sábado, 12 de abril de 2014

Recorrido desde Ojén a Juanar, Puerto Rico y Marbella


CRÓNICA: RAFAEL RODRÍGUEZ

A las 8:30 horas salimos del lugar habitual, Bar Estadio, en tres coches nueve compañeros, dos de los cuales, María del Mar y Juan Antonio lo hacen por primera vez. Nos dirigimos por la Autovía del Mediterráneo A-7 en sentido Málaga, desviándonos en la salida 185, hacia el Centro Comercial La Cañada, para seguir por la carretera A-355 hacia Ojén, recorriendo unos 37 kilómetros en unos 30 minutos. Previamente Margaret dejó su coche en el Arroyo la Represa, junto al cementerio de Marbella, lugar de llegada. 

Los demás nos dirigimos al punto de encuentro situado en el aparcamiento cercano al río Almadán de Ojén, junto a la gasolinera de Repsol. Allí nos espera Manuel y Martine. A las 9:20 horas llegaron Margaret y Miguel. Una vez preparados, iniamos la marcha a las 9:40 horas.

Esta excursión la realizamos en dos tramos diferenciados: el primero desde el pueblo de Ojén a los Llanos de Juanar y el segundo continuando en bajada desde el mirador del Macho Montés, por Puerto Rico, finalizando en las cercanías del cementerio nuevo de Marbella.

PRIMER TRAMO: Desde el pueblo de Ojén a los Llanos de Juanar y Mirador del Macho Montés.

Comenzamos junto a un panel indicador, donde se inicia el sendero subiendo una escalinata, entre unas casitas bajas, para continuar hacia la casa del Cerezal, antigua vivienda forestal. Después de unos mil metros de recorrido, llegamos a una bifurcación en la que tomamos el camino de la izquierda que nos condujo, traspasando una cancela de hierro, al Parque Botánico El Cerezal, espacio catalogado como Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo, momento que aprovechamos para hacer algunas fotos. Lugar con una gran variedad de vegetación: palmitos, lentiscos, acebuches y algarrobos, especies originales características del encinar que coexisten junto al pinar.

Tras cruzar el parque, tomamos un sendero a nuestra izquierda que nos introdujo en un túnel que discurría bajo la carretera. Desde aquí iniciamos la subida hacia los Llanos de Juanar por un sendero que al principio discurría pegado al cauce de un torrente seco (arroyo Almadán), para finalmente irnos distanciando de él. A lo largo del recorrido vimos masas de alcornocales centenarios junto con pinares, lentiscales, acebuchales y una verde y frondosa vegetación, debido a la humedad que aportan la cañada y el propio arroyo.

El camino, una de las partes más agradables del itinerario, va cogiendo altura entrando en una zona de pinar con suelo arenoso. Algunas paradas para tomar aire y contemplar unas impresionantes vistas de las montañas que nos rodean: las sierras Blanca y Canucha que forman un único conjunto dentro de la unidad blanca, pero orográficamente se pueden partir en dos macizos montañosos. 

En Sierra Blanca nos encontramos la mayor altura de las dos sierras: el Cerro Lastonar (1.275 m) y siguiendo la arista al suroeste, tenemos la Sierra de Marbella con el conocido pico de la Concha (1.215 m). Hacia el nordeste y en la misma cuerda, las lomas que franquean el Salto del Lobo (1.221 m) y la Cruz de Juanar (1.181 m). Fuera de esta arista y al este, el Cerro del Puerto de Marbella (1.087 m) y más al este el Cerro Nicolás (1028 m).

El itinerario era muy entretenido y fácil, aunque en ascenso constante. En algunos tramos, nos detuvimos para ver la costa y el pueblo de Marbella. Hacia arriba y a la derecha el Cerro Nicolás nos servía de orientación hasta nuestra meta, los Llanos de Juanar, fin de la primera parte de la ruta, cuando llegamos a un poste de señalización, donde nuestro camino se unía al carril del olivar de Juanar, donde paramos para descansar, refrescarnos, tomar algo de alimento y hacer algunas fotos aprovechando la presencia de otros senderistas.

Dado que aún era temprano, decidimos acercarnos al Mirador del Corzo, que se encontrába a unos 500 metros de nuestra posición. Lola y Ana decidieron esperar mientras que los demás nos acercamos a contemplar unas impresionante vistas de la costa y del recorrido de subida. Algunas fotos y volvimos sobre nuestros pasos en dirección al Refugio del Juanar. 

