CRÓNICA: MIGUEL ALONSO
Desde Estepona partimos (8:35 h) por la autovía del Mediterráneo A-7 hacia Marbella, desviándonos en la salida 185 y, al llegar a la rotonda, giramos de nuevo a la izquierda hacia el Centro Comercial La Cañada, que dejamos a nuestra derecha, continuando de frente por la carretera A-355 hacia Ojén, hasta llegar a Monda (9:15 h) después de haber recorrido unos 46.5 kilómetros en un tiempo de 50 minutos. Aparcamos los coches en el céntrico llano del Baratillo, muy cerca de la plaza de la Ermita y de la famosa fuente de la Jaula, antiguo lavadero.
La villa de Monda
Este bello pueblo se encuentra en las faldas de un pequeño promontorio (337 m), donde se ubica un antiguo castillo de la época musulmana, hoy convertido en hotel. Su término municipal abarca unos 58,11 kilómetros cuadrados, formando parte, junto con otros ocho municipios, de la Comarca de la Sierra de las Nieves, dentro del Parque Natural con el mismo nombre, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Algunos historiadores sitúan en estos lugares la célebre batalla de Munda entre Julio César y los hermanos Pompeyo.
Su posición estratégica en el centro de tres importantes áreas como son el Valle del Guadalhorce, la Costa del Sol y la misma zona de la Sierra de las Nieves, le confiere su importancia como encrucijada de rutas.
En este rico entorno, se encuentra el término municipal de Monda que limita con los municipios de Ojén al sur, Istán al oeste, Tolox y Guaro al norte y Coín al este. Dispone de un relieve muy variado, teniendo las mayores alturas hacia el oeste y hacia el sur. En la zona oriental destaca la Sierra Blanca, más conocida por Canucha, compartida con Ojén, Istán y Marbella.
Sobre los campos circundantes del municipio, cubiertos de olivares, almendrales, huertos y tierras de labor, se eleva el castillo de Monda, una antigua fortaleza medieval, árabe y cristiana, del siglo IX, hoy convertido en hotel.
Inicio de la ruta
En el céntrico llano del Baratillo, lugar donde aparcamos los coches, nos esperaban María y Pepe, socios del club y vecinos de Monda y Paula, que venía de Málaga. Una vez que nos acomodamos las mochilas, emprendimos la marcha (9:30 h), efectuando un itinerario que pasaba por las calles Cádiz y Sevilla hacia el Estacar, en las afueras del pueblo, a través de un antiguo camino que nos llevaría a Cerro Gordo, pasando previamente por las errizas, la calzada romana (9:45 h) y el camino de Rozuela, para llegar a la carretera, que cruzamos al otro lado, y continuar por un camino que salía a la izquierda donde, en un poste, una tablilla indicaba 2,7 kilómetros a Cerro Gordo.
El trayecto continuaba por un túnel (10:00 h) bajo la carretera a Coín A-355, siguiendo por un sendero de tierra paralelo a dicha carretera, pasando entre las alambradas que cercaban fincas con almendros, olivos, higueras y cítricos. Un bonito recorrido rodeados de arbustos, amapolas e incluso aulagas con sus olorosas flores amarillas. Pronto llegamos a la altura de una planta industrial, se trataba de una fábrica de pan y productos de pastelería. Tras unos metros, un cruce de caminos y una pista a subir ya que, una señal en un poste (10:25 h) nos marcaba la dirección a Cerro Gordo.
Caminábamos por el sendero (PR-A 275), que nos llevó a la zona de Cerro Gordo, un enclave forestal cubierto por una masa de pinos carrascos, fruto de repoblaciones de los años 60 del pasado siglo. El camino, en un principio, transcurría por una empinada calzada de hormigón, donde pudimos contemplar las sierras Canucha o sierra Blanca, con bellas panorámicas: verdes campos de olivos, viñas y huertas, en un día claro, con una temperatura ideal para hacer senderismo.
Sendero hacia Cerro Gordo
A medida que ascendíamos, nos fuimos introduciendo en un espeso bosque de pino carrasco, que nos suministró abundante sombra y que ya nos acompañaría durante el resto del camino. Con un trazado más suave, continuamos siempre por el camino principal dejando atrás, a nuestra derecha, el inicio de un cortafuegos y una zona acondicionada para la práctica de motorismo (11:25 h).
