sábado, 8 de abril de 2017

Descubriendo la primavera en Toscana y Liguria


La estancia en Toscana y Liguria transcurrirá desde el sábado día 8 al sábado día 15 de abril, estancia que dedicaremos a realizar varias rutas de senderismo por el corazón de Italia y visitas turísticas a algunas ciudades emblemáticas de la zona. Con estos días de estancia en Toscana, continuamos con el precedente de años anteriores que viajamos al sur de Irlanda en 2013; a la Selva Negra, en Alemania, en 2014; los Cárpatos, en Rumanía, en 2015 y a la Isla de Madeira el pasado verano de 2016. Salidas que pensamos continuar cada año, tanto por nuestro país como por el extranjero.




DATOS GENERALES

Coordinadora de Viajes Alventus en Sevilla: Federica Cogo, teléfonos 699 786 184 - 954 210 062

Coordinadora del club: Margaret O’Connor teléfono 679 768 088.

Guía-acompañante de Viajes Alventus: José Miguel teléfono 667 617 191        

Entorno: Toscana y Liguria, Italia.

Localidades a visitar: Florencia, Castelnuovo de la Gafagnana, Lucca, Pisa | Italia.

Salida de Estepona en autobús hacia aeropuerto: 14.00 horas del Bar Estadio, frente al campo de fútbol San Fernando.

Punto de encuentro:16.00 horas en el Aeropuerto de Málaga, Terminal 3 Planta 1 en los mostradores de facturación 340-341. El avión sale a las 18.00 horas con escala en Roma (20.30 H), llegando a Florencia a las 22.40 horas.

Documentación imprescindible: Pasaporte o Documento Nacional de Identidad (DNI) requerido para el vuelo y Tarjeta Sanitaria Europea.

Equipo obligatorio para las excursiones: mochila, botas o zapatos de montaña, bastones, chubasquero, pantalones largos, gorra, guantes, gafas de sol, silbato, agua, bocadillo y bebidas isotónicas.

Se recomienda: bañador, prismáticos, cámara fotográfica y teléfono móvil con sus cargadores correspondientes.
Equipo: maleta (a facturar) donde llevar útiles de aseo, ropa interior, pijama, bañador, zapatillas o calzado para descansar los pies después de las excursiones, camisetas, pantalones de reserva y los bastones para andar.



SÁBADO 8 DE ABRIL DE 2017

Viaje en avión desde Málaga a Florencia y posterior desplazamiento a Castelnuovo de la Arfagnana

CRÓNICA: MARGARET O'CONNOR

Salimos de Estepona en un autobús de Domínguez parte del grupo “muy puntuales todos” a las 14.00 horas. Y fuimos recogiendo por el camino a varios más en Laguna Village, San Pedro y Marbella, y ya nos fuimos directo, sin más paradas, al aeropuerto de Málaga.

Nos encontramos con los demás, incluido el guía José Miguel en el aeropuerto de Málaga a las 16.00 horas. Pasamos un rato de nervios al darme yo cuenta de que, cuando le pagué el viaje al conductor del autobús, dejé mi bolso dentro del mismo en el asiento que había ocupado. Al darme cuenta de este olvido pasé la enorme angustia de creer muy posible no poder embarcarme junto a los demás para el tan deseado viaje a la Toscana.

Pero gracias a la maravillosa ayuda de Rafa y de José Luis, y también a la imprescindible ayuda del móvil de Paquita, todo se solucionó justo a tiempo de facturar el equipaje, y pude subir al avión junto a los demás, que respiraron con gran alivio pues habían estado todo el tiempo sufriendo por mí y ofreciéndome su incondicional ayuda. ¡Qué gente tan buena hay en este club nuestro!

El vuelo a Roma se realizó sin problema alguno. Después de una hora y media de espera en el aeropuerto romano pudimos embarcar en el avión que iba a Florencia.

Llegados al aeropuerto de Florencia subimos a un autobús, caída ya la noche, autobús que nos llevó a Castelnuovo de Garfaganana donde llegamos, bastante cansados todos, a la una y media de la madrugada, siendo esta la única cosa que podríamos considerar negativa del viaje.

