comenzamos a disfrutar de las maravillosas vistas que nos proporcionan
los bosques de castaños, con los bonitos tonos otoñales de sus hojas,
por campos y lomas que nos rodean a lo largo del camino. Por sus colores
rojizos-amarillos es conocida por como “Ruta del Cobre” ya que recuerda
a este metal.
El día está fresco por lo que apetece moverse. Siguiendo
el carril principal, vamos descendiendo, observando a nuestro paso los
abundantes arbustos de madroños, zumaques y jaras además de los
chaparros o encinas.
En
la lejanía, entre los castañares, distinguimos las poblaciones de
Cartajima y Júzcar al oeste, así como la enorme mole del cancho Almola
de 1.406 m y las sierras calizas de Jarastepar, Oreganal y los
característicos Riscos de Cartajima, un pequeño torcal.
El
sendero nos lleva en bajada, rodeados de los chopos y granados, a un
antiguo molino y, tras cruzar el “Arroyo Los Granaos”, nos desviamos a
la izquierda buscando una subida que se encuentra bien marcada por el paso de numerosos senderistas.
Continuamos campo a través entre las hojas de los castaños hasta el sendero que nos
lleva, tras continuas subidas y bajadas, hasta la Loma de Igualeja. El
día es plenamente otoñal, lo que nos permite contemplar toda la belleza
del valle del Genal y de los castañares por los que vamos transitando.
Ya
en la loma, nos desviamos a la izquierda y realizamos una parada con
Igualeja al fondo, para realizar la foto de grupo.
Igualeja y el nacimiento del río Genal
Continuamos
en descenso cruzandonos con numerosos senderistas que salen de Igualeja para realizar el recorrido que nosotros haremos después. Seguimos el sendero pronunciado entrando al pueblo atravesando el barrio Santa
Rosa, recorriendo sus estrechas y empinadas callejuelas de blancas
casitas, bajando por la calle “La Tetona” para dirigirnos al este del
pueblo hasta llegar a un bonito recinto donde nace el río Genal, a
partir de un manantial situado dentro de una cueva conocida como “El
Nacimiento” que está considerado como Monumento Natural.
En
este lugar, tomamos un tentempié en un bello entorno ajardinado donde
da comienzo el cauce del río Genal, un paraje de espectacular belleza.
Tras
el descanso y fotos correspondientes, emprendemos el camino de regreso
en sentido inverso para volver por el mismo camino.
Nos cruzamos con numerosos senderistas que nos ralentizan la marcha ya que no hay espacio físico por donde pasar.
Subimos
con las vistas del pueblo a nuestra izquierda en sentido oeste hasta
llegar de nuevo a la Loma de lgualeja. Una subida corta pero intensa y muy concurrida
Llegamos de nuevo al cruce por
el que bajamos al pueblo y tomamos sentido norte una pista que
desciende de nuevo al arroyo, donde llegamos a las 14:00 h por lo que
decidimos realizar una parada para comer.
Algunos compañeros deciden continuar hasta el pueblo mientras que la mayoría tomamos algo de alimento y bebida antes de iniciar la última subida hasta parauta.
De
nuevo en marcha cruzamos el Arroyo de los Granados e iniciamos la
subida a Parauta por una pista de cemento con rampas considerables. El
paisaje que se contempla a nuestra izquierda es espectacular, los colores marrones y
amarillos en los castaños nos inundan ya que la luz de los rayos solares
hace que resplandezcan sus coloridos.
Acabada la larga subida, llegamos a Parauta a las 15:30 h y donde ya nos esperan el resto de compañeros.
Fin de la jornada y regreso a nuestras casas
El
día ha sido espectacular, despejado y con una temperatura y brisa muy
agradables, lo que nos ha permitido disfrutar plenamente de las vistas y
del colorido de todo el valle.
Una parada en la Venta Navasillo para tomar café e infusiones y continuamos hacia Estepona donde llegamos a las 18:30 h. dando por terminada esta completa jornada otoñal con los compañeros y amigos del club.
RECORRIDO HASTA PARAUTA
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