CRÓNICA: MIGUEL ALONSO
De Estepona salimos un grupo de
catorce compañeras/os distribuidos en tres coches, dirigiéndonos por la Autovía
del Mediterráneo A-7 en dirección a Algeciras. Pasada esta, continuamos
por la carretera N-340 hacia Tarifa, hasta divisar, desde la carretera, una
gran duna de arena llamada Punta Paloma, al fondo de la cual observábamos una
zona boscosa tras la que se levantaba una pared montañosa que correspondía a las
sierras de la Higuera y de la Plata.
Al llegar al kilómetros 74, giramos a
la izquierda para continuar por la carretera A-2325, siguiendo la indicación de
un cartel que nos anunciaba a un kilómetro Punta Paloma. Continuamos de frente
y luego a la izquierda donde otra indicación señalaba Camping Las Dunas,
lugar ante el que aparcamos los coches por mayor seguridad. Desde Estepona
habíamos recorrido 87,3 kilómetros en una hora aproximadamente.
Allí nos esperaban Pilar, Ilse, Jesús
y Manolo, con los cuales formamos un grupo de catorce senderistas dispuestos a
emprender el recorrido que teníamos propuesto, entre los que se encontraban
Marifran y Alejandro que venían con nosotros por primera vez.
Frente al camping comenzó nuestro
recorrido siguiendo un sendero que iba sorteando un pinar invadido por la arena
de la duna de Valdevaqueros.
Entorno
Nos encontrábamos en el Parque Natural
del Estrecho que abarca, desde Getares, en
Algeciras, hasta el Cabo de Gracia en Tarifa. Espacio protegido desde
2003, siendo el espacio natural más meridional del continente europeo.
Punta Paloma (en la Ensenada de
Valdevaqueros) es un enclave situado en la costa atlántica del término municipal
de Tarifa. Se corresponde con las estribaciones de la loma de San Bartolomé
perteneciente a la sierra de la Plata.
La playa de Punta Paloma se extiende
al pie de una gran duna que se va formando con ayuda de los vientos de levante
que arrastran la arena de la playa hacia poniente. El arenal es de grano fino y
dorado.
El recorrido por el pinar
Un lugar increíble, digno de visitar.
Seguiamos un sendero que se adentraba en los extensos pinares de la zona
militar, hoy abandonada. Caminábamos en subida bajo una temperatura que
podíamos soportar gracias a la sombra que nos brindaban las copas de los pinos.
Dominando las dunas y la playa, caminábamos por
un monte con instalaciones militares subterráneas que dominan el Estrecho de
Gibraltar llamado Paloma Alta, Betijuelo.
Se trata de una batería
de costa compuesta por tres cañones organizados para disparar bajo el mismo
mando. El conjunto pertenece al ejército español y fue instalado en el lugar
con la aportación de los medios técnicos más avanzados del momento.
Los cañones están protegidos bajo una
capa de hormigón de 4 o 5 metros de espesor y sólo su boca asoma por la
montaña. Debajo estaba el polvorín debidamente camuflado y enterrado. En un
costado se puso en funcionamiento un ascensor. Aún conserva las tres piezas de
381 milímetros, las más grandes del mundo.
Estos cañones eran iguales a los de Navarone,
los más grandes que se construyeron en su época, de calibre 381/45, producidos
en la fábrica Vickers en
Inglaterra. La batería completa, en principio, tenía que constar de 4 piezas,
pero al desembarcarse el material se rompió el tubo de uno de ellos y así fue
como quedaron los tres. Baterías de costa semejantes podemos ver también en El Ferrol, Cartagena
y Mahón. Todas están ya
inactivas y algunas son visitables. Las de Punta Paloma efectuaron su último
disparo en 2008.
Hacia el punto geodésico de Betijuelo
Llegados a una encrucijada, donde a la
izquierda continuaba nuestra ruta hacia el cañón del Arroyo del Puerco,
decidimos seguir de frente para llegar al punto geodésico a través de un pinar
y el diseminado de Betijuelo, ubicado en Paloma Alta, un lugar apacible poblado
de pinos, eucaliptos y alcornoques, mientras que Margaret, Rosa y Javier se
quedaron esperando nuestro regreso para juntos continuar hacia el cañón.
No nos llevó mucho tiempo la subida y
el regreso posterior, pero pudimos disfrutar, una vez arriba, de la espectacular
visión del ancho mar que brillaba por los reflejos del sol. Debido a la
menguada visibilidad producida por el viento de levante, atisbábamos, entre la
bruma, el continente africano o norte de Marruecos. Siguiendo la mirada a
nuestra izquierda destacaba la Isla de Tarifa que emergía en la costa, frente a
la ciudad de Tarifa
y cuyo extremo sur, la Punta de
Tarifa, representa el punto más meridional de la península
ibérica y de la Europa continental.
Una vez que regresamos al punto donde
nos esperaban nuestros compañeros, nos unimos a ellos que, bajo la sombra de
los pinos, aparte del descanso, estaban tomando un “tente en pie”, algo que
también hicimos nosotros.
Hacia el cañón del Arroyo del Puerco
De nuevo en marcha por un paraje
desconocido de esta zona, a pesar de lo cerca que está de las playas y dunas de
Valdevaqueros. Un cañón fósil horadado por el Arroyo de los Puercos durante
cientos de años y que esta situado en los pinares de Punta Paloma. El cañón
tiene una longitud de unos 500 metros y una altura de talud de entre 15 y 20
metros. Seguíamos un sendero señalizado que en bajada nos llevó caminando por
dicho cañón hasta llegar a su límite final.