En el hotelito Da Carlino nos recibió Leonardo, el dueño del mismo, un amable anciano que con mucha paciencia nos repartió las llaves de las habitaciones y, por fin, pudimos todos acostarnos y descansar que buena falta nos hacía. ¡Aleluya, estábamos ya todos en la Toscana, hasta yo que a punto había estado de quedarme en el aeropuerto de Málaga 


DOMINGO 9 DE ABRIL DE 2017

Barga y Sommocolonia

CRÓNICA: PILAR CAÑIZO

Después de un merecido descanso, tras el largo viaje hacia la Toscana. Comenzamos el día con un estupendo desayuno en el Hotel “Da Carlino“, en el bonito pueblo de “Castelnuovo di Garfagnana”. A las 9.00 horas, nos recoge el autobús para dirigirnos a la ciudad de Barga, donde comenzaremos nuestra ruta.

Barga se encuentra a 35 kilómetros. Al norte de la capital  provincial (Lucca). Barga, está situada a 410 metros sobre el nivel del mar, en la colina de Remeggio, en el corazón del Valle de Serchio y ha sido reconocida como “uno de los pueblos más bellos de Italia“. En la actualidad tiene unos 10.000 habitantes censados.

 Barga es la ciudad más poblada del  “Valle de Serchio” un territorio montañoso, situado entre la llanura de Lucca y las montañas del “Valle de Garfagnana”. Con una gran vegetación, donde predominan los castaños, viñedos, olivos, hayas, etc... Nos adentramos en pleno bosque, a través de un sendero, que nos llevara hasta el rio Corsonna, desde ahí subiremos por un tramo de carretera, para después enlazar con un camino empedrado que nos llevara hasta el bello pueblo de sommocolonia.

A mitad de camino nos encontramos con la pequeña ermita de San Roque, en la fachada nos encontramos una cara tallada en piedra, llamada “SCACCIAGUAI” Es un símbolo de buena suerte, según cuenta la historia, se pone el dedo índice y el corazón en los ojos y el pulgar en la boca y cerrando los ojos, se pide un deseo. (Si se cumple o no, el tiempo lo dirá, mientras tanto seguiremos disfrutando de los bonitos instantes que la vida.

Es un precioso día de primavera, con una temperatura muy agradable y la belleza del paisaje, nos transporta a un oasis de paz, con la mezcla de colores y aromas que la vegetación nos ofrece. Continuando por el camino empedrado, rodeado de una esplendorosa vegetación, llegamos al precioso pueblo de Sommocolinia. (Esta localidad se eleva a 692 metros sobre el nivel del mar, en la actualidad hay censadas únicamente 39 personas.)

En el mirador que hay en la plaza de la iglesia, nos recibe muy amablemente, Máximo Nardini, es uno de los pocos habitantes que tiene el pueblo. Máximo nos acompaña durante el recorrido por la historia de este bello pueblo y nos explica con con todo lujo de detalles la historia del pueblo. Durante años se ha encargado de crear un pequeño museo, recopilando numerosos objetos de la II Guerra Mundial, con el único objetivo de que quede patente en la memoria de todos, la destrucción y el dolor que se vivió en la batalla, del 26 de diciembre de 1944. En una colina, hay un monumento a la memoria de aquellas personas que murieron luchando  y que merecen ser recordados eternamente.

Después de visitar cada rincón de este maravilloso pueblo y divisar las fantásticas vistas del Valle de Garfagnana, protegido por los Alpes Apuanos, que poseen una belleza espectacular.
Después de concluir nuestra visita en Sommocolonia, nos dirigimos de nuevo a la localidad de Barga, (Sobre las 14.30  horas es allí donde terminamos la ruta circular de hoy). Allí tenemos la oportunidad de pasear por sus calles y visitar sus emblemáticos monumentos arquitectónicos y como; degustar la maravillosa gastronomía de la zona.

Una vez terminada la visita, sobre las 19.30 horas Nos dirigimos de nuevo a Castelnuovo, un encantador pueblecito, donde nos quedaremos hasta el viernes. Ha sido un maravilloso día, que se quedará en nuestra memoria.

PARTICIPANTES


 El grupo en Sommocolonia para iniciar la primera excursión en la Toscana. De izquierda a derecha: María Fernández, Pastora Castro, Pepe García, María Martín, Pilar Cañizo, Pepa Vázquez, Juan, María Sierra Gutiérrez, María Ángeles Vera, Margaret O'Connor, Ignacio Pérez de Vargas, José Miguel (Guía de Alventus), Luisa Cañizo, José María García de la Nava, Mercedes Tovar, Rafael Giner, Francisco González, Aurora Jiménez, Juan de Dios Cabezas, Sofía Mateos, Paquita Amador y María Felicidad Suárez. Hace la foto Lola Criado.

