Desde Estepona tomamos la autovía A-7 hacia Manilva y en la rotonda situada en el punto kilométrico 146,5, nos desviamos a la derecha (camino de Sabinillas a Casares) que se encuentra a la altura del supermercado Lidl. Seguimos pasando bajo el puente de la autopista de peaje AP-7. A los pocos metros, se accede por la derecha a un carril terrizo por el que hay que seguir hasta llegar a un llano, a la izquierda, antes de la Ermita de San Adolfo, lugar donde dejamos aparcados los coches.
Nos esperan los compañeros Margarita y David, justo cuando aparcamos y en unos minutos estamos todos los que realizaremos la ruta.
Comenzamos el recorrido siguiendo el camino hacia el oeste que pasa por la ermita de San Adolfo, para continuar por el sendero que bordea el río Manilva en sentido ascendente, teniendo que vadearlo varias veces hacia una y otra orilla.
Primer tramo de la ruta
Transcurre en un recorrido de unos 3,6 kilómetros, desde los baños, siguiendo la senda del río en sentido noroeste. Avanzamos con alguna dificultad, sobre todo por la necesidad de tener que transitar y vadear el río varias veces por un sendero que en ocasiones se pierde, lo que hizo que nos despistásemos en más de una ocasión. Desde los baños tomamos un carril a la izquierda, hasta el primer molino que encontramos rodeado de naranjos, cuya acequia, aún en servicio, data del siglo XVI.
Tras dejar atrás el molino, continuamos cauce arriba encajonados por una angostura creada por la erosión de la roca caliza dando ocasión a formas caprichosas que resultan de especial belleza.
Tomamos la senda en sentido ascendente hasta llegar a las ruinas del molino del Cancón y, más adelante, a unas vistas de la ladera este del Canuto y al “Molino de los Caballos” donde nos detenemos para reagruparnos, frente a una cuadra de caballos, muy bien cuidado, con espacios y cuadras que el dueño, un británico, dedica al deporte de El polo.
Desvío hacia el Canuto del Barranco Chico de la Utrera
Al llegar al molino del Cancón algunos compañeros cruzan el río por un puente metálico, mientras que el resto cruzamos el río llegando a una la pista de hormigón que, tras una larga y fuerte subida cercana al “Molino de los Caballos”. Alguna parada para contemplar hacia el norte las vistas de Sierra Crestellina y el pueblo de Casares, momento que aprovechamos para hacernos la foto de grupo.
Continuamos ascendiendo hasta la altura de un poste de cables de alta tensión, referencia por la que nos desviamos para seguir, campo a través, sin ninguna señalización, hasta subir una empinada cuesta y llegar a un pequeño claro donde nos detenemos para refrescarnos y tomar algo de fruta.
Una vez terminamos, continuamos ascendiendo unos metros en dirección sur, aunque el sendero se ha perdido por la vegetación por lo que tenemos que parar y buscar la senda, sorteamos alguna que otra dificultad y retomamos el sendero para llegar a una vaguada que cruzamos para nos transitar demasiado por la carretera, caminando paralelos a ella por la ladera norte del canuto.
Terminado el sendero llegamos a una pista que da acceso a los campos de labor. Cruzamos una angarilla y continuamos un kilómetro en dirección sur por el arcén de la carretera para llegar a el paraje conocido por Llano de los Gaínos donde se inicia el sendero local del “Canuto de la Utrera” (SL-11) que presenta alguna dificultad por caminar por un terreno pedregoso.
Recorrido por el Canuto Grande de la Utrera
Iniciado el camino, nos desviamos para que los compañeros que no lo conocen, puedan ver la Placa junto al arroyuelo de nuestra compañera Cristina.
Volvemos al camino y nos desplazamos a la izquierda para subir por un sendero que conduce a la parte alta de la sierra, donde se extiende un bello torcal. Un corto trecho que hacemos solo algunos compañeros para ganar altura y contemplar desde una cota más alta el entorno. Tras alcanzar dicho cometido, regresamos por el mismo sendero hasta el camino de nuestra ruta donde nos esperan el resto de compañeros, junto a un cartel informativo.
Iniciamos el descenso al Canuto con una parada para hacer una foto de grupo con el Mar Mediterráneo al fondo. A continuación pasamos con alguna dificultad los restos de unas instalaciones que, por los años 70 del siglo pasado, se utilizaron para hacer unas prospecciones petrolíferas, debido a que la lluvia ha borrado el sendero original.
Seguimos el sendero saltando entre piedras que han caído desde las paredes de la sierra hasta encontrar el sendero muy deteriorado por las lluvias. Alguna parada para contemplar los majestuosos buitres y algunas cabras en las paredes escarpadas y continuamos.
Avanzamos con dificultad por la estrechez del valle, que se va encajonando, dando lugar a un arroyo, donde la lluvia, a lo largo de los milenios, ha excavado la roca hasta formar un estrecho pasillo, conocido por esta zona como canuto, por donde caminamos con dificultad, debido a las grandes piedras que tenemos que sortear, con algún que otro resbalón sin mayores consecuencias.
Próximos al final, contemplamos desde nuestro camino una maravillosa estampa del cañón con el mar Mediterráneo al fondo, llegando al final del cañón a las 14:00 h de la tarde.
Fin de la ruta
Una vez reagrupados en la salida, el grupo se divide entre los que quieren refrescarse en los Baños de la Hedionda y aprovechar para comer allí, los que prefieren tomar algún refresco a la vuelta y los que definitivamente se marchan para sus casas dando por terminada la salida por este variado entorno.
Un día estupendo y un recorrido, a veces exigente, que sorteamos con alguna que otra dificultad, pero que nos ha dejado a todos satisfechos.
VERSIÓN IMPRIMIBLE
RECORRIDO POR CARRETERA HASTA EL INICIO RUTA
MAPA TOPOGRÁFICO DEL RECORRIDO
VISTA DEL RECORRIDO DESDE EL SATÉLITE
PERFIL DE ALTURA Y LONGITUD DEL RECORRIDO
PARTICIPANTES DEN LA RUTA
GALERÍA FOTOGRÁFICA.-
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