sábado, 22 de noviembre de 2014

Ruta circular por la ladera sureste de Sierra Bermeja

CRÓNICA: RAFAEL RODRÍGUEZ


Salimos de Estepona, en tres coches dieciseis compañeros tomando la carretera MA-8301 (antigua MA-557) que parte, desde la avenida de Andalucía, hacia el pueblo serrano de Jubrique. Al llegar a la altura del kilometro 9 de dicha carretera, paramos en la explanada que encontramos a la derecha, donde dejamos aparcados los coches para iniciar la excursión, habiendo invertido unos 20 minutos.

Mientras nos preparamos, una vista rápida al Mirador del Ciclista y algunas fotos para inmediatamente a las 09:05 horas, iniciar la ruta en dirección norte por el camino de los Altabacales.

Tras una suave bajada llegamos a la Aérobase y balsa contra incendios donde nos detenemos un momento para que algunos compañeros se vayan desprendiendo de las primeras prendas de abrigo. La mañana esta calurosa, debido al viento de levante que nos acompaña, lo que provoca una sensación de sofoco poco habitual para estas fechas.

Dejamos la balsa a nuestra derecha y continuamos en ascenso por la pista de los Altabacales bajos, en buen estado. Comenzamos a encontrarnos los primeros madroños cargados de frutos y realizamos las consiguientes paradas.

Continuamos con un prolongado ascenso solo interrumpido por breves paradas para continuar la recolección de madroños y aprovechar para reagruparnos y tomas algo de líquido hasta el cruce del camino Nicola donde nos detenemos para reagruparnos y comenzar otro trayecto mas llano y en bajada hasta el Horno de Brea.

Cuando estamos a pocos metros volvemos a encontrarnos con mi compañero Manuel, su mujer e hija en el mismo lugar que hace dos años. Estaban recogiendo setas de la variedad "trompetilla naranja" y "niscalos".Tras 
saludarlos, continuamos la marcha hasta llegar al Horno de Brea. 

Llegamos a las 12:30 horas y hacemos una parada relajada para tomar algo de alimento y hacernos la foto de grupo.

A partir de ahora todo será subida hasta llegar a la carretera que sube a Los Reales. Es un sendero pedregoso y con bastante maleza y ramas lo que hace nuestra marcha sea lenta y zigzagueante. Cruzamos la carretera y tomamos el segundo tramo con una pendiente más pronunciada hasta llegar al cruce de Los Reales. 

El viento sopla ahora de poniente, seguimos por la carretera que sube al refugio unos dos kilómetros aproximadamente en continuo ascenso, lo que hace que el grupo s fraccione bastante.

Una vez reagrupados abandonamos la carretera y Pepe García se adelanta unos metros para buscar el sendero de bajada.

Los primeros metros tienen bastante dificultad ya que hay bastantes piedras y ramas sueltas. Una vez localizado comenzamos a descender con algunas paradas para seguir recolectando algunos ejemplares de níscalos.

Dado lo avanzado de la hora, decidimos parar para comer, momento que aprovecha el nuevo compañero Jesús Domínguez para ir ofreciendonos un estupendo jamón de su tierra extremeña. Todos coincidimos en que tiene que venir a más rutas...

Una vez terminamos, retomamos el descenso a buen paso, cruzamos el arroyo Ambrón que no lleva agua y posteriormente llegamos al arroyo Infierno, este si, con algunas pozas donde el perro de Jesús se refresca mientras llega el resto del grupo.

Tras recorrer unos cientos de metros llegamos al cortafuegos por el que ascendimos en anteriores ocasiones en las que realizamos esta ruta. Ahora lo haremos en sentido inverso.

No hay sendero claro que seguir y la bajada es pronunciada, por lo que buscamos las zonas menos pedregosas y con menor pendiente, por un terreno que está cubierto por matorral y piedras que nos dificultan el paso. Superados los bancales, buscamos la referencia de un hito de piedras, situado hacia la mitad del cortafuegos, que nos señala el camino hacia la carretera. El día sigue nublado pero la temperatura es agradable.