GALERÍA FOTOGRÁFICA Y VÍDEOS


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LUNES 10 DE ABRIL DE 2017

Campocatino, pueblo de pastores


CRÓNICA: VIOLETA MONTEQUÍN

Hoy ya estábamos recuperados de la paliza del viaje y de la ruta del día anterior. Salimos después del desayuno a las 9.30 horas acompañados de nuestro guía de Alventus José Miguel y de dos guías italianos nos desplazamos en nuestro autocar (nuestro porque nos llevaba y traía todos los días) hasta Vagli Sopra, mas o menos 1 hora de trayecto.



Desde esta población iniciamos una subida bastante abrupta pero muy bonita por un bosque de castaños, tardamos 1 hora en subir y en lo alto estaba el pueblo de Campocatino, a 1.025 metros, que antiguamente era un poblado para los pastores de las montañas y que ahora los lugareños han renovado y convertido en un pequeño pueblo para los fines de semana, hay una iglesia muy moderna en un prado desde el que se ve grande y apabullante el monte Roccandagia aún con restos de nieve. También hay un monumento a David Bowie que por lo visto se dejaba caer por aquí.



Seguimos caminando primero con pequeñas subidas y bajadas hasta llegar a la fabulosa vista del valle de Arnetola en donde hay una cantera de mármol al aire libre.



Desde aquí una bajada bastante inclinada, camino de cabras, hasta llegar a la cueva dónde vivió San Viano desde 1350 hasta 1400 en que murió aquí mismo, seguramente una vez que bajó hasta aquí le daba pereza subir y decidió quedarse. Nosotros no podíamos hacer lo mismo así que tuvimos  que volver a subir lo que habíamos bajado y llegamos de nuevo a Campocatino donde disfrutamos de los bocadillos que habíamos traído sentados en bancos y mesas que allí había y de agua fresca de una fuente.

En este pueblo no había ningún bar, ni restaurante pero al dejarlo vimos que estaba en construcción una pizzería. Bajamos un corto trecho hasta encontrar el autocar esperándonos y nos llevó al embalse de Vagli Sotto donde hay un puente colgante por el que muchos de nosotros queríamos cruzar pero desgraciadamente ese día estaba cerrado. Al volver al autocar el guia nos premió con una parada en el pueblo medieval de Vagli Sotto, muy bien conservado, paseamos por sus estrechas calles y cansados pero contentos volvimos.

  
GALERÍA FOTOGRÁFICA Y VÍDEOS



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MARTES 11 DE ABRIL DE 2017

Parque Nacional “Le Cinque Terre” en Liguria

CRÓNICA: PURI RUEDAS

Como cada mañana, dejamos Nuestro hotel situado en Castelnuovo de la Garfagnana, pueblo precioso en un verde y silencioso valle, encajado entre las montañas Orecchiella y los Alpi Alpuani, al norte de la Toscana.


Salimos en autobús en dirección a Liguria, para visitar en la costa los cinco pueblos de Cinque Terre.



Llegamos a la ciudad denominada La Spezia, en cuya estación, tomamos el tren que nos trasladaría a los cinco pueblos (Riomaggiore, Manarola, Corniglia, Vernazza y Monterosso), el billete nos permitía viajar libremente en uno y otro sentido desde Riomaggiore, situado más al Sur, hasta Monterosso al Mare situado más al noroeste.



Aconsejados por nuestro guía José Miguel, hicimos parte del trayecto en barco, desde Manarola hasta Monterosso al Mare, con la finalidad de disfrutar del paisaje desde el mar, de esta forma, pudimos tener una perspectiva de los acantilados, que caían sobre el mar, con los pueblos colgados sobre las rocas, y a su vez, con los viñedos cultivados sobre bancales, que han sido esculpidos en forma de escalera.



Una vez finalizada la travesía marítima, con un mar algo encrespado, iniciamos la visita del primer pueblo, Monterosso al Mare, el único que tiene una playa de arena, en forma de cala, rodeada por el acantilado.



La temperatura era agradable, en un día con nubes y claros, dominado por el viento, que nos acompañó en la visita a los cinco pueblos. 