Recorrido por la Sierra Alpujata
Al fin llegamos al arroyo Alcazarín (11:55 h), ya en la zona conocida por Alpujata, donde las laderas han sido transformadas en terrazas para el cultivo. Aún perduran las acequias como medio de transporte del agua que riega las huertas. Paramos en el Área Recreativa, donde, a la vez que dispusimos de un breve descanso, tomamos algunas frutas sentados en una de las mesas de la zona recreativa.
Tras el refrigerio, (12:15 h) emprendimos la subida por un camino asfaltado donde, al inicio, una placa ponía “Camino de Antonio López”. Esta es la zona del Partido de Huertas o de los callejones, ya que desde este eje, parten caminos de servicio a las huertas a uno y otro lado. Pasamos a la altura de los restos de un antiguo molino, cerca de una vieja higuera, hasta llegar a una gran alberca que abastecía de agua, no hace mucho, a dichas huertas.
A lo largo del camino, pudimos disfrutar del olor a azahar que brotaba con abundancia en los árboles de naranjos y limoneros de las huertas.
Posteriormente volvimos sobre nuestros pasos (12:35 h) para desviarnos, a la izquierda, por uno de los callejones, a la altura de una finca llamada El Rocío, recorriendo un bello camino entre huertos repletos de naranjos.
Pronto llegamos a un cruce donde el camino se dividía en tres, tomando el de en medio, entre olivares y huertas, hasta llegar a la fuente de los Morales (13:15 h), punto donde finalizaba nuestra ruta. Esta fuente, muy visitada por la gente del lugar por sus preciadas aguas ferruginosas, se cobija bajo la sombra de un enorme quejigo.
Regreso a Monda
Desde este lugar, emprendimos el camino de vuelta a Monda, dejando a nuestra izquierda los restos de una antigua calera. Subimos hacia el campo de fútbol, desplazándonos unos metros para visitar la Ermita de san Roque (13:55 h), en cuyo entorno había una zona de descanso.
De vuelta, recorrimos el mismo camino y nos volv¡mos a situar en el cruce del arroyo de Alpujata, donde, en esta ocasión, tomamos el camino de la izquierda. A medida que avanzábamos en sentido descendente, llegamos al cauce fluvial del arroyo de Alpujata, denominado aguas abajo, arroyo Alcazarín, afluente del río Grande.
Llegados a un nuevo cruce, abandonamos el paraje de Cerro Gordo para dirigirnos a la parte alta del polígono industrial, continuando el regreso por un pequeño y antiguo camino que, tras cruzar un pequeño túnel bajo la carretera (14:10 h), desembocaba en la carretera A-7101. Desde este lugar, ya en el pueblo, continuamos por las calles Hospital y Camposanto, pasando por el antiguo Cementerio Municipal y la calle Cádiz hasta el llano del Baratillo (14:20 h) donde habíamos dejado aparcados los coches.
Comida en la Peña Flamenca
Después de dejar las mochilas y bastones en los coches, nos dirigimos a la Peña Flamenca, a escasos metros del aparcamiento, donde teníamos apalabrada la comida.
Después de dejar las mochilas y bastones en los coches, nos dirigimos a la Peña Flamenca, a escasos metros del aparcamiento, donde teníamos apalabrada la comida.
El día era bueno por lo que decidimos sentarnos en las mesas que tenían en el patio. Unas cervezas para saciar la sed y tras la foto de grupo (14:40 h) que amablemente nos hizo Rafael, camarero del bar, nos abandonaron Marisa y Ana María ya que tenían que atender los ineludibles compromisos familiares.
Beli, encargada del bar, nos trajo unos platos de ensalada variada con un toque de sazón de cebolla frita. Después vino un plato de patatas fritas con huevos, chorizo y morcilla y pimientos y a este, le siguió unos platos para compartir de secreto ibérico y otros de pisto con carne. Terminamos con unos helados, cafés o tés y unos sorbetes de licor.
Eran las 17:30 cuando decidimos partir a nuestras casas. A Estepona llegamos a las 18:20 de la tarde, después de haber disfrutado de un espléndido día, otro más.
VERSIÓN IMPRIMIBLE EN FORMATO PDF
SITUACIÓN DEL BAR ESTADIO LUGAR DE CITA EN ESTEPONA
RECORRIDO POR CARRETERA DE ESTEPONA A MONDA
VISTA SATÉLITE
GALERÍA FOTOGRÁFICA
(Fotos: Miguel Alonso)
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