Cada uno busca la mejor manera de bajar sin resbalar o tropezar por la abundancia de piedras sueltas. Poco antes de enlazar con la carretera nos detenemos y esperamos al resto de compañeros que realizán la bajada más despacio.

Llegamos de nuevo al Mirador del Ciclista y al aparcamiento de los coches a las 16:00 horas, mientras nos refrescamos, Miguel aprovecha para repetirnos el menú de la comida aniversario del club y recabar algunos datos. 

Algunos compañeros se marchan por sus ocupaciones personales, mientras que otros nos dirigimos a la cafetería Ophira, donde al calor de unos cafés e infusiones damos por teminada esta variada ruta. 


   IMPRESO A RELLENAR POR LOS INVITADOS NO FEDERADOS 
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   MAPA CON EL RECORRIDO EN COLOR AZUL DE ESTEPONA AL INICIO RUTA
VISTA SATÉLITE

MAPA TOPOGRÁFICO

PERFIL DE ALTURA
  
PARTICIPANTES
De izquierda a derecha: Rafael Rodríguez, Pepe Garía de la Nava, Margaret O´Connor, Miguel Alonso, Isabel López, Lucía María Gómez, Ana María de Torres, Rima, Pepi Gónzález, Yolanda García, Charo García, Sofía Mateos, Jose Luis Gil, Martine Colombu, Marja Bolscher y Jesús Dominguez.

GALERÍA FOTOGRÁFICA
(Fotos: Isabel López, Jesús Dominguez, Miguel Alonso y Rafael Rodríguez)







sábado, 15 de noviembre de 2014

Travesía por el alto Genal y fiesta del conejo en Parauta


CRÓNICA: RAFAEL RODRÍGUEZ
Desde Estepona nos desplazamos en autobús por la Autovía A-7 en sentido Málaga, haciendo dos breves paradas en  San Pedro de Alcántara para recoger a cuatro compañeros. Tomamos a continuación la salida 172, para dirigirnos hacia Ronda por la carretera A-397. En el cruce de Igualeja recogimos a una pareja que venía desde Algeciras, 33 participantes en total.

A continuación descendemos por una estrecha y serpenteante carretera hasta llegar a Igualeja. Pasamos junto al nacimiento del río Genal a partir de un manantial situado dentro de una cueva, conocido como "El Nacimiento". Cruzamos la localidad, no sin alguna dificultad, por lo estrecho de las calles y continuamos unos 4 kilómetros hasta el cruce con la finca de Guaitará, donde comenzamos la ruta a las 8:45 horas.

Una vez pertrechados, iniciamos la ruta en ascenso por una camino, a veces asfaltado a veces de tierra, que nos conduce dirección sur entre castaños y preciosas panorámicas del Valle del Genal y los pueblos que lo conforman hasta las ruinas de la Venta Guaitara y posteriormente al cruce con la carretera hacia Pujerra.

Es una subida prolongada, pero algunas paradas para tomar fotos de los castaños y reagruparnos nos permiten realizarla sin mayores contratiempos.

Al llegar al cruce con la carretera, la visión nos regala la contemplación de los bosques de castaños, de hojas de diversas tonalidades, entre los amarillos, verdes y marrones propios del otoño y que hace que a esta época del año se la conozca como "La Primavera de Cobre".

Continuamos por la carretera dirección a Pujerra unos 2 kilómetros aproximadamente, coronado el Puerto de Juan Agustín y dejando atrás la entrada a la finca La Resinera. Nos desviamos a la derecha por un camino de tierra, antiguo camino de Estepona a Pujerra o Puerto del Monte, hasta llegar a unos repetidores de telefonía donde realizamos una breve parada para reagruparnos.

El descenso se hace más pronunciado y el sendero se estrecha aún más. Castaños y panorámicas de Cartajíma en el horizonte se suceden en la bajada. Algún que otro ejemplar de castaño, más grande de lo habitual, hace que nos detengamos para realizar algunas fotos hasta llegar a la parte alta de Pujerra.

Descendemos hasta llegar a la plaza de Pujerra donde saludamos a Isabel, conocida de Estepona y dueña de la pensión Fray Leopoldo, situada a escasos metros, en la plaza.

