sábado, 28 de abril de 2012

Camino Nicola-Velerín

Esta ruta se realizó en sustitución de la programada debido a las inclemencias meteorológicas.

CRÓNICA: Miguel Alonso.


En Construcción.

De Izq. a Drch.: Rafa, Charo, José Antonio, Robert, Miguel, Mª Ángeles, Violeta, Margaret y Roque.


Vídeo Cmno. Nicola-Velerín

Galería Fotográfica

sábado, 21 de abril de 2012

De Ojén a Juanar y al Picacho de los Castillejos


CRÓNICA: MIGUEL ALONSO


Desde Estepona salimos, pasadas las 8:30 h, un grupo de ocho compañeros que nos dirigimos hacia Ojén a donde llegamos sobre las 9:30 h. En este lugar esperamos una media hora a María que venía directamente de Marbella y que se había perdido en el pueblo no encontrando el lugar de encuentro situado en el aparcamiento del río Almadán, cercano a la gasolinera de Repsol, en la calle Carretera.

PRIMER TRAMO: Una vez reunidos en el aparcamiento, donde al fin se nos unió María, comenzamos el recorrido cuando eran las 10 de la maña. Cerca del aparcamiento, semiesquina con la calle Carretera número 27 (Villa Loli), hay un panel indicador donde se inicia el sendero subiendo una escalinata, entre unas casitas bajas, para continuar por el camino que conduce a la casa del Cerezal, antigua vivienda forestal. Después de unos mil metros de recorrido llegamos a una bifurcación en la que tomamos el camino de la izquierda que nos condujo, traspasando una cancela de hierro, al Parque Botánico El Cerezal, espacio catalogado como Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo.

El lugar estaba rodeado de mucha vegetación e incluso con mesas y bancos para comer, pudiendo observar una gran variedad de vegetación: Palmitos, lentiscos, acebuches y algarrobos, especies originales características del encinar que coexisten junto al pinar.

Tras cruzar el parque tomamos un sendero a nuestra izquierda que nos introdujo en un túnel a oscuras que discurría bajo la carretera. Desde aquí iniciamos la subida hacia el Refugio de Juanar encontrándonos, a medio camino, con nuestra compañera Ilse que venía a nuestro encuentro pues había subido en coche hasta el Refugio.

Ascendíamos por un sendero que al principio discurría pegado al cauce de un torrente seco (Arroyo Almadán), para finalmente irnos distanciando de el. A lo largo del recorrido fuimos observando masas de alcornocales centenarios junto con otras, como pinares, lentiscales, acebuchales… y una vegetación verde muy frondosa, debido a la humedad que aportaban la cañada y el propio arroyo. El camino, una de las partes más agradables del itinerario, empezó a coger altura entrando en una zona de pinar con suelo arenoso. Desde este lugar comenzamos a tener unas impresionantes vistas de las montañas que nos rodeaban.

El itinerario era muy entretenido y fácil, aunque en ascenso constante. En algunos tramos, si mirábamos hacia abajo, podíamos ver la costa mediterránea. Hacia arriba y a la derecha el Cerro Nicolás, con sus 1.022 m, nos servía de orientación hasta nuestra meta.

Al Juanar, fin de la primera parte de la ruta, llegamos a las 12 del medio día. En un poste con varias señalizaciones, una de ellas nos indicaba el camino a seguir para iniciar la segunda parte de la excursión. Desviándonos a la derecha, bajamos al Hotel-Refugio de Juanar, donde se quedaron Anita y Trevor, debido a una lesión en una pierna, para recogerlos a la vuelta
.
En este lugar nos llevamos una grata sorpresa al encontrarnos allí a nuestro compañero Pepe Garzón que subió desde Marbella para vernos, ya que aún no puede acompañárnos al estar convaleciente de una enfermedad.

SEGUNDO TRAMO: Se trataba de una ruta circular que arrancaba cerca del Refugio de Juanar, a 800 metros carretera abajo, donde comenzaba, a la izquierda, una senda señalada con el nombre de José Lima. Al inicio, había un panel con un mapa donde se reflejaba el recorrido a seguir, rodeando Sierra Blanca por un bello entorno debido a la diversidad de vegetación y arboleda. Esta senda desciende hasta un arroyo seco que discurre paralelo a la carretera, después del cual comenzamos una subida, algo pronunciada, por la vertiente este de Sierra Blanca. Según íbamos ascendiendo pudimos visualizar el municipio de Ojén y detrás el Valle del Olivar.

Al llegar a un collado y girar a la derecha, nos vimos inmersos en un espectacular paisaje rodeados de montes. Siguiendo la ascensión por una húmeda vaguada, observamos al fondo, a la izquierda, un pequeño bosque de pinsapos destacando uno entre todos, casi al final del barranco, en la Fuente del Pozuelo, a donde llegamos a las 14:00 h encontrando la fuente sin agua, probablemente por la sequía, donde paramos para tomarnos un descanso y engullir los bocadillos.

Posteriormente caminamos unos 350 m más adelante llegando al Puerto del Pozuelo, donde finalmente optamos por no subir Picacho de los Castillejos y continuar por un sendero bien marcado que discurría por la cara noroeste de Sierra Blanca, observando al fondo el Valle del Genal y el Cerro de la Funaleja.

