viernes, 19 de septiembre de 2014

Fin de semana en Granada: recorrido nocturno por el Albaycín, Ruta por la Dehesa Generalife y recorrido por la Alhambra



CRÓNICA: MIGUEL ALONSO
El fin de semana del 19 al 21 de septiembre, efectuamos una salida a Granda donde disfrutamos de tres días de estancia en esta maravillosa ciudad, antigua capital del reino nazarí, el último enclave del al-Ándalus.

De Estepona salimos hacia Granada (16:45 h) en autobús, parando a recoger a varios compañeros en el camino. En San Pedro de Alcántara recogimos a Paqui, Manolo y Chema (17.10 h), en Marbella a Isabel (17.20 h) y por último, en Málaga, a Lucía y Paco (18:15 h). Estaba programado así y salió a la perfección, con puntualidad germana.


Tras la última parada en las afueras de Málaga, continuamos el viaje por la carretera A-45 para desviarnos en la salida 129, tomando la A-92 M en sentido a Granada, continuando por la A-92 para sobrepasar el pueblo de Loja hasta llegar las cercanías de la capital granadina por la carretera A-44 (Bailén-Motril), hacia el centro de Granada por la calle Recogidas, continuando por la calle Neptuno al Camino de Ronda y luego por la calle Alhamar a la de San Antón, donde teníamos reservado el alojamiento en el Hotel San Antón, situado en el número 74 de esta calle al que llegamos a las 20:00 horas. Allí nos esperaban las compañeras Mari Carmen, Paula y Antonia, que fueron directamente de Málaga.

VIERNES DÍA 19
Alojamiento y recorrido nocturno por el Albaycín
Después de alojarnos en el hotel, nos dirigimos en varios taxi hacia la parte alta del Albaycín, recorriendo la avenida del Hospicio y la carretera de Murcia, hasta el Mirador de San Cristóbal (21:00 h), donde iniciamos un paseo, no sin antes disfrutar de la primera contemplación nocturna de la ciudad a nuestros pies y los pueblecitos de la vega al fondo con sus tintineantes luces. Al oeste la ciudadela del Albaycín (Patrimonio de la Humanidad), al frente, la muralla defensiva, construida por los Reyes Ziríes en el siglo XI, que se extiende por la vertiente occidental, y al fondo, las torres y palacios de la Alhambra, destacando la famosa Torre vigía de la Vela, la más alta de la Alcazaba.

Paseo y tapeo por el Albaycín
El recorrido continuó por las callejuelas El Albaycín, que mantiene la trama urbana del periodo nazarí, con calles estrechas, en una intrincada red que se extiende, desde la parte más alta del barrio, pasando por la plaza de San Nicolás hasta el curso del río Darro y la calle Elvira, cercana a la Plaza Nueva.

Anduvimos por las raíces moriscas del viejo Albaicín, comenzando el tapeo cerca de la Plaza Larga del Albaycín alto, en el bar “Casa Jacinto” (21:20 h) continuando el recorrido hasta el famoso Mirador de San Nicolás (22:05 h), un disfrute para los sentidos, donde contemplaremos, a nuestro frente, al otro lado del río Darro, la colina de la Alhambra, con sus torres, murallas y palacios iluminados. Ante tanta belleza los versos del poeta Ibn Zamrak o Ibn Zumruk (Granada, 1333-1394) que decían: "¡Cuánto recreo para los ojos! Mírame, visitante. Conocerás mi ser si miras mi hermosura".

Seguimos el recorrido hacia el paseo de Los Tristes, al pie de la Alhambra iluminada, donde, debido al frío, las terrazas estaban desiertas. Nosotros optamos por entrar en uno de los bares (22:30 h) donde comimos a base de las típicas tapas acompañadas de unos vinos.