Dejamos atrás la plaza e iglesia de Pujerra hasta llegar al Mirador de La Cruz donde hacemos un breve descanso para tomar algo de alimento y realizar la foto del grupo. Frente a nosotros una panorámica impresionante de los Riscos de Cartajíma y el pueblo del mismo nombre.

Continuamos bajando por un frondoso y estrecho sendero que nos conduce a la carretera de Pujerra a Júzcar. Nos detenemos para agruparnos y terminar el último tramo hasta el río Genal.

Cruzamos por un vado de hormigón junto al Molino del Puente, en ruinas, e iniciamos rápidamente el ascenso unos cien metros por carretera y a continuación tomando un desvío por un camino de tierra a nuestra derecha llamado camino del Helechar, en dirección a Cartajíma.

Una subida de cuatro kilómetros que se hizo muy larga para el que escribe. Aprovecho para agradecer a José Luís, Pepe García y Benjamín la ayuda que me prestaron hasta llegar a Cartajíma. Una vez en el pueblo, un lugareño, Juan, nos trasladó en su vehículo hasta Parauta donde esperamos a los compañeros.

El grupo realizó una parada para esperarnos en el mirador, justo antes de cruzar Cartajíma. Después continuaron en descenso nuevamente hasta vadear los arroyos Riachuela, Algorma y Granados junto al río Genal, para a continuación iniciar el ascenso hacia Parauta.

También una subida prolongada de tres kilómetros, que se hizo más pesada, por los kilómetros ya acumulados y que estiró el grupo.

A las 16:20 horas los primeros compañeros comienzan a llegar al recinto donde se celebra la Fiesta del Conejo. Con la Fiesta del Conejo, se da a conocer uno de los productos que, en tiempos, constituyó una base fundamental de su gastronomía y de sus tradiciones culinarias, el arroz con conejo parauteño. Las vecinas y vecinos elaboran los productos que se reparten durante la jornada que, además, cuenta con una verbena popular, a cargo de la orquesta Maranta, actuaciones de verdiales (la manifestación musical más pura y primitiva del cante campesino), flamenco y degustación de repostería tradicional, en los tenderetes instalados junto a la carpa que da cobijo al escenario de actuaciones y mesas con sillas donde acomodarse. 

El plato de arroz con conejo que se obsequia a los visitantes, estaba esperando a nuestros compañeros, gracias a las gestiones de María Rojo, Pepe García y el que escribe, que muy gustosamente atendieron los organizadores.

A las 17:30 horas iniciamos el camino de vuelta con una parada en la Venta El Navasillo para tomar unos cafés e infusiones.

A las 19:30 horas llegamos al lugar de salida, dando por terminada esta preciosa ruta de 20 kilómetros por Parauta, Cartajíma y Pujerra, pequeños y encantadores municipios de la Serranía de Ronda, rodeados de un bello entorno natural protagonizado por Sierra Bermeja y el valle del Genal.   

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  RECORRIDO POR CARRETERA DESDE ESTEPONA A IGUALEJA


VISTA SATÉLITE

MAPA TOPOGRÁFICO

PERFIL Y LONGITUD DE LA RUTA 

PARTICIPANTES
El grupo de 33 componentes en el Mirador de la Cruz de Pujerra. De izquierda a derecha, sentados: Luisa Cañizo, Luis Naranjo, Miguel Alonso e Ilse Bullerdieck. Detrás: Pepe García de la Nava, Sofía Mateos, Rosa Jimena, Remedios Palop, Jesús Peña, José Luis Gil, Benjamín González, Ana María de Torres, Marta López, Charo García, Alexandra Pickford, José Luis Jiménez, Eliseo Mena, Antonio Muñoz, Luis Clemente, Rima, Margaret O'Connor, Rafael Rodríguez, Ignacio Pérez de Vargas, Julio Corbacho y José Antonio Quirós. Detrás, junto a la cruz, Sabrina López, David Navarro, Gisela Torandell, Juan Manuel Cappella y Carlos de Lara. No salen Paquita Naranjo, Miguel Ángel Pernas y María Lozano que hace la fotografía.