Algunos aprovechamos para tomarnos alguna cerveza y refrescos, mientras otros compañeros disfrutaban de las sombras que proporcionaba el bosque. Una vez refrescados, salimos y comimos junto a ellos. Tiempo para algún que otro chiste y anécdota que nos ayudó a relajarnos en este maravilloso entorno.

Iniciamos de nuevo la marcha a las 14:45 horas en dirección al Mirador del Macho Montés, antes de iniciar el segundo tramo de la excursión.

SEGUNDO TRAMO: Desde el mirador del Macho Montés, bajada por Puerto Rico al cementerio nuevo de Marbella.

Desde el mirador, teníamos una impresionante vista panorámica de Marbella y de la costa, así como del camino que recorreríamos en bajada por el Puerto de Marbella pasando por una zona arenosa con impresionantes vistas de las montañas que nos acompañaban: a nuestra izquierda la Loma Pierna del Caballo y a nuestra derecha la Loma de la Gaceta. Aprovechando la presencia de otros senderistas nos hicimos la foto de grupo.

Comenzado el descenso, el camino discurría por una pequeña loma, cerca del arroyo de Puerto Rico, atravesando una zona que parecía un jardín, dada la cantidad de plantas y flores que flanqueaban el camino. La bajada fué rápida, con algunas paradas para hidratarnos y esperar a los más rezagados. Llegamos a Puerto Rico Alto, una encrucijada de senderos que nos señalanan unas tablillas en un poste (Juanar, Puerto Las Pitas, Casa del Pinar y Marbella). Más abajo, una casa abandonada y, tras pasar un pinar, continuamos hasta llegar junto a una tubería que lleva el agua a Marbella, desde el manantial de Puerto Rico, que pasamos por una senda que serpenteaba a la izquierda de este tubo.

A lo largo del camino, siempre en bajada, las marcas del sendero blanco y amarillo, que indican pequeño recorrido (PR), nos señalan la ruta en las rocas y alguna que otra marca de pintura roja en el suelo. El sendero alternaba zonas de arenisca con otras de piedras y grava suelta, que hacían que más de uno sufriera resbalones sin mayor importancia. Así hasta llegar a Puerto Rico Bajo, dejando a nuestra espalda el pico de la Cruz de Juanar, al fondo, caminando bajo una impresionante pared de roca caliza con varias oquedades o cuevas, usadas por los pobladores prehistóricos y en las que encontramos algunos escaladores que con sus gritos perturban la tranquilidad de la tarde.

Finalmente llegamos a una pista que nos condujo a la altura de una cadena, lugar donde dejamos aparcado el coche de Margaret por la mañana. Margaret acercó a los conductores hasta Ojén, mientras que el resto de compañeros se dirigieron, unos metros más abajo, hasta el Restaurante Nueva Kaskada donde nos esperaron. 

Ya todos juntos pudimos disfrutar de unos momentos de relax, conversación y de las atenciones y amabilidad, tanto del personal, como del dueño del restaurante EWALD FICHTHALER que nos saludó y animó a que volviésemos para degustar la amplia y variada carta. 

Entre refresco y refresco; entrantes a base de pimientos asados y aceitunas troceadas; copa de ensalada malagueña con patata, naranja y trozos de bacalao y tarta de chocolate con nata,... todo riquísimo y un excelente colofón a un día largo y a ratos cansado, del que seguro, hemos disfrutado todos.
  
                  VERSIÓN PARA IMPRIMIR
 
   RECORRIDO POR CARRETERA DESDE ESTEPONA A OJÉN

  VISTA SATÉLITE
  
  MAPA TOPOGRÁFICO

   PERFIL DE ALTURA

   PARTICIPANTES
De izquierda a derecha: Miguel Alonso, María del Mar Parrillo, Sofía Mateos, Martine Colombu, Margaret O´Connor, Lola Criado, Ana Ortíz, José Luís Jiménez, Manuel Muñoz, Juan Antonio Fernández y Rafael Rodríguez.

GALERÍA FOTOGRÁFICA (Incompleta)
(Fotos:Rafael Rodríguez )

   

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