Posteriormente nos fuimos a tomarnos unos helados en Los Italianos, un clásico en  Granada desde 1936, heladería con especialidades propias. Finalmente nos fuimos al hotel (24:45 h), a descansar ya que a la mañana del sábado teníamos que realizar la ruta por la Dehesa del Generalife.

SÁBADO DÍA 20
Recorrido por la Alhambra y la Dehesa del Generalífe
Después del aseo, fuimos acercándonos al comedor del hotel para tomar el desayuno, un bufé bien servido que ingerimos con gusto, tras el que emprendimos el recorrido (9:45 h) atravesando el centro de la ciudad. Al llegar a la plaza de Isabel laCatólica, se quedaron varios compañeros que subieron en el microbús de la Alhambra de la línea C4, esperándonos en la última parada, la del cementerio de San José, por donde pasaríamos mas tarde el grueso del grupo, que subimos a pie, desde la Plaza Nueva, donde comenzaba una corta pero fuerte subida por la Cuesta de Gomérez, quizá el recorrido más bello e históricamente más interesante de subida a la ciudad palatina andalusí, para entrar a esta por la Puerta de las Granadas (10:15 h), la antigua “Bib al-Buxar” o “puerta de las alegres nuevas”, un torreón defensivo que constituía una de las entradas de la ciudad, el primer monumento que nos encontramos y que marcaba el comienzo de las alamedas de la Alhambra, frondoso bosque de álamos de época cristiana, que ha ido modificando su aspecto a lo largo de los años, el actual corresponde a la remodelación realizada en el siglo XIX.

Una vez dentro del recinto de la Alhambra, continuamos, siempre en subida, a través del bosque, en dirección norte, dejando a nuestra izquierda los jardines del Generalife (10:35 h). Más adelante, a la altura del cementerio de San José, se nos unieron los compañeros que habían subido en el microbús, continuando todo el grupo completo por el carril sin asfaltar, que salía a la izquierda del cementerio y que nos conduciría al Llano de la Perdiz.

La colina de los reyes
Llegados a este lugar, nos contemplaban once siglos de historia y de leyenda. Los misterios del Cerro del Sol (1.031 m), de las laderas que ziríes y nazaríes que  convirtieron a la colina de los reyes. En pleno corazón de la Dehesa del Generalife, casi en el centro geográfico de un territorio en el que se asentaron las almunias: grandes huertos y palacetes árabes durante más de 700 años, ahora conocido como Parque de Invierno.

Hacia el este, partía el carril que recorría la ladera para llegar hacia la zona alta de Cenes de la Vega, un punto estratégico con mil años de historia, también una zona natural con ecosistemas mixtos entre cultivos, espacios forestales de repoblación y matorral mediterráneo, habitado por una rica biodiversidad animal y vegetal.

Continuamos a la derecha por una vereda que, en bajada, a través de un pinar, nos llevó a un cruce de caminos, tomando el de la derecha. Recorridos unos 200 metros, dejamos un cortafuegos, inicio de la Vereda de los Franceses, continuando nosotros ascendiendo por otro carril cortafuegos conocido por la Diagonal, por el que llegamos hasta una antigua encina seca, también conocida por “Árbol del Ahorcado” que desemboca en los campos de fútbol del Llano de la Perdiz (12:00 h) un área recreativa en el costado más próximo al Valle del Darro, donde tomamos un descanso y una granaína, que estaba con su hijo de paseo por allí, nos hizo la foto de grupo.

La vereda de la Humbría
Continuamos por el lado opuesto de los campos de fútbol, donde partía la llamada Vereda de la Umbría (12:28 h), en la Dehesa del Generalife, por la que iniciamos una bajada, rodeados de pinos y cipreses, hasta llegar a una bifurcación de sendas, tomando la de la izquierda ya que la de la derecha conducía a la Acequia Real de la Alhambra. Este recorrido nos permitió contemplar, al fondo, el río Darro y a la derecha el cerro del Sacromonte. Antes de llegar a un ancho cortafuegos, pasamos por unos bancos de época nazarí (13:42 h), hechos con lajas de pizarra y, tras atravesar el pendiente cortafuegos, continuamos por la vereda, entre pinos, rodeando el cerro para aparecer en la parte más elevada del mismo, volviendo a disfrutar de maravillosas vistas.