Atravesado el cañón, continuamos por un
sendero desde el que veíamos aproximarse el mar. Al fin, el agua marina que nos
iba refrescando los pies mientras caminábamos hacia la playa de Valdevaqueros,
cada vez más cerca.
Una vez en la playa, volvimos a hacer
una larga parada para darnos unos baños mientras nos regalábamos la vista en
una playa llena de gente practicando kitesurf y disfrutando del espectáculo al ver
el cielo cubierto con cientos de cometas de mil colores que surcaban sobre
nuestras cabezas.
Chupitos y gintonic en El Mirlo
Una vez que llegamos a los coches nos
dividimos en dos grupos, unos que regresaban a Estepona y otro de siete
compañeros que decidimos acercarnos por la antigua carretera militar recoger
unos bastones que por descuido se dejó Rosa en un punto por el que la cruzamos
en la bajada hacia el mar. Esta escusa nos sirvió para seguir un par de
kilómetros hasta el restaurante El Mirlo, donde nos refrescamos con unos
mojitos, tintos de verano y gin tonic que nos supieron a gloria.
Tarifa la nuit
Nos faltaba algo más, “Tarifa la
nuit”, así que allá nos dirigimos. Primero, mientras Rafa, Javier y Manolo
aparcaban los coches, Rosa, Marja y yo nos dirigimos pasando bajo la Puerta de
Jerez a la cercana confitería La Tarifeña, famosa por sus deliciosos dulces. De
allí nos fuimos al Restaurante-Cafetería
Morilla, situado frente a la iglesia de san Mateo, en la calle Sancho IV El Bravo
donde habíamos quedado.
Ante nuestra perpleja visión, una
larga cola de cientos de personas que se congregaban ante la parroquia de San
Mateo para pasar bajo el manto de María Santísima de la Luz, la patrona y
alcaldesa perpetua de Tarifa.
Ya juntos, dimos cuenta de los
pasteles y después nos fuimos de tapeo por las callejuelas del centro histórico
de la bonita y acogedora Tarifa.
A Estepona llegamos pasadas las doce
de la noche después de una jornada repleta de contrastes.
DATOS GENERALES
Guías: Manuel Muñoz y
Rafael Rodríguez.
Participantes llamad
al coordinador: Miguel Alonso al número de teléfono 619 703 107
Entorno: Parque Natural del
Estrecho.
Localidad:
Valdevaqueros-Tarifa, Cádiz.
Itinerario: desde la playa de
Valdevaqueros a Betijuelo y al Cañón de Punta Paloma.
Recorrido: Circular.
Longitud recorrido: 14,5 kilómetrso.
Duración aproximada
de la excursión: 5 horas.
Dificultad: Baja.
Desnivel: 40 metros.
Tipo de terreno: pista y senderos.
Salida de Estepona: 8:00 horas del Bar
Estadio, frente al campo de fútbol San Fernando.
Punto de encuentro: 9:30 horas en el
Camping Las Dunas en la playa de Valdevaqueros.
Equipo obligatorio
(se comprobará antes de salir): botas de montaña, bastones, forro polar,
pantalones apropiados, agua, bocadillo, Tarjeta Sanitaria, Tarjeta FAM y DNI.
Se recomienda: gorra, guantes,
polainas, gafas de sol, crema de protección solar, silbato, bebidas isotónicas,
frutos secos, fruta fresca, barritas de cereales, cámara fotográfica y
prismáticos.
NORMA GENERAL: para participar en
la excursión es condición imprescindible ser socio del club y estar federado.
Comunicará previamente la asistencia al coordinador/a del club y firmará antes
un impreso eximiendo de responsabilidad al guía y al club.
INVITADOS: podrán participar
dos veces al año, como máximo. Solicitarán la Licencia Federativa de Día,
llamando al club antes de las 12 horas del jueves antes de la ruta.
DESPLAZAMIENTO EN
COCHE:
el precio se calculará multiplicando los kilómetros recorridos por 0,23€ y el
total se dividirá entre los ocupantes, incluido el propietario. En esta ocasión
multiplicaremos los 87,3 kilómetros de recorrido por 2 (ida y vuelta)
resultando 167,4 kilómetros que multiplicaremos por 0,23 euros que nos dará un
resultado final de 38,50 euros a dividir entre los ocupantes del coche.
EN CASO DE ACCIDENTE: llamad
inmediatamente al número de teléfono de Emergencias 112 y al Centro de Atención
24 horas de SERSANET, teléfono 902 107 120.
ASISTENCIA EN VIAJE: ASITUR teléfono 902 110 026
SITUACIÓN DEL BAR ESTADIO EN ESTEPONA
RECORRIDO POR CARRETERA DE ESTEPONA A VALDEVAQUEROS
VISTA SATÉLITE
PERFIL DE ALTURA
El grupo posando ante un cañón de una antigua Batería de Costa abandonada. De izquierda a derecha: Rafael Rodríguez, Toñi Torrecilla, Marisa Salgado, Antonio Martín, Marifran Postigo, Alejandro Sánchez, Violeta Montequín, Miguel Ángel Pernas, José María García de la Nava, Jesús Díaz, Pilar Villar, Margaret O'Connor, Marja Bolscher, Javier Duarte, Rosa María Martín, Ilse Bullerdieck y Miguel Alonso. Hace la foto Manuel Muñoz.
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