domingo, 28 de junio de 2015

Recorrido de Genalguacil por el río Genal a la Venta San Juan



CRÓNICA: MIGUEL ALONSO
De Estepona salimos a las ocho y veinte de la mañana un grupo de 18 compañeros distribuidos en 4 coches, dirigiéndonos a la avenida de Andalucía para desviarnos por la carretera MA-8301 hacia el puerto de Peñas Blancas (975 m).

Desde este lugar continuamos hacia Genalguacil, por la carretera MA-8302, que sale a la izquierda, y que nos llevaría directamente al pueblo después de haber recorrido, desde Estepona, 41 kilómetros en unos 45 minutos. La carretera tenía un trazado de muchas curvas, por lo que debimos conducir con precaución.

Ya en Genalguacil, tuvimos que atravesar el pueblo hacia la salida del mismo, parando ante la Venta Las Cruces (9:20 h), lugar donde comenzamos el sendero hacia el Prado de la Escribana, junto al río Genal.

En este lugar tuvimos que esperar a que, en dos coches conducidos por José Luis y José Antonio, regresaran de la Venta San Juan, distante unos 3,5 kilómetros, lugar donde finalizaba la ruta, a dejar uno de los coches para, al termino de la ruta, volver en un coche con los conductores a recogerlos.

El río Genal
Sin duda, el Genal y sus afluentes es la unidad ambiental más destacada de esta etapa, tanto por la belleza de su cauce con sus vegas, meandros y sotos como por las actividades tradicionales vinculadas al río y su ribera, como son las huertas y los molinos.

El paisaje es totalmente forestal, con diversas especies arbóreas dominantes, en especial alcornoques y quejigos, pero también castaños y pinos resineros.

El bosque en galería multiespecífico tiene un papel preponderante en el fondo de un valle en forma de “uve” muy cerrado, con fuertes pendientes, en un terreno de esquistos y pizarras. Entre las especies de ribera destacan los grandes álamos y chopos, los sauces y los tarajes.

La ruta
Al fin, una vez de vuelta los compañeros, iniciamos la bajada hacia el río (10:00 h). En el arcén de la carretera había una tablilla indicativa de la dirección a seguir, el sendero de pequeño recorrido (PR-A 240) de Genalguacil a Benarrabá, dejando a nuestra derecha una pista polideportiva para después abandonar el trazado de la vereda de los Limones y del PR-A 240 y encaminarnos por la vereda de las Cañas, que se desprendía a la izquierda por una fuerte pendiente, donde otra tablilla en un poste indicaba 4.600 metros al Prado de la Escribana.

 
A llegar a la altura de un grupo de chaparros alineados con el sendero, descubrimos a la izquierda un carril, al cual se accedía por una angarilla. Por el margen contrario discurría el arroyo de las Cañas. El sendero acababa uniéndose al carril de acceso a la casa de las Cañas. Inmediatamente después nos unimos al carril principal (10:35 h), tomándolo hacia la derecha. Un poco más adelante, vadeamos por un puentecillo el arroyo de las Cañas para continuar caminando un buen trecho en llano con el río Almarchar a nuestra izquierda.


Continuamos por la pista forestal que une Benarrabá con Genalguacil, pasando junto a la entrada de la finca El Chicharal, siendo visibles unas palmeras de gran altura junto a la casa. Al poco llegamos al Prado de la Escribana (11:20 h) y allí nos sentamos en una mesa bajo la sombra de un árbol para tomarnos unas frutas.
 
Recorrido por el río Genal
Es uno de los mejores referentes de belleza ribereña y valor ecológico en la provincia de Málaga que atesora una interesante diversidad de especies vegetales y animales, tanto dentro como en los alrededores de sus aguas, al mismo tiempo que conserva enclaves casi vírgenes, poco acostumbrados a la presencia humana.


Después del descanso en la Escribana, continuamos el recorrido dividiéndonos en dos grupos: la mayoría optamos por caminar por el cauce del río y otro pequeño grupo continuó por el sendero balizado correspondiente a la etapa 27 de la Gran Senda de Málaga (Benalauría - Genaguacil).