Continuamos por un carril que nos llevó a un emblemático paraje conocido por la Silla del Moro (14:13 h). Desde aquí seguimos el carril hasta finalizar a la entrada de los Jardines del Generalife.

Tapeo en el Campo del Príncipe
Finalizada la ruta, bajamos hacia la Alhambra desviándonos a la izquierda al llegar a la Plaza del Tomate, para acercarnos a la explanada donde se encuentra el Hotel Alhambra Palace (año 1910) inspirado en el monumento nazarí. Cerca del hotel partía la Cuesta del Realejo (15:04 h), un camino escalonado en bajada que, tras recorrer unos 400 metros, en unos diez minutos, nos llevó al Campo del Príncipe donde pudimos sentarnos en la terraza del Café-bar Las Niñas (15:12 h) y deleitarnos con unas típicas tapas granaínas y unos vinos.
Tras el descanso de la comida y unas amenas charlas, emprendimos el regreso al hotel atravesando la ciudad por la plaza del Realejo, las de Santo Domingo, Los Campos, la de Mariana Pineda (La Mariana) y la del Campillo, hasta la calle de San Antón, llegando al hotel (17:55 h) para tomarnos unas horas de descanso.

Salida nocturna y tapeo en las cercanías de la plaza de Bib-Rambla
Del hotel salimos para dar un corto paseo por la Alcaicería, la Plaza de la Pasiegas delante de la Catedral y de allí a la zona de tapeo del Mercado de San Agustín cerca de la plaza de Bib-Rambla. Tras un rato en la terraza de uno de los bares de la zona, nos fuimos a tomarnos unos helados por la calle de los Oficios pasando por la Capilla Real y la Madraza de Granada, antigua universidad coránica, también llamada, Casa de la Ciencia o Palacio de la Madraza, que se encontraba en uno de los sitios privilegiados de la ciudad, junto a la Mezquita Mayor y la Alcaicería, la zona más noble del comercio. Luego continuamos para tomarnos unos helados en la calle Reyes Católicos y de allí regresamos al hotel (24:10 h) donde dimos por finalizado un intenso día.

DOMINGO DÍA 21
Visita por los paseos y bosques de la Alhambra
El domingo, después del desayuno (9:00 h), recogimos el equipaje para dejarlo en un cuarto del hotel hasta que el conductor del autobús los recogiera antes de emprender el regreso a Estepona.

Después del desayuno, un pequeño grupo decidimos continuar el programa subiendo a la Alhambra visitando los rincones más emblemáticos del entorno. Desde el hotel, nos desplazamos andando por el Humilladero y el paseo de la Bomba hacia la Alhambra (10:15 h), atravesando el barrio de la Antequeruela y, sorpresa curiosa, pasamos por la calle Estepona, al comienzo de la subida a la colina roja por la parte sureste, caminando por la calle Seco de Lucena, el callejón del Señor, la calle Molinos, la calle Solares y por la cuesta del Caldero, al Campo de los Mártires.

Una vez arriba, visitamos el emblemático Hotel Palace (10:54 h), donde nos tomamos unos cafés en la terraza del hotel, contemplando unas bellas vistas de la ciudad desde tan maravillosa atalaya. Después nos desplazamos al cercano Carmen de los Mártires (11:53 h), y tras un recorrido por un espeso bosque de chopos, castaños de indias, álamos… el Palacio de Carlos V (12:58 h), construcción renacentista, donde pudimos ver una exposición de Taracea de la época Hispanomusulmana, además de contemplar el patio de orden toscano completamente almohadillado, en cuyas pilastras se insertan grandes anillas de bronce decoradas.

