lunes, 22 de noviembre de 2021

Recorrido circular desde el Área Recreativa del Bujeo, Bosque de Niebla, Tajo de las Escobas y Río Guadalmesí.

Crónica Rafael Rodríguez.

Desde Estepona saldimos, ya desayunados, en cuatro coches desplazándonos por la Autovía del Mediterráneo A-7 (antigua A-340) en sentido Cádiz-Algeciras y continuamos hasta un kilómetro antes de llegar al Mesón de Sancho, justo en el punto kilométrico 95, en plena bajada del Puerto de El Bujeo, donde cogemos un desvío a la derecha que nos lleva al Área Recreativa de El Bujeo, lugar donde nos esperan tres compañeros y dónde comenzamos la ruta.

Area Recreativa El Bujeo.
 
Una vez pertechados lo mejor posible, ya que el día está muy frío, comenzamos por la pista por un denso bosque de alcornoques centenarios, encinas, quejigos, laureles y alisos, con un suelo cubierto por un tupido manto de una extensa variedad de helechos, salpicado de pequeños manantiales de agua que surgen entre las rocas y arroyuelos fáciles de atravesar que discurren entre la vegetación.

Río Guadalmesí
 
Tras recorrer unos cientos de metros tomamos un desvío a nuestra izquierda junto a una gran encina que nos conducirá hasta el recorridop del cauce del río Guadalmesí, al que los árabes denominaban “río de las mujeres” y que nace en la cercana Sierra de la Luna. A lo largo del recorrido nos encontraremos con la típica flora de la selva tropical: numerosas especies de helechos, alisos y quejigos entre bosques de alcornoques, acompañados por el susurro de fondo que producen las aguas de un limpio río sin contaminación.
 
Algunas paradas para fotos y contemplar las pequeñas cascadas y pozas del río hasta recorrer tres kilómetros y salir de nuevo a la pista que abandonamos.
 
Una vez reagrupados, continuamos unos cientos de metros hasta encontrar un depósito de agua a y unos cortijos. Continuamos en ascenso ya por un sendero que se adentra en el bosque y que hace que la marcha sea más variada debido a lo espesor del mismo y ya más protegidos del viento.

Ascendemos entre alcornoques y rododendros que aún no están en flor por el márgen derecho de un arroyuelo. Superadas las primeras rampas nos deviamos a la derecha para ir ascendiendo hacia el Bosque de Niebla.

Paramos en un pequeño llanete protegidos del viento, para tomar algo de alimento y bebida. Continuamos en ascenso buscando el sendero que se pierde a veces debido a la gran cantidad de hojas que hay en el suelo y a que los helechos se encuentran muy secos.
 
Cruzamos una verja de ganado y continuamos ascendiendo dirección este hasta encontrar el sendero que baja desde el Bosque de Niebla y que tomamos para llegar a él.

Bosque de Niebla 
 
Continuamos en ascenso continuado en dirección norte hasta llegar al Bosque de Niebla. El paisaje es precioso, dada la humedad que reflejan los árboles y el suelo tapizado de haojas completamente, sin apenas zonas de tierra, excepto el sendero por el que transitamos. 

Debido al espesor del bosque y a la humedad que produce la sombra permanente en su interior, disfrutaremos contemplando rododendros silvestres (azaleas), que dan un colorido excepcional al marco verde de los árboles del bosque, cuya sombra y humedad permiten su crecimiento.

Avanzamos parando con frecuencia para disfrutar del paisaje que ofrece el bosque adornado de los helechos y musgos que tapizan troncos y rocas hasta llegar a los Llanos del Juncal, donde el espesor del bosque disminuye.

Tras salir del Bosque continuamos por el carril a nuestra izquierda que nos conduce, tras recorrer un kilómetro escaso a la carretera.
 
Tajo de las Escobas.

Salímos a la carretera que sube a las antenas y, tras dos kilómetros en subida con fuerte viento y buenas vistas, al fin llegamos al pico situado en el Tajo de las Escobas, donde se encuentran unas torres metálicas con antenas para las comunicaciones, para disfrutar de unas extraordinarias vistas del Peñón de Gibraltar, la Bahía de Algeciras, las sierras aledañas y el Magreb (norte del continente africano) de fondo.

En nuestro ascenso, algunos compañeros deciden parar y esperar reguardados del viento mientras que los que decidimos subir podemos contemplar curiosas moles de arenisca esculpidas por el viento y la lluvia y, a ambos lados del camino, unas preciosas flores dedaleras, que buscan refugio de los vientos entre abrigos rocosos.

Tras comer en las antenas, iniciamos el descenso hasta el curce del bosque. Llegados a él decidimos volver de nuevo por el Bosque de Niebla más protegido de los vientos que la bajada por la carretera.
 
El descenso  es rápido con alguna que otra caída y tropezón sin mayor importancia. Caminamos entre alcornoques y helechos  muy secos en esta época hasta llegar de nuevo a la pista por la que transitamos por la mañana.
 
Nos reagrupamos junto a un pequeño puente y aprovechamos para beber y abrigarnos de nuevo ya que el viento aquí sopla más fuerte.
 
Tras recorrer tres kilómetros, aproximadamente, la pista nos conduce de nuevo al Área del Bujeo y a los coches donde llegamos a las 18:00 h.

Una vez hecha la foto de grupo, nos despedimos y volvemos hacia Estepona después de haber completado un día muy completo y variado en un enclave único de nuestro entorno.
 
 TRAYECTO HASTA SALIDA

VISTA SATÉLITE DEL RECORRIDO.


MAPA TOPOGRÁFICO DEL RECORRIDO

PERFIL DE ALTURAS.

 

PARTICIPANTES

En el Bujeo de izq. a derch.: Ana Cruz, kiko Caldas, Jürguen Auf der Mauer, Violeta Montequín, Juanma Usero, Andrea Asmuss, José Luís Gil, José Luís Durán, Antonio Gil, Miguel Ángel Orodea, Francisca Sánchez y Francisco Zamorano. Foto: Rafa.

GALERÍA FOTOGRÁFICA.

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