Por ser día libre, de inmediato, nos dividimos en grupos, aunque con frecuencia, coincidíamos con el resto de los compañeros, mientras paseábamos por las estrechas calles, llenas de colorido.

La comunicación entre los pueblos se hacía por mar, ante la dificultad de construir una carretera para comunicar cada uno de ellos, debido a lo encrespado de los acantilados.
En la actualidad, la comunicación se hace a través del tren, que nos permitió desplazarnos con facilidad, ya que, circulaba con mucha frecuencia, por regla general, cada cinco minutos, con paradas que se encuentran situadas en el centro de los pueblos.

Iniciamos el recorrido del caso antiguo de Monterosso al Mare, formado por estrechas calles,  llamadas localmente “carruggi”, llenas de colorido.

Visitamos desde el exterior la casa de Eugenio Montale, Premio Nobel de la literatura de 1975 y la iglesia de San Juan Bautista.

El resto del tiempo, lo invertimos “callejeando” y disfrutando del colorido de las callecitas, que componen el casco antiguo.

Tomamos el tren para visitar el siguiente pueblo, Vernazza, un pueblo pequeño y en cuyo casco antiguo, no está permitido el acceso de vehículos, paseamos por la Plaza Principal, en la que se encuentra la iglesia de Santa Margarita y una playita.

La característica de esta iglesia es que tiene un campanario octogonal, en lugar de la clásica cúpula.

En Vernazza disfrutamos de una agradable comida en uno de los típicos restaurantes, que ofrecen comida elaborada con productos locales, y por supuesto, con magníficos vinos de la zona.

La siguiente parada fue en Corniglia, es el único pueblo, que no está situado junto al mar, sino que ha sido construido sobre el acantilado, a una altura del 100 metros. aproximadamente, aunque el acceso es fácil a través de un microbús, desde la parada del tren hasta el casco antiguo, en el que se encuentra la iglesia de San Pietro.

A continuación, nos desplazamos hasta Manarola, es el pueblo más antiguo de las Cinque Terre, como lo prueba la piedra angular de la iglesia de San Lorenzo, que data de 1160. Tiene un pequeño puerto pesquero, integrado en el casco antiguo.

Por último, nos desplazamos en el tren hasta Riomaggiore, cuyas coloridas casas se agrupan en distintos niveles, siguiendo el cauce de un río, subimos a la parte alta del acantilado, que conecta con la Via dell´Amore (camino de los enamorados), buscando un mirador para saborear el atardecer, nos sentamos en un banco circular construido alrededor de un enorme pino, con una vista espectacular sobre el mar y allí permanecimos sentados, mientras observábamos como el sol iba cayendo sobre el mar hasta desparecer tiñendo el cielo de color rojo.

Resulta fácil comprender los motivos por los que Cinque Terre han sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997, pueblos de casas coloridas, colgados en los acantilados sobre el mar, con paisajes llenos de encanto, para recordar siempre  


GALERÍA FOTOGRÁFICA Y VÍDEOS

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MIÉRCOLES 12 DE ABRIL DE 2017

Visita a Pisa y Lucca

CRÓNICA: LUCÍA ÁLVAREZ DE SOTOMAYOR


Salimos del hotel a las 9.10 después de haber estado todos juntos en el comedor desayunando. El día amaneció espléndido y ayudaba a sentirnos más eufóricos y con ganas de pasarlo bien.
Nos subimos en el autobús a las 9.15 horas. Ese día no había senderismo. El guía nos  acompañó durante el trayecto y en el camino entre sus acostumbradas ocurrencias y buen humor, nos explicaba todo lo que teníamos que ver.

Llegamos a Pisa a las 11.10 de la mañana. Pisa es una de las diez provincias que componen la bella región de la Toscana. Está situada en la llanura del río Arno, a 12 kilómetros de la costa del mar Tirreno, a 20 de Lucca y a 80 de Florencia. Pisa no es solo su Torre Inclinada. Tiene infinidad de monumentos y museos que la hacen muy atractiva. Con bonitas calles llenas de Trattorias y una excelente gastronomía que se basa en platos de pescado. También bellas iglesias, un famoso jardin botánico, grandes palacios, casas medievales, museos, plazas impresionantes como la Piazza del Miracoli, el Camposanto y varios mercados donde se venden frutas y verduras a diario.