GALERÍA FOTOGRÁFICA 
(Fotos: Rafael Rodríguez y Miguel Alonso)



sábado, 8 de noviembre de 2014

Travesía paisajística circular por la Sierra de las Nieves



CRÓNICA: IGNACIO PÉREZ DE VARGAS


El sábado disfrutamos de un día típico del otoño, temperaturas entre 7 y 15 grados, viento frio del norte, cielo nublado y tierra húmeda por la lluvia caída durante la noche.

Creíamos al inicio de la ruta que continuábamos con un tiempo veraniego, pero pronto comprobamos que el otoño había llegado, de forma que tuvimos que rebuscar en las mochilas, guantes, gorros y todo tipo de prendas, para protegernos de la ventisca que nos azotaba con fuerza, lo que aún hacía más atractiva la ruta por la Sierra de las Nieves.

Ruta llena de emociones y de leves incidencias, superadas con buen ánimo y con la solidaridad de todos los participantes.

Salimos desde el punto de encuentro en el Bar Estadio, Estepona, a las 7:30 horas de la mañana, en un autobús de la empresa Autocares Domínguez, con paradas en San Pedro de Alcántara y Marbella, para recoger a los compañeros y compañeras, que residen en este municipio, continuando  el viaje en dirección a Yunquera, donde llegamos a las 9:30 horas, allí se unieron Paco y Germán que habían llegado desde Málaga.

Una vez completo el grupo de los 23 participantes, continuamos en el autobús desde el pueblo de Yunquera por un carril parcialmente asfaltado y muy estrecho hasta el mirador de Luis Ceballos.

En este punto, a las 10 horas, iniciamos la marcha actuando como guía Antonio Muñoz, al que es justo agradecer su colaboración con nuestro Club, por compartir con nosotros sus conocimientos de todos estos lugares de nuestras sierras, poniendo en la descripción de cada rincón el cariño de la persona que se siente atraído por la naturaleza y desea transmitirlo a los demás.

El primer tramo fue de ascenso por el bosque de pinsapos, muy tupidos y en buen estado de conservación, en la medida que avanzábamos en nuestro ascenso, de una parte, la vegetación disminuía apareciendo en todo su esplendor los macizos rocosos, y de otra, el viento frio se hacía presente cada vez con más intensidad.

En la cañada de la Perra pudimos disfrutar de algunos ejemplares de pinsapos centenarios, con una altura superior a los diez metros, cuyo envejecimiento se podía ver reflejado en la cantidad de ramas secas que poblaban sus troncos.

Nos llamó la atención el escaso número de ejemplares jóvenes, algunos de ellos estaban protegidos por mallas a su alrededor, para evitar que sus tiernos tallos sirvan de alimentos a los animales que habitan la zona.

También encontramos quejigos o robles andaluces de gran porte, con copas poco pobladas, pero con troncos majestuosos, si bien, en escaso número, existiendo numerosos arbustos protegidos por mallas y que por su distribución, parecen plantados de forma ordenada por la Agencia de Medio Ambiente.

Una vez culminado el ascenso, con un corto descanso de diez minutos, continuamos en dirección al Paso del Tejo a Paso de la Cadena, este último nombre obedece a la existencia de una cadena, como medida de seguridad, para recorrer un tramo con un gran desnivel y con un sendero muy estrecho, según nuestro guía, el sendero se podía calificar de alta montaña.

Como decíamos al principio, un pequeño percance sufrido por un participante, a modo de lesión leve, nada que no se cure con unos días de reposo, determinó un ritmo más lento de marcha, así que llegamos al Pilar de Tolox o Fuente de los Pilones, a las 15 horas.

Este lugar fue elegido para descansar veinte minutos y tomar los correspondientes bocatas, eso sí, resguardados en la cueva del frío viento, que parecía más intenso, en la medida que alcanzábamos a cotas más alta.

Teníamos el Torrecilla al alcance de la mano, pero ni el viento ni lo ajustado del horario, nos permitieron coronar su cima.

