CRÓNICA: MIGUEL ALONSO
De Estepona salimos, pasadas las 8 de
la mañana, un pequeño grupo de siete compañeros en 2 coches conducidos por
Miguel Ángel Pernas y Francisco Javier Mena, dirigiéndonos por la Autovía del
Mediterráneo A-7 en sentido Algeciras. Una vez pasada esta, seguimos hacia
Tarifa divisando desde la carretera una gran duna de arena llamada Punta Paloma,
al fondo de la cual observábamos una zona boscosa que en su parte trasera se
levantaba una pared montañosa: las sierras de la Higuera y de la Plata.
Al llegar al kilométrico 74, tomamos
la carretera que comenzaba a la izquierda, la A-2325, siguiendo la indicación
de un cartel que nos anunciaba a un kilómetro Punta Paloma. Continuamos de
frente y a unos mil metros nos desviamos a la izquierda donde una indicación
señalaba Camping Las Dunas.
Entrando por este carril, llegamos a
la donde aparcamos los coches (9.30 h) en una zona de
aparcamiento vigilado por un simpático joven senegalés. Desde Estepona habíamos
recorrido por carretera 87,3 kilómetros en 1.30 horas.
El entorno de la ruta
Nos encontrábamos en el Parque Natural del Estrecho que abarca, desde Getares en Algeciras hasta el Cabo de Gracia en Tarifa, que fue declarado espacio protegido en 2003, siendo la extensión natural
más meridional del continente europeo.
La pedanía de Bolonia se encuentra en
una pequeña ensenada del litoral suratlántico gaditano, delimitada por los
cabos Paloma y Camarinal. Esta pequeña bahía está rodeada por las elevaciones
de la Loma de San Bartolomé, al este, y las sierras de la Higuera y de de la Plata
al oeste.
Sin duda las playas de Tarifa son uno
de sus principales referentes turísticos, conocidas dentro y fuera de España,
en ellas encontramos kilómetros de arena fina y dorada y aguas cristalinas, eso
sí, muy frías.
La playa de Valdevaqueros
Es famosa por la multitud de deportes
náuticos que se practican en ella, tiene una extensión de algo más de 5
kilómetros con grandes dunas de arena blanca. El viento de levante, que azota
esta zona de la costa de forma casi permanente, convierte esta localidad en la
meca de deportes náuticos, como el surf.
La más conocida es la paradisíaca
playa de la Ensenada de Bolonia, de las mejores de toda la costa gaditana con
casi 4 kilómetros para disfrutar de una de las pocas playas que aún se
conservan en estado casi virgen. Destacan sus grandes dunas y aguas de azul muy
intenso. Junto a ella se encuentra el complejo arqueológico de la antigua
ciudad romana de Baelo Claudia y en gran parte de ella es común la práctica del
nudismo, al igual que en la de Punta Paloma. Ambas se sitúan en pleno paraje
natural, en una zona formada por varias calas de arena dorada y rocas que
permiten más la intimidad.
Recorrido por la costa
Iniciamos el recorrido (9.50h) a mitad
de la ensenada de Valdevaqueros (4.050 m de longitud) cerca de la desembocadura
del arroyo El Valle que forma un gran estuario al llegar al mar. Al frente
teníamos la duna del mismo nombre, que se agranda gracias a los vientos que
soplan de levante arrastrando las arenas de la playa hacia el poniente.
Caminabamos hacia Punta Paloma
teniendo que sortear una zona de piedras sin gran dificultad y después por
zonas de playa. A estas tempranas horas de la mañana el tiempo no invitaba a
disfrutar de unos chapuzones en el mar.
El recorrido lo hicimos en gran parte
por la costa hasta la playa de Bolonia. En total 19,2 kilómetros de poca
dificultad, tan solo la de caminar por las playas, en algunos tramos de piedras
grandes y en otros por senderos sobre unos acantilados desde los que
disfrutábamos de la visión de un mar en calma siguiendo las marcas en las rocas
(trazos blanco y verde) que significan sendero local.
El día se presentaba algo gris con
unas nubes blancas que nos permitían andar sin el agobio del calor. Al otro
lado del estrecho se veía la costa marroquí donde destacana el famoso
promontorio del Ibi Musa (851 m) que, junto con el Peñón de Gibraltar (426 m),
forman las míticas Columnas de Hércules de origen mitológico, promontorios que
flanquean el Estrecho de Gibraltar. Era el límite del mundo conocido por los
griegos.
Andados unos tres kilómetros llegamos a
Punta Corrales (11.h), no pudiendo seguir por la orilla, por lo que tuvimos que
subir por un sendero cerca de un pinar, por encima de los acantilados, que
atravesaba campos poblados de lentiscos, especie muy típica del área mediterránea junto
con mirtos y palmitos.
A lo
largo de nuestro camino por la playa, vimos más de una docena de precarias embarcaciones
de madera abandonadas, las tan oídas pateras, con las que cruzan el Estrecho
tantas personas,
la mayoría de origen subsahariano, alcanzando las costas andaluzas unos y otros
sucumbiendo en el intento. Una pena injusta para estos semejantes.
Por la zona de las piscinas naturales
Volvimos a bajar a la playa pasando
por las llamadas “piscinas naturales” (11.34h); formaciones geológicas
producidas en las paredes de los acantilados. Son plataformas de abrasión en
las zonas intermareales, que dan lugar a unas balsas, especie de piscinas,
donde el agua está retenida y por tanto más cálida. Continuamos el recorrido
por una bella zona con rincones donde cantidad de bañistas acampan en tiendas o
se tumban en tollas sobre la playa para disfrutar de unas cristalinas aguas
color turquesa. Un bello entorno hasta llegar a la playa de Bolonia (12.45h).