El camino descendía rápidamente hasta los bosquetes que rodean al Refugio de Juanar, encontrándonos con un cerrado bosque de castaños. Un bello itinerario, tanto por el paraje como por la cantidad de vegetación y arboleda diferente, un recorrido que nos resultó muy gratificante.

Al Hotel del Juanar llegamos a las 16:45 h, encontrándonos con Anita y Trevor que nos estaban esperando. Ilse bajó con su coche a Ojén junto con Anita, Trevor y Javier para subir este con el suyo a recoger a Robert y María que decidieron regresar a Estepona en coche. Los cuatro restantes: Ángeles, Pepi, Rafa y Miguel decidimos continuar la excursión andando, como estaba previsto, desde este lugar (17:45 h) regresando por el mismo camino por el que  subimos por la mañana, llegando finalmente a Ojén cuendo eran las 19:00 h para posteriormente emprender el regreso a Estepona.


De izquierda a derecha: María, Ángeles, Rafa, Robert, Javier, Pepi, Trevor y Anita. Faltan Ilse, que se unió después y Miguel que hace la foto.



Vídeo Ojén - Juanar - Castillejos
   
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domingo, 8 de abril de 2012

Ruta Pasada del Pino- La Acedía.

El sábado día 7, debido a las condiciones meteorológicas, no se realizó la ruta prevista debido a los riesgos que entrañaba, haciendo por ello la ruta Pasada del Pino-La Acedía, mucho más segura. 

CRÓNICA: RAFAEL RODRÍGUEZ  
A la hora de la salida nos reunimos en lugar habitual ocho compañeros. Como el tiempo pronosticaba lluvia decidimos realizar una ruta alternativa por un terreno más seguro, Pasada del Pino - La Acedía.



Partimos en tres coches en dirección a Casares por la carretera del polígono hasta sobrepasar la Planta de Residuos Sólidos, a unos 500 m aproximadamente se encuentra el camino de la Acedía.

Tras unas primeras rampas entre jaras y olor a tierra húmeda, apareció una fina lluvia lo cual refrescó aún más la mañana. Comenzamos el ascenso por una pista muy cómoda hasta llegar a un pequeño llano donde iniciamos la subida de la loma por un sendero estrecho y  pedregoso.

A nuestra espalda pudimos observar Gibraltar, los Pedregales, Estepona y frente a nosotros Sierra Bermeja. Recorridos unos 800 m el sendero enlaza con una pista forestal abandonada que nos condujo en un ascenso suave hasta la cañada denominada la Pasada del Pino, donde paramos para tomar  alimento y agua en la fuente, aprovechando también para hacernos la foto de rigor. 

Iniciamos el descenso por la vertiente opuesta, con vistas a Sierra Crestellina y la Acedía, explorando un camino que se dirigía en dirección oeste y que nos conducía a una balsa de agua en un helipuerto contra incendios, por lo que hubimos de volver sobre nuestros pasos para recuperar el camino inicial de descenso.

Tras un kilómetro de recorrido, aproximadamente, llegamos al comedero de aves carroñeras “EL Muladar”, repleto de buitres y algunos cadáveres de animales  que desprenden un olor muy desagradable. Los buitres abandonaron el lugar a nuestro paso, sobrevolando durante algún tiempo nuestras cabezas, en una estampa muy cinematográfica…

Al llegar al valle, fuimos encontrando las primeras viviendas y bifurcaciones en la pista por la que transitábamos. En  un cruce balizado decidimos no seguir las indicaciones del sendero y alargar la ruta en dirección oeste. La pista nos condujo hasta el acceso principal a la Acedía desde la carretera de Casares. En una curva, junto a un gran alcornoque y con vistas al valle decidimos parar para comer.

Posteriormente tomamos una pista que descendía hacia el arroyo La Acedía para retomar el camino de la mañana que veíamos en la ladera este frente a nosotros, encontrándonos con un cartel de “Camino Particular” lo que nos hizo dudar si seguir o volver sobre nuestros pasos. Decidimos volver. Cuando habíamos llegado de nuevo a la pista principal, unos residentes indicaron a José Antonio y a Robert  que podíamos pasar por la pista que habíamos abandonado sin ningún problema, por lo que volvimos a bajar hacia el arroyo.

Seguimos las indicaciones que nos dieron y tras pasar por algunas viviendas y cruzar el arroyo La Acedía, iniciamos el ascenso hacia la pista de la mañana que encontramos a unos 500 m. Desde allí el camino hacia los coches fue muy cómodo ya que el tiempo mejoró ostensiblemente, quedando una tarde muy soleada.

A los coches llegamos a las 15:10 h, completando un recorrido de 17,4 km según nuestro GPS y seis horas de duración.

A la vuelta José Antonio propuso tomar un café en el Bar la Torre, situado en el Polígono Industrial de Casares, donde nos refrescamos, intercambiamos opiniones sobre las próximas salidas y dimos por terminada la ruta. 


   De izquierda a derecha: Sofía, Violeta, Miguel y Ángeles y detrás Javier, Robert, José Antonio  y Rafa.





Vídeo Pasada del Pino

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