Nada más bajarnos del autobús nos dirigimos a sacar las entradas para visitar la Catedral (el Duomo), el Batisterio y la Torre Inclinada que es el campanario de la Catedral y ha sido reconocida patrimonio mundial por la UNESCO. Antes de entrar nos hicimos muchas fotos. Algunas con el brazo extendido como intentando sujetar la torre. Casi todas las personas que estaban por allí,  se las hacían igual.

Paseo por la ciudad
Después de visitar la Catedral, el Batisterio y la Torre subiendo algunos hasta arriba, nos fuimos a pasear por las ciudad. Había bastante ambiente por las calles y en las terrazas de los bares.  Nos repartimos como siempre en grupos, pues así es más fácil encontrar cafeterías y restaurantes donde tomar algo. Visitamos sus bonitas tiendas que lucían en sus escaparates preciosos vestidos, bolsos y complementos que a todas nos llamaban la atención.

Sin lugar a dudas, la ropa italiana es realmente maravillosa y con un estilo diferente; aunque los precios también es cierto que nos echaban bastante para atrás. Así que, casi siempre nos quedábamos tan solo en el intento unas, y arriesgando el bolsillo sin demasiado temor, otras.

Visita a la amurallada ciudad de Lucca
A las dos en punto nos esperaba el guía de nuevo en el autobús que nos conduciría a Lucca. Una hermosa ciudad que mantiene intactas sus murallas rodeándola completamente. Y y por las que se puede pasear a pie o en bicicleta, habiéndose convertido en un parque público. El centro histórico sin tráfico ninguno, conserva su esplendor desde la Edad Media y sus calles medievales con torres y elegantes tiendas, antiguas iglesias y grandes plazas, dan a la ciudad un aspecto único y nos hizo a todos sumergirnos en una atmósfera distinta.

Nos llamó la atención el turismo que inundaba aquellas vías, las terrazas ambientadísimas y perfectamente decoradas, las heladerías y todos sus restaurantes y bares. Numerosas tiendas que de nuevo nos harían suspirar. Nos sentamos a comer en una bonita plaza ovalada llamada del Anfiteatro, una de las más pintorescas por sus cafés, heladerías y negocios de souvenir. Nos sirvieron la mejor pizza que he tomado en mi vida y la ensalada de la casa que no supimos lo que era hasta que la trajeron. Dos hojas grandes de lechuga como base y encima una mariscada caliente de pulpo, langostinos y mejillones, muy original. Me extrañó pensando que la gastronomía italiana tiene gran variedad de pastas que cocinan de mil maneras y nunca pensé que servirían aquel otro plato tan exquisito. De postre entramos a una gelatería que teníamos detrás a tomarnos un helado. Seguramente he llegado a comprar siete u ocho, cada día tomaba alguno. Todos muy buenos por cierto.

Regreso al hotel y cena
Después de visitar tan maravillosa ciudad, nos sentamos a media tarde a saborear unos capuchinos con algún que otro pastelito. La temperatura deliciosa y apetecía disfrutar de aquellas terrazas tan bien preparadas para los turistas. A las 6.30 volvimos en el autobús de nuevo a nuestro hotel en Castelnuovo de la Garfagnana donde se celebraba la cena del club.
La familia amabilísima. La dueña muy buena cocinera nos sorprendió con un guiso típico de la Toscana llamado Farro, parecido a una sopa. De segundo nos puso un risotto de diferentes quesos, espectacular, carne y postre. Nos acostamos temprano y bastante cansados después de este gran día.


GALERÍA FOTOGRÁFICA Y VÍDEOS.
(Fotos: María Martín, Puri Ruedas, Paquí Valverde, Lucía Álvarez, María Fernández, Lola Criado, Pepe García y Margaret)

https://goo.gl/photos/97ADEVqDHEsMfxv78






JUEVES 13 DE ABRIL DE 2017

Parco dell'Orecchiella

CRÓNICA: IGNACIO PÉREZ DE VARGAS
Hoy teníamos previsto hacer una travesía a lo largo de la cresta del alto Apeninno Tosco Emiliano, pero ha sido cancelada, como consecuencia de la existencia de hielo en los puntos más altos, por tanto, en lugar de la ruta programada, hemos realizado otra por el Parque Natural de la Orecchiella, provincia de Lucca, región de la Toscana.

El Parque Natural está dividido y organizado en tres reservas forestales: Orecchiella, Pania di Corfino y Lama Rossa.