Terminada la visita, nos desplazamos para comer hacia en el restaurante del Hotel Alixares, situado frente al aparcamiento del Generalife, donde nos reunimos para comer de bufé con el resto de compañeros que habían preferido hacer otro recorrido. Después de la comida emprendimos el viaje de regreso a nuestros hogares, dando por finalizada otra jornada para no olvidar.

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   El grupo en el Llano de la Perdiz (Cerro del Sol de la Alhambra de Granada). De izquierda a derecha: Francisco González, María Luisa Moreno, Lucía Álvarez de Sotomayor, Antonia López, Lola Criado, Toñi Torrecilla, Paula López, Paquita Naranjo, Rosa María Martín, Javier Duarte, Purificación Ruedas, Roque Jesús Gómez, Ignacio Pérez de Vargas, Isabel López, María del Carmen Martín, José María Martín, Miguel Alonso y Juan Andrés López. No sale en la foto Manuel Muñoz.


   PLANO DE ENTRADA AL HOTEL SAN ANTÓN DE GRANADA

                 CROQUIS RUTA DEHESA DEL GENERALIFE

VISTA SATÉLITE DEL RECORRIDO


 MAPA TOPOGRÁFICO

PERFIL DE ALTURA

GALERÍA FOTOGRÁFICA 
(Fotos: Manuel Muñoz, Roque Jesús Gómez y Miguel Alonso)


  

sábado, 13 de septiembre de 2014

Recorrido circular desde Jimena de la Frontera al río Hozgarganta




CRÓNICA: MIGUEL ALONSO

De Estepona salimos (8:30 h) del lugar habitual, Bar Estadio, frente al campo de futbol San Fernando, cinco compañeras y seis compañeros en dirección a Algeciras desviándonos en la salida 130 en sentido Guadiaro-Castellar de la Frontera-Sotogrande, cogiendo, al cabo de unos kilómetros, la dirección a Jimena de la Frontera donde llegamos (9:40 h) después de recorrer unos 55 kilómetros, aparcando los coches en un parque público, justo a la entrada del pueblo. Tras aparcar los coches, decidimos hacer una visita al Castillo (siglos VIII-XV) que se levanta en la parte alta del pueblo.

El castillo de Jimena de la Frontera
Comenzamos el recorrido (9:50 h) atravesando las peculiares y empinadas calles del pueblo, hasta llegar al emblemático edificio por excelencia de la localidad, el Castillo-Fortaleza, probablemente levantado sobre las ruinas de la antigua ciudad fenicia de Oba, de máximo esplendor en época de la dominación musulmana y sobre todo, por su posición fronteriza.


La ruta por la Vereda de Ubrique
Tras la visita del entorno del castillo, retornamos al centro del pueblo continuando en dirección al Camping de Los Alcornocales, pasando por el Callejón Techado, el Callejón del Horno y, una vez que cruzamos la población, al llegar a la Fuente Nueva, continuamos por la calle del mismo nombre, coincidente con la Ruta de los Almorávides y Almohades, hasta llegar a la intersección con la carretera CA-8201 (Jimena de la Frontera-Puerto Galis), donde iniciamos la ruta propiamente dicha (11:15 h), ascendiendo por una calzada, la Vereda de Ubrique (sendero de Gran Recorrido GR-7), antiguo camino empedrado que conducía a Sevilla donde, antes de continuar la andadura, nos hicimos la fotografía de grupo.

La subida no era muy pronunciada, pero si dificultosa por lo agreste del terreno en algunos tramos y por el calor que comenzaba a apretar, por lo que nos tuvimos que detenernos en alguna ocasión para reagruparnos y tomar algo de líquido. Caminábamos entre olivos, acebuches y matorrales con unas espléndidas vistas del pueblo de Jimena de la Frontera a nuestras espaldas.