Como estaba anunciado,  la ruta era circular, así que una vez repuestas las fuerzas, a las 15:30 horas iniciamos el camino de vuelta dirección noreste, pasando por la base del Peñón de los Enamorados. 
 
Poco a poco íbamos comprobando que la luz solar se apagaba y que el último tramo de la ruta se hacía bajo la sombra de los enormes pinsapos y con luz artificial de las linternas.
Resultó divertido disfrutar del atardecer en plena naturaleza, viendo en el horizonte las luces ya encendidas de los pueblos de la serranía, Guaro, Monda, etc…

Así, para terminar, hemos tenido la agradable sorpresa de disfrutar de un atardecer en pleno bosque de pinsapos, caminando bajo sus copas, que dibujaban su perfil, con las últimas luces del día.

Hoy hemos disfrutado de una ruta llena de encantos, en plena naturaleza, salpicada de ejemplares centenarios de pinsapos y quejigos, con vistas espectaculares sobre las sierras que rodean el recorrido, teniendo la seguridad de un guía que conoce perfectamente cada rincón de estos lugares.

A las 19:25  horas llegamos al mirador de Luis Ceballos, donde nos esperaba el autobús y su paciente conductor, algo alarmado por nuestro retraso, para devolvernos a nuestro lugar de origen.

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  MAPA CON EL RECORRIDO MARCADO CON TRAZO ROJO

 
        PERFIL Y LONGITUD DEL RECORRIDO


   MAPA RECORRIDO POR CARRETERA DE ESTEPONA A YUNQUERA


   Parte de los 23 participantes en la excursión. De izquierda a derecha: Rima, Isabel López, Francisco González, Lola Criado, Margaret O'Connor, Javier Duarte, Rosa María Martín, Miguel Alonso, Toñi Torrecilla, Rosa María Priego, Ana Ortiz, Germán Aparicio, Ana María de Torres, Manuel Muñoz, Luis Naranjo, Ignacio Pérez de Vargas, Carlos de Lara y Antonio Muñoz. No salen: Benjamín González, Martine Colombu, José María García de la Nava, José Antonio Quirós y Miguel Ángel Pernas.


GALERÍA FOTOGRÁFICA
(Fotos: Lola Criado, Isabel López, Ignacio Pérez de Vargas, Javier Duarte y Miguel Alonso)

sábado, 1 de noviembre de 2014

Recorrido circular por La Celima, Arroyo Hondo y La Manga


CRÓNICA: RAFAEL RODRÍGUEZ


Desde Estepona salimos en cuatro coches veinte compañeros. La festividad del Día de Todos los Santos hace que realicen la ruta compañeros no habituales y alguno que lo hace por primera vez. 

Tomamos el recorrido más corto que, del Polígono Industrial de Estepona, sigue por el Camino de Casares hasta llegar a la carretera MA-8300 donde giramos a la derecha hacia Casares. Al llegar al kilómetros 10,2 nos desviamos a nuestra derecha siguiendo indicaciones “Hotel Hermitage”. Desde este punto y tras recorrer 1,8 kilómetros por una estrecha pista de hormigón que, en subida, atraviesa un mágico bosque de alcornoques, pinos, castaños y quejigos.

Una vez en el Hotel Hermitage, dejamos los coches en la zona de aparcamiento de delante del hotel, para iniciar una ruta en tres tramos claramente diferenciados.

Ruta por La Celima, Arroyo Hondo y La Manga
Comenzamos caminando en sentido inverso al de subida con los coches. A los pocos metros, nos desplazamos hacia la izquierda por un camino que, en bajada, discurre por unos espacios conocidos por La Celima y El Jaral, a través de zonas forestales de alcornoques, quejigos y el típico matorral mediterráneo, así como por un área con construcciones de viviendas muy diseminadas. Este camino nos ofrece impresionantes vistas: al este la Sierra Crestellina, al oeste la Sierra Bermeja y entre ambas el Monte del Duque. El mar Mediterráneo y la costa magrebí, al fondo, si miramos hacia el sur, aunque un poco difusa debido a las niebla matinal.