El lugar elegido para la ruta ha sido la subida al pico Pania di Corfino, que es un macizo rocoso, de piedra calcárea, con una altitud de 1.606 metros.

Nos desplazamos en autobús por una carretera de montaña hasta el Centro de visitantes del Parque, a partir de ese punto, iniciamos la ruta a través de un frondoso bosque de hayas, castaños y abetos, por una amplia pista forestal, por la que caminamos disfrutando de un día espléndido para hacer senderismo.

Teníamos buena temperatura, día soleado, con una ligera brisa que refrescaba el ambiente, rodeado de un hayedo, cuyos árboles perfectamente alineados formaban una tupida red, por la que se colaban los rayos del sol.

Conforme aumentaba la altitud, podíamos comprobar como el bosque iba poco a poco despareciendo, y en su lugar,  iban apareciendo arbustos y una vegetación  propia de zona de alta montaña. 

Al pie del pico Pania di Corfino hicimos una parada, antes de acometer la subida por un camino estrecho y serpenteante hasta llegar a la cumbre, en la que encontramos como  punto geodésico una gran cruz, en la que decidimos hacernos la foto de grupo con nuestro guía José Miguel y dos guías italianos, que nos acompañaron en esta ruta.

El día era soleado,  por tanto,  desde la cumbre podíamos divisar los Alpes apuanos a un lado y los Apeninos a otro, con vistas maravillosas, que durante un buen rato disfrutamos, a pesar de un fuerte viento, que nos obligó a sacar de las mochilas ropa de abrigo.

El descenso hasta el pie del pico lo hicimos por el mismo camino del ascenso, pero a partir de ese punto, nos introducimos en el bosque de hayas por otro camino diferente, más estrecho, lleno de encanto, por la densidad de las hayas, hasta alcanzar el punto de salida.
A partir de ese punto, descendimos por una pista forestal hasta un pequeño pueblecito llamado Sulcina, en el que se encontraba el restaurante Locanda L´Orchidea.

La Presidenta nos tenía reservada una agradable sorpresa, en forma de una importante aportación del Club al precio del cubierto, lo que colaboró a disfrutar aún más de un magnífico menú, formado a base de productos locales, pasta y carne, servido con absoluta amabilidad, así que saboreamos de una buena comida.

El grado de satisfacción de los comensales está reflejado en la foto a la puerta del restaurante, una imagen vale más que mil palabras.

De regreso a nuestro hotel en Castelnuovo, hicimos una parada en un precioso pueblecito llamado Castiglione de Garfagnana, en cuya plaza algunos compañeros compraron productos de la tierra, para cocinar a su regreso a España.

Así finalizamos un día fantástico de senderismo, con el regreso a nuestro hotel.
PARTICIPANTES


GALERÍA FOTOGRÁFICA Y VÍDEOS.
(Fotos: Margaret, Paqui Valverde, Lola Criado, Mª Ángeles, Ignacio Pérez de Vargas, Marifé, Maria Martín)

https://goo.gl/photos/ptUrpaxDjPZnJ65e7







VIERNES 14 DE ABRIL DE 2017

De Castelnuoovo a Florencia

CRÓNICA: ANDRÉS FORNELLS
Salimos a las 9.00 horas de la mañana de Castelnuovo de Garfaganana, después de despedirnos de los amables dueños del hotelito, los señores Leonardo y Loredana, y muy especialmente del servicial, atentísimo Luigi, un excelente camarero que se ganó el afecto de todos nosotros. Todos los del grupo, mostrando la admirable puntualidad habitual.

Llegamos a B&B, nuestro hotel en Florencia, a las 11.30 horas de la mañana. Nos sorprendió muchísimo conocer una ordenanza municipal que obligó al conductor de nuestro autocar a pagar 250 euros para poder entrar dentro del casco urbano y dejarnos a la puerta de nuestro hotel. Con todo el turismo que recibe esta extraordinaria ciudad, la Casa Consistorial se estará forrando.

Visita turística de Florencia
Como las habitaciones no estaban todavía disponibles para nosotros, todos dejamos nuestro equipaje en un cuartito para que lo guardasen. José Miguel, nuestro guía, con la ayuda de un mapa que obtuvimos allí en el hotel nos fue señalando, en el mismo, los lugares de mayor interés que podíamos visitar en tan prodigiosa ciudad.