Tras una subida de dos kilómetros, aproximadamente, llegamos a la intersección con otro sendero (12:04 h) que continuaba en descenso por la derecha. Nosotros seguimos, tras superar dos verjas de protección del ganado, por un cortafuegos en ascenso hasta un mirador (12:09 h) donde había un panel informativo sobre el lugar.

A partir de aquí, fuimos descendiendo suavemente por unas pista forestal que atravesaba un bosque de pinos piñoneros, característicos por su bajo porte y copa redondeada. Su posición alineada denotaba que eran de plantación en un terreno de arenisca, propio de alcornocales y no de estos pinos.

Pronto llegamos al Mirador de las Asomadillas (12:40 h), donde gozamos con unas vistas espectaculares en un arco de 360 grados, de izquierda a derecha, del valle del río Hoz Garganta, Jimena de la Frontera, el Peñón de Gibraltar y el pico Yebel Musa al fondo, en la costa magrebí, momento que aprovechamos para hacer fotos.

Desde este punto iniciamos el descenso hasta la carretera, que ya habíamos cruzado al inicio de la Vereda de Ubrique (12:49 h) para seguir descendiendo hasta el río. Era un tramo con poca dificultad y corto, que superamos sin mayores dificultades.


El río Hozgarganta
Volvimos a cruzar otra puerta y tras unos metros llegamos a la orilla del río, a la primera poza (13:54 h), momento que aprovechamos para darnos el primer baño y tomar los bocadillos.
Después de un buen rato de baños en la poza y unas amenas charlas bajo la sombra de los árboles, continuamos el camino (14:50 h) siguiendo la ribera del río, que atravesamos a la otra orilla por un paso de bloques de hormigón puestos en fila para salvar la corriente del agua, que en este caso era escasa.

Caminamos entre cantos rodados hasta llegar a otra pasada de bloques de hormigón, que nos condujo a la Vereda de La Maestranza. Esta discurría aguas abajo en paralelo a la margen derecha del cauce del río, sendero que en algunos tramos estaba excavado en la arenisca, lo que denotaba el trasiego que tuvo este camino en tiempos no muy lejanos. Caminábamos a veces por terreno pedregoso y otras entre la vegetación, descendiendo en dirección sur, por una ruta paralela al río y salpicada de impresionantes recodos de lajas y vegetación con algunas playas y pozas fluviales donde reposaba tranquilamente el ganado vacuno y caprino, abundante en esta zona.

Llegados a la Casa Esquivel (17:07 h), tuvimos que cruzar de nuevo el río, iniciando el ascenso hasta un cruce y continuando un corto tramo por un camino en buen estado, llegando a otra de las pozas del río que decidimos obviar para aligerar el camino ya que teníamos sed y apenas disponíamos de agua.

La fábrica de Artillerí y el Cao
Seguimos por la margen izquierda del río por un sendero zigzagueante junto a unas casas, antiguos molinos, y campos de labor. Tras recorrer un kilómetro aproximadamente, llegamos al cruce de la Vereda Encubierta, que conducía en ascenso al Risco y al Castillo y por la izquierda, paralela al río, a la antigua calzada romana y a la Fábrica de Artillería de tiempos de Carlos III.
Decidimos tomar este último camino, más largo, para visitar las ruinas de la fábrica de Artillería y el Cao (17:21 h), donde se tomaba el agua para los hornos de fundido del mineral, que pueden considerarse como los segundos altos hornos andaluces, tras el próximo de Cartajima, en aquél 1761. A orillas del Hozgarganta, en la Pasada de Alcalá, se levantan los restos más significativos, como el murallón.

Después de abandonar los restos de la fábrica, seguimos por la pista de tierra hasta cruzar el río por un puente, continuando el camino de subida al pueblo por la continuación de la Pasada de Alcalá, una carretera asfaltada con la dificultad añadida del calor sofocante que hacía.

