El sábado día 31 de agosto decidimos hacer una ruta por el entorno de los embalses, en el Paraje Natural Desfiladero de los Gaitanes. Partimos de Estepona por la autovía del Mediterráneo A-7 en sentido Málaga, desviándonos en la salida 185 para continuar por la carretera A-355 hacia Ojén y seguir carretera arriba dejando atrás los pueblos de Coin, Pizarra y Carratraca, para luego desviarnos hacia Ardales por la Autovía del Guadalhorce A-357.
A la altura de Ardales, tomamos por el desvío que nos indicaba hacia El Chorro. A partir de ahí la carretera iba bordeando gran parte del Embalse del Conde de Guadalhorce, que en todo momento quedaba a nuestra izquierda, hasta que, recorridos unos 5 kilómetros desde el desvío, llegamos a un punto donde se nos indicaba a la derecha y Parque Ardales al frente. Siguiendo las indicaciones al frente llegamos al Camping Parque Ardales, justo al lado del Desfiladero de los Gaitanes y más adelante, al fin, llegamos a nuestro punto de destino (10:30 h), el Restaurante El Kiosko junto al que dejamos aparcados los coches.
Antes de emprender la ruta, encargamos un arroz a la paella para las dos y media de la tarde en el restaurante, así dejábamos tiempo suficiente para recorrer el sendero y darnos unos baños en el embalse antes de la comida.
El entorno
El Paraje Natural Desfiladero de los Gaitanes, junto con el embalse del Guadalhorce, forman un auténtico paraíso para los amantes de la naturaleza y el senderismo. Por ello escogimos, para esta jornada del 31 de agosto, esta ruta que discurría por un entorno acuático, además de por su belleza paisajística, lugar ideal para disfrutar de una buena sesión de baños combinada con una ruta sencilla aprovechando este privilegiado entorno.
El Sendero del Gaitanejo
El tiempo era ideal para caminar, corría un aire fresco y la proximidad de los embalses también aportaba cierta humedad que refrescaba el ambiente.
Tuvimos que retrasar el inicio de la ruta por esperar a Violeta, que venía sola desde San Pedro de Alcántara y que se había extraviado tomando equivocadamente la dirección de El Chorro. Como tardaba, decidimos esperarla José Luis y el que os hace esta crónica, mientras el resto de compañeros comenzaron la andadura (11:00 h) para reunirnos más adelante con ellos.
Al fin apareció Violeta muy apurada (11:30 h) por la tardanza y emprendimos la marcha por el mismo lugar que nuestros compañeros, justo al lado del restaurante El Kiosco, donde se encuentra la entrada a un pequeño tunecillo excavado en roca arenisca, de unos 150 metros de longitud, que daba paso, al otro lado de la montaña, a una ladera de pinar con vistas al Embalse del Gaitanejo por el que fuimos andando rodeados en todo momento de abundante vegetación, especialmente de pino de repoblación, que daban un toque verde al paisaje.
A unos cien metros del túnel subía el sendero, a la derecha, y al cabo de unos metros de fuerte subida, alcanzamos la pista que partía desde el Restaurante el Mirador (12:15 h) donde nos reagrupamos todos.
Continuamos por la pista con nuevas perspectivas del Embalse del Gaitanejo, que fuimos viendo entre las ramas y las copas de los pinos que flanqueaban el camino, atravesando un nuevo túnel, también excavado en roca arenisca, que nada más dejar atrás nos condujo a un lugar plagado de grandes oquedades rocosas, hasta llegar a la Central Hidroeléctrica (12:40 h).
El camino seguía junto a una alambrada metálica que rodeaba la Central Eléctrica, que dejamos a nuestra derecha, observando a nuestra izquierda la Presa del Gaitanejo construida a base de bloques de sillería.
Unos cién metros más adelante, llegamos al comienzo del famoso “Caminito del Rey”, en su tramo correspondiente al Desfiladero del Gaitanejo, cuyo acceso está cortado por una puerta de hierro, ya que actualmente está impracticable, por lo que está absolutamente prohibído el acceso al mismo debido al peligroso estado en que se encuentra.
En este lugar, unas escalinatas excavadas en la roca nos permitieron bajar a una cota más baja, justo al lado donde vierte el agua de la presa y desde donde pudimos ver, más cerca, la famosa pasarela, prácticamente impracticable, del Caminito del Rey, donde nos hicimos unas fotos en ese espectacular rincón.
De vuelta a la Central Hidroeléctrica, emprendimos el regreso por la llamada Senda de Pescadores (13:00 h), que discurría paralela a la orilla del embalse y que ahora llevábamos a nuestra derecha, pasando frente a un espectacular arco trazado sobre una pared de arenisca, en la orilla contraria, conocida como La Roseta, monumental ejemplo de erosión alveolar (por las oquedades que presentan las rocas), disfrutando de un bello recorrido entre un densa arboleda de pinos y eucaliptos. Las paredes de arenisca daban un toque añadido por las oquedades que en ellas habían.
Algo más adelante, todavía junto al nivel de las aguas del embalse, la senda describía una prolongada curva, a modo de herradura, formada por un antiguo meandro del río, donde nos encontramos con lo que fueron las ruinas de antiguas viviendas rupestres, posterior refugio de pastores. A partir de aquí la senda comenzaba a subir de forma suave.
Al fin, llegamos al túnel por el que iniciamos el recorrido (13:50 h). La mayoría del grupo se cambiaron de ropa para zambullirse en las aguas del embalse y otros, nos dirijímos a la mesa que teníamos reservada en el restaurante para refrescarnos con unas cervezas o Tinto de verano mientras regresaban los compañeros del baño.
La comida
Comenzámos la comida (15:00 h) y mientras esperábamos el arroz, fuimos saciando el hambre con unas ensaladas. Por fin, apareció la paella con un rico arroz que Violeta se prestó a servirnos y que engullimos con gusto. Estábamos hambrientos y no dejamos ni un solo grano en la paella.
El ambiente entre el grupo era distendido y animado. Risas y ocurrencias, de unos y otros, amenizaban el momento. Luego vinieron los postres, los cafés…
Pero finalmente llegó el momento de la despedida para la gran mayoría del grupo (17:00 h), ya que el tiempo se les echaba encima a algunos que tenían compromisos que atender.
Quedamos unos pocos que, después de unos cafés con hielo y un corto relajamiento, dando tiempo a que desaparecieran los efectos del alcohol, dimos por finalizada la jornada emprendiendo el regreso a nuestras casas, ya pasadas las seis de la tarde.
El grupo en la comida en el Restaurante El Kiosco del Parque Ardales. De izquierda a derecha: Miguel Alonso, Margaret O'Connor, José Castillo, Regina Rico, Juana Palomares, José Carlos Rivas, Violeta Montequín, Pepi González, Marja Bolscher, Michele Abinante, José Luis Jiménez y Chelo Alonso. No sale Sofía Mateos ausente en el momento de hacer la foto.
MAPA DEL RECORRIDO
CROQUIS DEL RECORRIDO
MAPA TOPOGRÁFICO
PERFIL DE ALTURA
GALERÍA FOTOGRÁFICA
(Fotos: Miguel Alonso, Pepí González, Juana Palomares y Jose Carlos Rivas)
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