El viento este hace que la temperartura sea muy agradable para caminar. La marcha es tranquila, aunque el grupo comienza a estirarse en los primeros repechos. Algunos paradas cortas en los cruces que vamos pasando y para realizar la foto del grupo antes de iniciar el descenso hacia el segundo tramo.

Sendero de Arroyo Hondo
Al cabo de una hora de recorrido salimos de El Jaral, y llegamos a la carretera que sube hacia Casares. Una breve parada para que Margaret limpie y desinfecte una heriada en la rodilla a José Luis Gil y continuamos unos 500 metros en bajada para cruzár a la izquierda y llegar al comienzo del sendero local (SL-2) por el que bajamos al Arroyo Hondo, que discurre por un profundo valle bordeado por un bosquete de ribera, donde se sitúan los alcornoques, los algarrobos, quejigos y castaños. Más cerca del arroyo vemos chopos y álamos, junto con la típica vegetación de ribera: adelfas, zarzamoras y juncos. En las zonas llanas más cercanas al arroyo existen huertos aprovechando sus fértiles tierras.

Una vez cruzado el arroyo, comenzamos el segundo tramo iniciando una suave subida hasta llegar a la carretera de Casares. Una vez reagrupados, realizamos una parada para alimentarnos y beber líquido en los bancos próximos al panel informativo de la ruta.

Desde este punto continuamos unos 800 metros a pie por la carretera, llegando en 20 minutos al Puerto de La Cruz. Coronado el puerto, seguimos por una pasarela peatonal, paralela a la carretera y protegida por una barandilla, desde la que tenemos unas bellas vitas del pueblo blanco de Casares, hasta llegar a una zona de aparcamientos conocida por “La Espileta”.

Una breve parada para reagruparnos y dejar pasar a otro grupo de senderistas que inician también este tramo de la ruta.

Aquí comienza el tercer y último tramo de nuestro recorrido bajo la Sierra Crestellina, a través del antiguo camino al cruce de La Manga-Celima (SL-3). 

Una subida pronunciada de un kilómetro aproximadamente, encajada en un arroyo, nos lleva a una pista más transitable por la que continuamos hasta la intersección con la pista SL-3. Una vez en esta intersección, iniciamos el descenso por una pista hormigonada, camino de Celima, que nos lleva al Hotel Hermitage, lugar de partida, dando por terminada esta ruta muy agradable y con entornos y paisajes variados.

Nos dirigimos hacia el polígono industrial de estepona para tomar algunas cervezas y comer en el Restaurante la Torre, que debido a la festividad se encuentra cerrado, por lo que continuamos hasta el restaurante del Parque de los Pedregales.

Algunos compañeros tras tomar unas cervezas, se marchan por obligaciones personales, mientras que otros, decidimos quedarnos a comer degustando las ensaladas, carnes a la brasa y de caza, riquísimos postres caseros: pudin de frutas, flan de queso...,  que nos ofertan en la carta. Todo ello acompañado  de cervezas, refrescos, cafés y tés para amenizar el tiempo de sobremesa con conversaciones distendidas y la planificación de las próximas rutas.

A las 17,30 horas regresamos al lugar de salida, dando por finalizado este día tan relajado. 


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    Recorrido por carretera desde Estepona al Hotel Hermitage de Casares, punto inicio de la ruta.


   MAPA DE LOCALIZACIÓN DEL HOTEL HERMITAGE DE CASARES

FOTO SATÉLITE

 MAPA TOPOGRÁFICO

 PERFIL DE ALTURA



PARTICIPANTES
De izquierda a derecha: Rafael Rodríguez, Ana Ortiz, Lola Criado, José Luís Gil, Rosa María Martín, María Dolores García, Gabriel Guerrero, Javier Duarte, Puri Ruedas, Roque Jesús Fernández, Ignacio Pérez de Vargas, Francisco González, Luisa María Cañizo, Marta López, Yolanda García, Margaret O´Connor, Miguel Alonso, Ana María de Torres, Rima y Pepe García.

GALERÍA FOTOGRÁFICA
(Fotos: Rafael Rodríguez y Miguel Alonso)