A unos dos kilómetros llegamos al primer bar que encontramos, cerca del aparcamiento donde teníamos aparcados los coches, el Restaurante Cuenca, que tenía aire acondicionado, donde saciamos la sed con agua y frescas cervezas, mientras esperábamos al otro grupo que subieron al pueblo por otro camino y se habían metido en otro bar a refrescarse. Una vez todos juntos, emprendimos el regreso a Estepona pasadas las siete de la tarde.


                  TEXTO EN FORMATO PDF PARA IMPRIMIR
 
  

 El grupo al inicio del recorrido por la Vereda Ubrique. De izquierda a derecha: Manuel Muñoz, José Luis Jiménez, Paca Reyes, José Antonio Quirós, Luis Resina, Susana Serradilla, Miguel Ángel Pernas, Charo García, Pepi González y Violeta Montequín. Miguel Alonso no sale porque es quien hace la fotografía.


  DOCUMENTO EXIMENTE DE RESPONSABILIDAD A RELLENAR

   RECORRIDO DE ESTEPONA A JIMENA DE LA FRONTERA



   CROQUIS DE LA RUTA MARCADA CON TRAZO COLOR VERDE

  VISTA SATÉLITE



  MAPA TOPOGRÁFICO

   
PERFIL DE ALTURA


GALERÍA FOTOGRÁFICA
(Fotos: Miguel Alonso y Manuel Muñoz)



domingo, 7 de septiembre de 2014

Recorrido y baños por el río de los Caballos



CRÓNICA: MIGUEL ALONSO

El sábado 6 de septiembre realizamos una corta excursión partiendo del pueblo de Tolox, por el río de Los Caballos, situado en un bello paraje enclavado en el Parque Natural Sierra de las Nieves, uno de los espacios naturales más significativos de la provincia de Málaga, entre el Puerto de los Pilones y el Pico de la Torrecilla.

De Estepona partímos (8:50 h) en dos coches, un grupo de 4 compañeras y otros tantos compañeros, por la autovía del Mediterráneo, en sentido Málaga, recorriendo unos 30 kilómetros hasta tomar el desvío, en la salida 185, para dirigirnos por la carretera A-355 que pasa cerca del Centro Comercial La Cañada de Marbella, sobrepasando Ojén y continuando hacia Monda, Guaro y finalmente llegar a Tolox (10:04 h) después de haber recorrido unos 70 kilómetros en una hora y cuarto.

Nada más llegar al pueblo, aparcamos los coches para desayunar en el Bar-Restaurante La Rústica, emprendiendo seguidamente la marcha (11:00 h) hacia el Balneario de Tolox, donde aparcamos los coches en la explanada cercana para, tras cambiarnos de ropa y calzado, comenzar nuestra ruta (11:09 h) siguiendo un sendero que partía a la derecha del balneario y continuaba remontando el cauce por la margen izquierda del río Los Caballos hacia la poza conocida por “Charco de La Virgen”.

El recorrido
Era corto, en nuestro archivo del GPS teníamos registrado de años anteriores 8,5 kilómetros entre ida y vuelta, por un camino con subidas y bajadas, cruzando el río en varias ocasiones y disfrutando de magníficas vistas de la Sierra de Tolox.

El sendero, balizado recientemente y arreglado en parte, seguía hasta una bifurcación, al llegar a la altura de una acequia, donde optamos por continuar el camino que discurría por encima de esta, que iba tomando paulatinamente altura alejándose de la cota del río. Al cabo de un rato, el sendero fue bajando continuando por la linde de unas fincas de naranjos y huertos, regados por el agua que venía a través de unas tuberías que tomarían el agua de alguna acequia cercana. Los huertos estaban faltos de agua, se veía que la sequía había hecho estragos ya que pudimos observar las tomateras secas y el resto de matas en el mismo estado.