Comida y baños en la playa de Bolonia
Llegados a esta otra gran playa, paramos
para darse unos baños Elena, María Ángeles y Javier. Los otros cuatro decidimos
acercarnos al cercano Bar-Restaurante “Casa Ríos” (13.00h), situado en esta
zona conocida como El Lentiscal, donde Macarena, una simpática camarera, nos
puso unas cervezas y unos “tintos de verano” mientras hacíamos tiempo para que nos
sirvieran la comida.
Al fin pudimos comer Antonio y yo el atún encebollado
(típico plato de la zona) y Miguel Ángel y Juan Luis unos ricos “Borriquetes” o burro (pescado blanco) asado a la
espalda junto con una rica ensalada variada bajo la
sombra que nos proporcionaban unas sombrillas en una trerraza frente al mar,
mientras tomábamos un descanso tras el recorrido.
Regreso a Valdevaqueros
Posteriormente, emprendimos el regreso
(15.15h), deshaciendo el camino que trajimos, pero esta vez por el sendero que
recorría un pinar cercano a los acantilados ya que la marea estaba subiendo y
dificultaba el paso por la playa y las zonas rocosa.
En un momento del recorrido, Miguel
Ángel. Juan Luis y Antonio decidieron bajar a la playa, caminando hacia
Valdevaqueros, y el resto continuamos por el pinar, llegando a nuestro paso al
restaurante “El Mirlo” (17.00h), situación que aprovechamos para tomarnos unos
cafés con hielo con los que saciamos la sed.
Colorido espectáculo de Kitesurf
Aproximándonos a la playa de Valdevaqueros, vimos cantidad de cometas de diferentes colores de la práctica
del Kitesurf
que sobrevolaban sobre nuestras cabezas. Un bello
espectáculo de colorido sobre el cielo.
Al aparcamiento llegamos a las seis y
media. Allí nos estaban esperando los compañeros que tomaron la costa para
regresar, después de haber hecho una ruta con un recorrido, entre ida y vuelta,
de unos 19,2 kilómetros.
A Estepona llegamos sobre las ocho de
la tarde después de haber disfrutado de un bonito día recorriendo unas de las
playas más bonitas de la costa gaditana.
DATOS GENERALES
Guía: Miguel Alonso.
Participantes llamad al coordinador: Miguel Alonso al 619 703 107.
Entorno: Parque Natural del Estrecho.
Localidades: Valdevaqueros-Bolonia en Tarifa, Cádiz.
Itinerario: Recorrido desde la playa de Valdevaqueros a la de Bolonia y regreso a la de inicio en Valdevaqueros.
Recorrido: Lineal.
Longitud recorrido: 17,2 kilómetros.
Duración aproximada de la excursión: 6 a 7 horas, dependiendo de los baños.
Dificultad: Media-Baja.
Tipo de terreno: playas, dunas y senderos.
Salida de Estepona: 8:00 horas del Bar Estadio, frente al campo de fútbol San Fernando.
Punto de encuentro: 10:00 horas en el aparcamiento de El Lentiscal, situado en la playa de Valdevaqueros.
Equipo obligatorio (se comprobará antes de salir): calzado para andar por playas y senderos, bastones, pantalones cortos, agua, bocadillo, Tarjeta Sanitaria, Tarjeta FAM y DNI.
Se recomienda: gorra, bañador, gafas de sol, crema de protección solar, vaselina líquida para protegerse de la salinidad del agua del mar, silbato, bebidas isotónicas, frutos secos, fruta fresca, barritas de cereales, cámara fotográfica y prismáticos.
NORMA GENERAL: para participar en la excursión es condición imprescindible ser socio del club y estar federado. Comunicará previamente la asistencia al coordinador/a del club y firmará antes un impreso eximiendo de responsabilidad al guía y al club.
INVITADOS: podrán participar dos veces al año, como máximo. Solici-tarán la “Licencia Federativa para un Día”, llamando al club antes de las 12 horas del jueves antes de la ruta.
DESPLAZAMIENTO EN COCHE: el precio se calculará multiplicando los kilómetros recorridos por 0,23€ y el total se dividirá entre los ocupantes, incluido el propietario. En el caso de hoy multiplicaremos por 2 los 80,5 kilómetros (ida y vuelta) y el resultado de 161 kilómetros por 0,25 euros que nos resultan 40,25 euros a dividir entre los ocupantes del vehículo.
EN CASO DE ACCIDENTE: llamad inmediatamente al número de teléfono de Emergencias 112 y al Centro de Atención 24 horas de SERSANET, teléfono 902 107 120.
ASISTENCIA EN VIAJE: ASITUR número de teléfono 902 110 026
VERSIÓN IMPRIMIBLE EN FORMATO PDF
Situación del Bar Estadio de Estepona, lugar de cita para emprender la ruta.
VISTA SATÉLITE DEL RECORRIDO
MAPA TOPOGRÁFICO
PERFIL DE ALTURA
El grupo al inicio del recorrido en la playa de Valdevaqueros. De izquierda a derecha: Juan Luis Lara, Antonio Martín, Francisco Javier Mena, Miguel Ángel Pernas, María Ángeles Vera, Elena
Guerra y Miguel Alonso.
GALERÍA FOTOGRÁFICA (En elaboración)
(Fotos: María Ángeles Vera, Francisco Javier Mena, Miguel Alonso)
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