Nos dividimos todos en varios grupos. Y fuimos coincidiendo, continuamente, en distintos lugares, pues los lugares que son del máximo interés quiere verlos todo el mundo.
Florencia, capital de la Toscana tuvo su máximo esplendor bajo el dominio de la dinastía Medici. El comienzo del Renacimiento tuvo lugar aquí, en esta ciudad, que es considerada una de las cunas mundiales del arte y de la arquitectura.

En Florencia, los ojos del visitante encuentran tantas maravillas escultóricas y arquitectónicas que va de admiración en admiración y de embeleso en embeleso. Y uno tiene la sensación de que, por mucho tiempo que se recree contemplándolas, no llegará finalmente a sentirse satisfecho por completo.

Todos visitamos los lugares más emblemáticos y famosos como el Dumo, el Ponte Vecchio, la iglesia de Santa María dei Fiore, y otras muchas iglesias impresionantes como San Marcos, San Lorenzo, Santa Anunziata, plazas admirables como la plaza de Fizi llena de esculturas impresionantes de la gran mayoría de eminentes genios que hicieron grandísima, incomparable esta ciudad única.

A la mayoría no nos dio tiempo, debido a las colas interminables que había para entrar en el museo de los Uffizi o la galería de la academia donde está el David de Miguel Ángel, aunque hay varias excelentes réplicas en diferentes plazas que todos pudimos fotografiar con nuestros móviles. En fin, alguna otra ocasión tendremos de visitar la mencionada galería.

Cuatro personas de nuestro grupo se quedaron en Florencia cuatro días más para poder ver todas las maravillas que posee Florencia, con calma y detenidamente.

Un buen número de personas de nuestro grupo subió al campanario de Giotto, en la Piaza de Duomo, después de una larguísima espera en pleno sol. Les mereció la pena subir un total 441 escalones porque llegados arriba pudieron disfrutar de una extraordinaria vista de la ciudad de Florencia.

Florencia está llena de vida, con multitud de turistas venidos del mundo entero, de pequeños mercados, de tiendas de todo tipo y, en diferentes lugares, pudimos escuchar música en vivo.
Tuvimos la inmensa suerte de poder visitar una Florencia iluminada por un espléndido sol bajo el que era un placer caminar, pasear y pararse a tomar un helado en las innumerables heladerías allí existentes.

Algunos regresamos al hotel al atardecer, cansados, ebrios nuestros sentidos de tanta belleza contemplada, mientras otros, más resistentes, siguieron pateando la ciudad hasta la medianoche.
GALERÍA FOTOGRÁFICA Y VÍDEOS.
(Fotos: Margaret, Lola Criado, Mª Ángeles, Violeta, Pepe García de la Nava, Mercedes y Sofía).









SÁBADO 15 DE ABRIL DE 2017

De Florencia, regreso a Málaga

CRÓNICA: MARGARET O'CONNOR
El autobús nos recogió a las 9.15 horas después de haber desayunado en el hotel para trasladarnos al aeropuerto. Un hotel más moderno que el hotelito Da Carlino, mucho más modesto, pero también más acogedor. En el aeropuerto de Florencia nos ocurrió algo realmente sorprendente que fue que nos cambiaron la puerta de embarque cinco veces. Nos tenían mareados, pues teníamos que estar mirando todo el tiempo para saber a dónde dirigirnos.
Vuelo sin problemas de Florencia a Roma, y allí conectamos otro vuelo que nos llevó hasta Málaga donde llegamos a las 17.10 horas.

Todos estuvimos de acuerdo en que el viaje había valido la pena, pues habíamos tenido una semana con buenísimo tiempo, llena de actividades, buena compañía, buena comida, visitado ciudades muy bellas e históricas y andado unas rutas bonitas.
El guía, José Miguel. una persona muy agradable que nos hizo ameno los recorridos y todo el camino.

Y no lo vais a creer, llegaron todas las maletas menos la mía. Después de haber hecho la pertinente reclamación cogimos el autobús de vuelta, éste hizo las mismas paradas que a la ida. Y se llegó a Estepona sobre las 19.30 horas.

¡Arrivederci Toscana!
GALERÍA FOTOGRÁFICA Y VÍDEOS.
(Fotos: Margaret, Mª Ángeles Vera, Sofía Mateos y Lola Criado.)

https://goo.gl/photos/AvmaqkfjDaKgjFcF8





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