Charco de La Virgen
Llegando a la charca nos encontramos con un grupo que venía en sentido contrario y que nos anunció nuestra cercanía y nos advirtió que el agua estaba muy fría.

Al fin llegamos al “Charco de La Virgen” (12:15 h) donde la cascada de agua, otros años vertía una gran chorrera procedente de los caudales producidos al confluir los de los barrancos de la Rejía y Horcajuelos. Este año apenas caía un escaso chorro desde unos 15 metros de altura, dejando al descubierto las paredes de la roca de un color negruzco producido por los musgos.

El espacio circundante a la poza estaba vacío, por lo que tuvimos un gran rato de total tranquilidad. Al rato apareció una familia que pudieron encontrar una sombra donde sentarse, pues el sol avanzaba y ya lo teníamos encima de la charca. Nosotros estábamos protegidos por la sombra que nos daban unos árboles en donde, además de comer (14:20 h), pudimos relajarnos entre baños y baños en la poza disfrutando de sus frescas y cristalinas aguas.

Finalmente emprendimos el regreso (15:34 h) por el mismo camino que trajimos, paralelo al río de los Caballos. Llegando al Balneario, desde el sendero teníamos una bella vista del pueblo que sobresalía a lo lejos, entre el bosque de eucaliptos y pinos. Al balneario llegamos (16:43 h) y no pudimos resistir la tentación de entrar para curiosear, tomando un descanso en la sala de espera.

Balneario de agua amargosa de Tolox
Una arboleda compuesta por plátanos de India, almecinos (almez), eucaliptos, palmeras canarias y washingtonianas centenarias rodean los distintos edificios, incluida la ermita, y se extienden por un paseo hasta el Balneario, dentro de una finca de unos 20.000 metros atravesada por un arroyo.

Está ubicado en un bello edificio que se remonta, según pudimos documentarnos en un panel donde se reflejaban algunos escuetos datos. El primer edifico se construyó en el año 1867. En septiembre de 1906 hubo unas tormentas muy grandes y el río (llamado de los Caballos o de los Bolos) se llevó el balneario quedando un lienzo de muro nada más.

El manantial que surte el balneario de Fuente Amargosa es una galería subterránea por donde fluye el agua mineral. Sus aguas siguen saliendo a 21 grados, con un caudal de 14.500 litros diarios y 95 metros cúbicos de gases. Una característica que permite beber las aguas pero también inhalarlas, siendo el único en España especializado exclusivamente en aparato respiratorio.

La aventura de las frutas
A Marja le contó un hombre que en las cercanías del pueblo había un campo abandonado donde podía coger frutas (?) y allá que fuimos. No estaba claro el lugar y mientras ella se quedó con Miguel Pernas, Mireya y Francisca, el resto decidimos esperarlos en el pueblo tomando unas cervezas. Pero al poco nos llamaron por el móvil dando por imposible el asunto. Les esperamos y ya todos juntos decidimos seguir de regreso.

En la carretera, cerca de Guaro, paramos en la Venta Río Grande (18:00 h) donde tomamos unos refrescos y tras un corto descanso (18:56 h) continuamos el viaje de regreso a Estepona despidiéndonos de los compañeros.

Bonito día que transcurrió con gran compañerismo, como siempre, hasta el próximo sábado en la excursión al río Hozgarganta en Jimena de la Frontera.

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   El grupo en la venta Río Grande de Guaro, de izquierda a derecha: Marja Bolscher, Mireya Tellez, José Antonio Quirós, Hana Chakir, Francisco Quirós, Miguel Alonso, Miguel Ángel Pernas y Francisca del Río.  


   IMPRESO A RELLENAR Y PRESENTAR ANTES DE INICIAR LA RUTA


                               CROQUIS DE LA RUTA

   MAPA RECORRIDO EN COCHE DESDE ESTEPONA A TOLOX

GALERÍA FOTOGRÁFICA
(Fotos: Miguel Alonso y Jóse Antonio Quiros)