Caminábamos por cauce del Genal, a través de numerosos túneles de vegetación de ribera, uno de los alicientes de esta ruta fluvial a través de numerosos túneles de vegetación de ribera, que nos esperaban. El agua estaba a buena temperatura y el calor era mitigado por el frescor del agua y la arboleda que nos preservaba del sol.

A nuestra derecha, vimos la pasarelas metálica por las que caminaban los compañeros (11:50 h) que prefirieron ir por el sendero.

 
El paso por el río era lento ya que el cauce estaba cubierto por piedras con verdín, que nos imponían tomar mucha precaución ante posibles accidentes. Pero sí pudimos disfrutar del frescor del agua y de algún chapuzón, a la vez que del canto de los pájaros que abundaban a lo largo del recorrido.

 
Los compañeros que caminaban por el sendero nos contaron que el recorrido fue muy agradable, en un punto tuvieron que servirse de un cable de acero para pasar pegados a una pared rocosa, muy bien instalado, que facilitaba el paso por un corto trecho sin más protección que el cable. El sendero continuaba por varias zonas de bajada y subida, con unos peldaños confeccionados con unos palos de madera atravesados que facilitaban salvar las pendientes y que permitía bajar al río a bañarse.


Los que caminábamos por el cauce del río decidimos en un punto cercanos a la venta, de la que nos separaba unos 45 minutos de camino, salir al sendero para llegar a la hora acordada en la venta para comer. 

Llegamos a una zona más abierta, encontrando con una vieja casa abandonada (14:00 h). Ya estábamos muy cerca de nuestro punto de destino, una chopera, la referencia de que estábamos a la altura del Camping San Juan y los restos de un antiguo molino de agua.

Tuvimos que introducirnos de nuevo en el río, por el que seguimos hacia el puente y por una veredita llegamos a la carretera y al puente, donde está la divisoria de los pueblos: Algatocín y Jubrique. P pasado este la Venta de San Juan, a la que llegamos a las 14:20 horas.

 
Después de asearnos y cambiarnos de ropa, nos sentamos a comer. En primer lugar pedimos unas jarras de cerveza para saciar la sed que traíamos. Unos pedimos carne a la parrilla y otros optaron por platos combinados de pinchos de morcilla, chorizo y trozos de carne con patas fritas, Las ensaladas variadas no faltaron y finalmente cada uno pidió el postre que le apeteció: helado, flan…


Tras un buen rato de sobremesa decidimos, tras la foto del grupo ante la fachada de la venta, irnos al río (17:00 h) a una zona situada en las inmediaciones de la venta. Una playita muy agradable, bajo la sombra de unos árboles, donde reposamos los alimentos tumbados bajo unos chopos, algunos llegamos a dormirnos, mientras otros se volvieron a introducir en el río para darse un último baño en el denominado “Charco Estrecho” o “Charco Picao”.


Después de los baños y el consabido descanso, emprendimos el regreso (19:30 h) a Estepona, donde un reducido grupo decidimos acercarnos al restaurante La Gamba, situado en el Paseo Marítimo, donde nos tomamos unos mojitos junto con unos calamares y pulpo a la gallega.

Un bonito día en que disfrutamos de lo lindo.

                  VERSIÓN IMPRIMIBLE EN FORMATO PDF

   
  SITUACIÓN DEL BAR ESTADIO PUNTO DE CITA EN ESTEPONA

   
  RECORRIDO POR CARRETERA DE ESTEPONA A GENALGUACIL

  
  CROQUIS DEL RECORRIDO

  El grupo en la Venta San Juan. De izquierda a derecha: Francisco Quirós, José Luis Gil, Francisca del Río, Manuel Ostos, Juan Andrés López, Toñi Torrecilla, Luis Clemente, Jesús Díaz, Pilar Villar, Manuel Muñoz, Faustino Manjón, Paula López, Lola Criado, José Antonio Quirós, Ángeles Cruz, José María García, Miguel Alonso y Juan Carlos Huertas.

GALERÍA FOTOGRÁFICA 
(Fotos : Jesús Díaz, Lola Criado y Miguel Alonso)

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