sábado, 9 de agosto de 2014

Moraga de espetos de sardinas, chorizo y morcilla



CRÓNICA: MIGUEL ALONSO
Otro año más, el pasado sábado día nueve celebramos la IV Moraga de espetos de sardinas en la playa de la Escollera de Estepona. Acontecimiento que aprovechamos para, además de reunirnos, degustar unos espetos variados.

El evento se pudo realizar gracias al trabajo de un grupo de compañeras/os que trabajaron para que todo saliese perfectamente.

A las 19:30 horas habíamos quedamos citados con Juan Andrés en la barrera de acceso al puerto. Este vino con un familiar que disponía de permiso para entrar, cosa que hicimos Manolo y el que os escribe la crónica (Miguel), dirigiéndonos con la furgoneta al lugar reservado en la Delegación de Participación Ciudadana en el mes de julio, el contenedor que hacía las veces de las antiguas barcas de madera con el nombre de "Málaga". Mientras iban llegando el resto de compañeros encargados de preparar la comida, descargamos y colocámos las cinco mesas cerca del muro de separación con la playa, que nos sirvió de asiento.

Pronto llegaron con la leña y los espetos para ensartar sardinas, chorizos y morcillas. Acondicionada la barca (contenedor metálico lleno de arena) y extendida la leña sobre un hoyo minuciosamente preparado, trabajo que realizó Juan Andrés, se prendió la candela y mientras se iban haciendo las ascuas de la leña, que ardía lentamente, Javier y Juan Andrés, ayudados por Johan y Manolo, comenzaros a espetas sardinas. A la par, Pepi y Sofía se encargaron de hacer lo mismo con los chorizos y morcillas.

Por otro lado, Chema y Lupe preparaban la ensalada de pimientos asados con langostinos. Una labor minuciosa pues antes se tuvo que “pelar los langostinos”, ya cocidos, para juntar con los pimientos asados.

Roque estaba por otro lado preparando la sangría con su simple pero exquisita fórmula: vino tinto, azúcar, fruta picadita y unos cubitos de hielo para refrescarla y…, a beberla. Estaba muy buena.

Mientras, los compañeros que iban llegando se fueron acomodando en las mesas con sus sillas en el pretil de divisoria con la playa. La noche estaba perfecta, una luna llena, que nos vigilaba en el cielo, daba un toque perfecto.

Por fin vinieron los primeros espetos de sardinas, que apenas tocaron la bandeja, y más tarde los de morcilla y chorizo, que tardaron en ponerse a punto. Las sardinas eran grandecitas y el fuego las dejó muy sabrosas.

Se fueron formando grupos, entre los compañeros con sus respectivos invitados y familiares, donde se conversaba y comían los espetos junto con los vasos de un rico gazpacho y, entre espeto y gazpacho, un vaso de la sangría que quitaba el sentido.

Finalmente Chema comenzó a preparar unas calas de sandía y melón, postre con el que finalizamos la cena.

Sobraron unas pocas sardinas que regalamos a los pescadores que teníamos enfrente, sentados a la puerta de su “cuartos de aperos de pesca”, que habían tenido los bastidores de “volaores” (peces voladores) a secar antes de poner nosotros las mesas en el mismo sitio.

Poco a poco, el grupo se fue disolviendo, mientras otros quedamos recogiendo y limpiando los recipientes donde habíamos puesto la comida. La candela iba languideciendo lentamente, teníamos que irnos. Una vez apagado el fuego y el lugar de comida en perfecto estado, fue lo que nos hizo abandonar el sitio cuando faltaba media hora para las dos de la madrugada, tiempo límite de la autorización que nos habían dado, poniendo fin a una noche de camaradería y encuentro, como siempre.



                   VERSIÓN EN PDF PARA IMPRIMIR



   PLANO DE SITUACIÓN DE LA MORAGA




   Parte del grupo de asistentes, de izquierda a derecha. Delante: Sofía Mateos, Noemí y Marcelino Espinosa. Detrás: Lola Criado, Miguel Alonso, Pilar Cañizo, Pilar Arangüena, Pepi González, Guadalupe Ortiz, Sara Velasco, Latifa Chellal, Luis Clemente, Juan Andrés López, Marja Bolscher, Consuelo Alonso, Antonia Torrecilla, Roque Jesús Gómez, Manuel Muñoz, María Luisa Moreno, Rosa María Martín, Javier Duarte, José María Martín y Ana Ortiz.    

GALERÍA FOTOGRAFICA
(Fotos: Lola Criado, Miguel Alonso)


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